Prólogo "La Noche Sangrienta".

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Dieciséis años atrás: Era una noche oscura y fría de verano, el viento resoplaba ferozmente y una brisa refrescante inundaba la región boscosa de Nordrich, solamente podía verse el resplandor de la luna a quien los lobos aullaban como rindiendo tributo; la calma era total pero el peligro acechaba, las salvajes criaturas mágicas siempre están alertas, en este mundo salvaje no hay espacio para descuidos. Más allá de las montañas se encontraba el extenso bosque helado, cubierto en su totalidad por una espesa capa de nieve y más abajo se encontraban los unos claros que habían sido usados por décadas como asentamientos, entre ellos sobresalían los grandes y magníficos castillos imperiales.

La Noche proseguía su curso natural, no obstante, la luna comenzaba a brillar cada vez más intensamente, el brillo poco a poco iluminaba la bóveda celeste detonando en una combinación de colores azulados y blanquecinos; poco a poco el contraste oscuro se fue opacando, era como si se tratara de un eclipse, la única diferencia era el tono rojizo que la luna estaba adoptando, un espectáculo maravilloso. Mucha gente salía de su casa para observar el evento; así pasaron unos varios minutos y la luna tenía ya la mitad de su cuerpo en carmesí, los lobos dejaron de aullar y el silencio amenazante del bosque se perdió en un repentino mar de gritos, en las aldeas del Norte habían ataques de hombres lobos, por el Este y Oeste batallaban las serpientes marinas del océano y las sirenas, hacia al sur habían dragones atacando con furia y sin remordimiento, la gente caía en la desesperación. Los vampiros del Castillo superior acudieron en la ayuda de los inocentes habitantes de los pueblos y aldeas cercanas, ellos mantuvieron un poco de orden pero no todos podían controlar su sed de sangre, algunos terminaban atacando a inocentes debido a la influencia de la luna.

Habían guerrillas por todas partes; el eclipse carmesí estaba en su punto de mayor intensidad, cada vez habían más muertos y más descontrol; los golems de hielo de las montaña marchaban hacia las ciudades más importantes del país, la gente no tenía más remedio que esconderse y rezar por su vida y la de sus familiares; fue entonces cuando un resplandor iluminó el horizonte, unos caballeros con armaduras doradas cuyo brillo asemejaba al de miles de diamantes, se aproximaban a las ciudades; la hermandad de caballeros de la luz había llegado. Una hora transcurrió solamente, la luna volví a ser blanca y el hedor a sangre emanaba por todo el bosque, los cadáveres eran incontables pero la civilización había sobrevivido, enanos, vampiros, humanos, elfos, duendes, arpías, dragones incluso. No hubo especies exentas, todas los seres vivos habían sufrido tras este evento devastador.

Transcurrieron varios días, las ciudades fueron limpiadas y los cadáveres cremados y esparcidos por los bosque y océanos; con el tiempo todo volvió a la normalidad, pero el temor a aquel evento, se vio potenciado con el paso de las semanas, la inseguridad y desconfianza en los clanes de vampiros y las comunidades aumentó a tal grado, que incluso se llegó a especular que ellos fueron los causantes de tal suceso. Esto potencio el desarrollo mágico y tecnológico de las ciudades, así mismo, favoreció en la implementación y creación de programas y organizaciones destinadas a proteger al mundo de las catástrofes mágicas. Todo el mundo comenzó rápidamente a implementar el sistema educativo de Saudate, una región boscosa y selvática bastante templada y ubicada en el ecuador de este mundo; anteriormente, la magia era enseñada y transmitida entre familias y clanes, pero este nuevo sistema permitió la creación de academias de formación mágica básica. El mundo alcanzó su mayor desarrollo social en menos de 10 años. Fue así como la ciudad de Flargont se hizo mundialmente famosa como la primer ciudad en tener una academia mágica funcional, la Academia de magia "Matsenga"; esta sirvió como modelo original para las siguientes academias y programas de clases. En esta escuela se construyo una gran estatua de oro macizo que se encuentra en su centro y representa un homenaje hacia el fundador de la escuela Tobías Gribs, un reconocido mago de la época cofundador de la organización de los caballeros del crepúsculo, y miembro honorario de la hermandad de caballeros de la luz, valorado entre humanos vampiros y duendes, falleció en batalla, durante el eclipse sangriento; posteriormente se nombro a este suceso histórico "la noche sangrienta".

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