Capitulo 11

35 5 0
                                    

Hoy era el día, hoy teníamos que salir de aquí a como de lugar. No podíamos mantenernos más tiempo aquí. Anoche habíamos dormido algo, muy poco, cuando me desperté por unas voces no muy lejos de la casa. Luis despertó conmigo por los murmuros de aquellos desconocidos y cuando nos asomamos había un grupo de personas, normales como nosotros, con armas en sus manos. Incluso tenían escopetas, no entraron por que en eso pasaban una manada de caminantes y no iban a poder con todos pero si hubiesen entrado no estaríamos aquí contándolo. Habíamos pasado en susto del siglo, ya no se podía confiar en las personas, no todas buscan sobrevivir de los caminantes y ser ayudado... por la loca comida que nos quedaba en esta área los mismos humanos vivos se estaban comiendo a otros más de su especie en vez de ayudarse. Nada era igual.

Todos estábamos cogiendo algunas que otras cosas que habíamos logrado rescatar para salir de ahí e irnos lejos, no me agradaba la idea de volver a salir del refugio pero era necesario... Era morir comidos con los caminantes o ser comida de humanos.

- Vamos que no tenemos todo el día, si ese grupo de personas vuelven seremos su comida. -Gruñe mi padre notablemente desesperado por salir de aquí, Sam lo ayudaba a mantenerse en pies, su tobillo no se habia curado del todo.

- Vamos. -Los llamo a todos al verlos listos con sus cosas en sus mochilas. Ya era hora de salir de aquí e irnos a otra parte.

Alfredo se paró a mi lado junto Luis, me miraron de reojo y sin más abrí la puerta apuntando con nuestras armas a todos lados. Todo tranquilo y seguro... Podíamos salir sin ningún peligro. Caminando sin rumbo y muy alertas a cualquier mínimo ruido miraba a todas partes, Luis iba a mi lado y Charlie en el otro, cada uno en silencio y atento. Se sentía la tensión y el miedo en el grupo, sabíamos que no estábamos seguros y mucho menos con esas personas que vimos anoche, con escopetas y bien preparadas. Definitivamente no estábamos para nada seguros caminando solo con pistolas con pocas municiones y dagas. Escucho el leve quejido de papá provocando que me detenga y lo mirase preocupado... al ver el sudor recorrer su frente giro mi cuerpo para correr hacia el. Mamá me mira preocupada al igual que Jaxon, Jazzy muerde sus uñas mirándonos aterrada.

- ¿Puedes continuar...? -Le susurró a papá y este jadeando asiente sin mirarme, me quedo observándolo por largos minutos, suspiro negando con la cabeza. ¿Por qué se hacía el torpe conmigo?

- Papá...

- Dije que podemos continuar. -Gruñe frío y dejándome en silencio. Sin más giro sobre mis talones yendo lejos de él.

Escucho suspirar a Luis a mi lado y me mira de reojo, podía ver mi cara seria pero prefirió callar y le agradecí eso. Continuando nuestro camino yo, Charlie y Luis nos detenemos a la vez alertas.... ¿Escucharon lo mismo que yo? Con pistola recargada en mis manos miro cautelosamente a todas direcciones, todos estábamos alerta, si... Definitivamente habíamos escuchado lo mismo... Lo habíamos escuchado todos. De momento otro fuerte grito se escucho por todo el bosque causando escalofríos en todo mi cuerpo. Pálido giro a ver a Luis y este leyendo mis ojos niega pero no logro agarrar a tiempo mi mano, me fui corriendo hacia ese grito. Sonaba como un grito agonizante. Como pidiendo ayuda.

- ¡Justin! -Gritan todos en el grupo pero continúe sin mirar atrás, algo me decía que fuese y ayudase a esa persona. Era algo como un instinto de protección...

- ¡Justin, por favor detente! ¡Puede ser una trampa! -Gruñe tomándome de los brazos, Luis, ¿cómo me había alcanzado? No tenía ni idea.

- No, no... Luis suéltame, están torturando a esa persona... Su grito... Su grito, Luis. -Susurro con suplica, este niega con la cabeza sin soltarme y yo maldigo intentando soltarme bruscamente.

- ¿Si lo están torturando no piensas que si te ven, te atraparán y te matarán a ti igual? Joder, volvamos o pondremos a todos en peligro. ¿Tú no quieres eso, verdad? Vamos. -Tiraba de mí pero yo estaba estático desde el mismo lugar, creo que la palidez de mi rostro y la rigidez de mi cuerpo llamó la atención de Luis. Cuando esté gira sus ojos casi salen de órbita empujándome bruscamente y ambos caímos al suelo.

Mundo ApocalipticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora