Capítulo 5.

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James.

Un mes después.

Un mes pasó desde la vez que los amigos de Liv se reunieron, desde ese entonces no he vuelto a hablar con ella. La veo todos los viernes cuando su familia va a comer al restaurante, ni siquiera me mira, tal vez este molesta porque no le he vuelto a hablar.

En este mes cuando iba a visitar a Will, varias veces Rachel se encontraba allí; ella me ha dicho que Liv siempre le pregunta por mi, también pregunta del porque fui tan seco la ultima vez que la salude y porque le deje de hablar, Rachel me dijo que no la ignore, ya que nunca había visto a Liv así tan interesada en un chico, ni siquiera en su ex novio que según Rachel, a Liv le gustó ese chico casi toda su adolescencia.

Hoy era miércoles, no tuve universidad y afortunadamente salí temprano de trabajar.

Cuando llegué me cambie y me acosté a mirar el techo, la verdad es que no tenía nada que hacer, Bell seguramente estaba con su nana por lo que llegaría más tarde.
Ya cuando no aguantaba el aburrimiento decidí escribirle a Liv, desde que me levante en la mañana estaba decidiendo si hacerlo o no.

"Hola"

A los cinco minutos llegó su respuesta.

"Hola"

"¿Como estas?"

"¿Piensas hablarme como si nada después de no saludarme como por un mes? "

Vaya está chica no tiene pelos en la lengua.

"Perdón se que fui un idiota"

"No pasa nada pero me gustaría saber porque no querías hablarme"

"No me gustaría decírtelo por teléfono"

"Ok, ¿tienes algo que hacer ahora?

"La verdad es que no"

"Entonces ven a buscarme a el gimnasio que queda a dos cuadras del restaurante en donde trabajas, ya voy a salir, no tengo nada que hacer y no quiero llegar a casa temprano"

"Claro en media hora estoy allá"

Salí de casa no sin antes dejar una nota por si Bell llega.

Cuando llegué al gimnasio me quede un poco sorprendido al ver a Liv practicando boxeo con un chico mucho más grande que ella, el chico ya estaba tambaleándose y tenía sangre en su labio, mientras que Liv no tenía ni un rasguño.

-Hola -la salude, ella volteo, me sonrió y se acercó.

-James hola - me dio un beso en la mejilla - esperame un momento voy a cambiarme.

A los cinco minutos llegó con un vestido y unos converse, se veía hermosa como siempre.

-¿Nos vamos?

- Si claro.

- Ok mi auto está aquí afuera.

Cuando ya estábamos en el auto inicie la conversación.

-Wow ¿desde cuando prácticas boxeo? - ella río.

- Desde que tenía como 8 años, la verdad cuando empecé a practicarlo no me gustaba, mi papá me inscribió en esas clases para que aprendiera a defenderme, con el tiempo me empezó a gustar; soy una de las instructoras de boxeo de allí.

- Cada vez me llevo una sorpresa de ti, no pensaba que fueras así.

-¿Pensabas que era superficial? -levanto una ceja.

- Niña buena - ambos reímos.

- Bueno que me guste el boxeo no quiere decir que no lo sea.

-¿Cuando empezaste trabajar allí?
-Hace como un año, necesitaba el dinero.

-¿tu? ¿necesitar el dinero? tienes demasiado.

-De hecho no tengo nada, el dinero es de mi papá, siempre me ha gusta ser independiente, todo lo que llegue a tener más adelante va a ser de mi esfuerzo.

- Es bueno que pienses de esa manera -ella solo me sonrió.

Llegamos a una heladería, nos sentamos y estábamos decidiendo que helado queríamos.

- Yo quiero uno de chocolate - me dijo ella sonriendo.

- Ok ya los voy a pedir.

Cuando llegue con ellos, me senté y hablamos de cualquier cosa, otra de las cosas buenas de Liv es que era una chica sencilla y comprensiva, tu le puedes hablar de cualquier tema que siempre va saber un poco de ello, es por eso que esta chica me encanta.

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