Día 1

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Thomas era uno de los tantos estragos en mi cabeza desde ahora, ayer técnicamente me ataco con sus preguntas sin sentido, chistosas, pero sin sentido. Hay cosas que hasta el día de hoy no he podido averiguar, me sentí una incompetente al no poder contestarle unas simples preguntas.

Los 18 días acababan de comenzar, mis nervios a flor de piel, tan sensibles como siempre. Estaban cada segundo mas alterados, y Justin no me ayudaba para nada, no dejaba de hablar sobre como conseguir pruebas, que hasta yo misma me estaba convenciendo que era imposible.

Ding Dong

A las 11:37 a.m. el ruido llena la casa y mis sentidos se activan, atrás de la puerta se hallaba el oficial Jackson con un papel en sus manos, el ceño fruncido y las gotas sobre su chaqueta impermeable, cuando por fin despabile, el hablo.

-¿Señorita Baruchel?, ah sido denunciada por invasión a propiedad privada.

-Disculpe, ¿Quién hizo la denuncia? si es que se puede saber.

-Eso es confidencial, pero solo le diré que estoy muy decepcionado con tu persona. Por favor ponga las manos en su espalda para ponerle las esposas.

Con la mente en blanco me gire y al sentir como las frías esposas rodeaban mis muñecas maldije en voz baja.

Acaso Mark seria tan estúpido en ponerme una denuncia, claramente lo es, pero ¿Ponerle una denuncia a alguien quien sabes tendría evidencia en tu contra?. Cada día me sorprende mas el simple hecho de que sea el.

Mi ropa rápidamente fue mojándose en la corta caminata hacia el carro policial, no era justo, nada de esto es justo, ¿Dónde esta Justin? ¿Lisa?, la gente salía de sus casas o por solo curiosidad se asomaban por las ventanas, la menos nombrada en el barrio estaba siendo llevada a comisaria por invasión a propiedad privada.

(...)

Las personas a las que yo creía unos marginados por haber cometido delitos, se hallaban exactamente delante de mi, y yo era desde ahora una de ellos, aun que vamos, como pueden compara un asesinato con  un pequeño allanamiento.

Caminar en medio de los fríos pasillos me hacían sentir como una verdadera inútil, la calefacción no funcionaba y con los 7°C de afuera no ayudaban mucho que digamos, cuando el oficial que me llevaba a la pequeña celda a pasar el ¿Día? ¿Noche? ¿Semana? ¿Acaso Mark me quería dejar aquí sin mas ni menos? La luz en la que nos detuvimos un momento parpadeo tres veces y otras dos la que la seguía. Si así es cuento cuanto parpadean la luces.

Una vez la reja se abre y el oficial me empuja ligeramente hacia el interior, mis manos frías buscan el poco calor que hay tomando unas cobijas a un lado de la cama, al sentarme el ya vencido colchón resuena, duro, pero era la única fuente de abrigo con la que contaba. La luz vuelve a parpadear otras tres veces mas y la siguiente cuatro veces. El gotero que resonaba de la llave a mi izquierda de la cama no dejaba que pensara en paz, uno, dos, tres, cuatro, cinco... Tal como deseaba se detuvo, mis ojos se dirigieron a el ya nulo sonido y me asombro de ver allí parado a Justin cerrando mas de lo que parece la gotera.

-Tal parece que no puedo salir a pasear un rato y ya estas en problemas ¿eh?- Su voz serena sale en casi un susurro el tono de arrogancia  no muy característico en el me sorprende.

-¿Donde estabas Bieber?

-Solo salí.- "No me digas"

-Ah pues me sorprende que estés tan tranquilo ¿No estabas molesto? 

-Tal vez lo estaba

-¿Tal vez? o vamos ¿No tienes algo mejor para decir?- Hable levantándome de la cama y acercándome a el.

- Hey yo no fui la estúpida a la que se ocurrió ir a la casa del asesino psicópata y mas aun que el que se supone es el malo de la película te meta en la cárcel.- La postura serena de un rato se desarmo totalmente. Sus manos comenzaron a agitarse con exageración mientras hablaba.

- Ahora me dices que soy yo la estúpida ¿Enserio?, no sabia que querer que su mejor amigo sepa quien fue quien lo asesino era un delito. Pero esperen, al parecer si lo es, escucha esto Bieber nunca mas me vuelvas a decir que soy una estúpida por querer ayudarte, hombre, tu si estas mal.- Sus ojos me miraban con ira y orgullo, vaya que amigo tengo, sin mas decir me doy la media vuelta y me vuelvo a sentar en el duro colchón.

-No pienso volver a salvarte de esta, esta vez.- Me miro de lado. Su ceño fruncido y labios rectos.

-Nunca te eh pedido que lo hicieras.

-Linda. Créeme, lo pedirás.

-¿Podrías simplemente dejar esa actitud de superioridad con la que apareciste hoy?- Hable mirando el falso cielo de ladrillos con una mesclar de moho.

-Así soy siempre, no me importa lo que pienses.- Su espalda se deslizo por la fría pared sucia hasta llegar al suelo.

-No, pues créeme que no, tanto te costaba llegar y decirme, "Hey ¿estas bien?¿Te hicieron algo?" Pero no, tu tienes que venir aquí a gritarme y decirme lo indefensa e ilusa que fui.

-Tu estarías igual si vieras a la persona que amas no confiar en ti.- Y eso fue todo, nadie dijo nada mas, ¿Justin ama a alguien? ¿Como?. Sus ojos se mantuvieron mirando un punto fijo fuera de la celda.

-Tal vez lo este, pero yo no amo a nadie.

-¿Ni siquiera amas a Thomas?

-No.

El silencio incomodo volvió a hacerse presente la mira de Justin seguía sin un punto fijo fuera de la celda, mientras que yo miraba todas sus facciones, su mentón bien marcado, nariz respingada y cejas gruesas, sus dedos, sus labios y sus lunares, Justin era apuesto y lo mas probable es que si el siguiera estando vivo yo ya estaría loca por el desde los trece.

-¿Desde los trece?.- Dijo fijando una pequeña sonrisa en su cara, los colores adornaron mi cara y la vergüenza me hizo sentir una nena enamoradiza de catorce años.

-Digo clara al igual que varias niñas de la segundaría puf.- Arreglarla no quedaba de otra digo yo.

-Si claro.- Me miro con cara de pervertido una sonrisa de lado.- Arreglarla como dices tu.

-Idiota, no te metas en mi cabeza.

- Tu me das el paso no yo.- Dijo levantando sus manos.

-Si claro.

-¿_______? 

-¿Justin?

-¿Te has enamorado alguna vez?

-Nop.

- Y si lo hicieras ¿Cómo harías para que se te pasara?

-Creo que no se me pasaría así como así, tal vez creo que simplemente se lo diría, yo estaré tranquila que hice mi parte, ahora queda la de la otra persona a por como se lo toma.

-Gracias.

-No hay de que.

Mis ojos volvieron a dirigirse a la parpadeante luz, uno, dos tres...

-A propósito ¿Quien es?..

Justin ya no estaba el ya se había ido junto con el cuatro parpadear de la luz y mi supuesto primer día.

"Vaya manera de acabarlo."

Desde el mas allá ... [J.B]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora