Capitulo 4

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Amanda

Sera imbécil?. Mira que decirme esas cosas. A mi. A mi!!.

Voy camino a mi casa y cuando llego me encuentro con un desorden descomunal en el apartamento. Hay zapatos regados por todas partes, y ropa. Y todo esto pertenece a mi amiga.

Llego a la cocina y me doy cuenta que mi caja de pirulin y chocolates a sido cruelmente ultrajada y profanada. Se me empaña la vista al ver tal crueldad. Salgo hecha una furia a buscar al malvado duende que a sido el culpable de esto.

-CRIS MARIA VEGAS!!!- grito a todo pulmón, Mientras busco el escondite del pitufo ladrón.

La susodicha asoma la cabeza por la puerta de su cuarto. Y me mira con cara de estrés, como si ella fuera la ofendida. Ya verá.

-te comiste todo- siseo acercandome a ella.

Esta sale de su escondite, dando pataletas y me mira fijamente. Luego se tira en el mueble rendida.

-lo siento, te conseguiré mas- dice con el ceño fruncido.

-que te paso, para que atacaras a mis dulces?- pregunto ya mas calmada. Espero que tenga una muuuy buena razón.

-es que se me atravesó un idiota hoy en el hospital después de que te llevara el almuerzo- dice con rabia.

-aja, y sabes quien es ese idiota?- pregunto con curiosidad.

-no!! Y no me lo quiero volver a cruzar-

-estas clara que si lo quieres ver- le digo para molestarla.

-no, de solo de rodar lo que me hizo me pone los pelos de punta- dice fingiendo un escalofrío.

-igual eso no te da derecho a comerte todos mis dulces-

-calma, mañana te compró mas- rueda los ojos mientras lo dice.

-mas te vale- la miro estrechando los ojos. En serio mas le vale que mañana estén mis dulces en su lugar por que sino ARDERÁ TROYA!!.

Duramos un rato hablando, que básicamente se basa en ella quejándose del tipo que se encontró hoy en el hospital, contándole lo que me paso con Abrahan. Después de comer, aunque en mi opinión el enano con pelo un debía comer, y bañarnos nos vamos a dormir por que estábamos muy cansadas.

°°°°°°°

La estúpida alarma empieza a sonar, y juró que algún día fingiré que no esta y seguiré durmiendo. Pero no todo es maravilloso, otro día de trabajo.

Hoy me toca hacer el chequeo de Abrahan en la tarde, si todo esta bien se podrá ir a su casa mañana. La tentación de decirle que se quede esta hay. No. El que muestra el hambre no come!! Punto. Así que no le voy a pedir que se quede.

Llego a mi trabajo y lo primero que me encuentro es al ser mas fastidioso del planeta tierra. Marco.

-hola Doc- lo esquivo dispuesta a ignorarlo, pero por lo visto el tiene otros planes -oye espera, solo quiero decirte para que salgamos-

-a ver, como te digo que no quiero salir contigo?- le digo seria para que sepa que es la ultima vez que lo repito -además, estamos en en trabajo-

-lo se, es que me gustas, y heres linda- pongo los ojos en blanco al escuchas la misma frase que le a dicho a medio hospital, porque la otra mitad son hombres.

-bueno... Gracias, pero tu a mi no me gustas y nunca me gustaras-

-dame una oportunidad- dice suplicante.

-no, ya te la di y no mas- recuerdo el día que le acepte una cita, fue un desastre -punto. Ahora dejame trabajar y tu has lo mismo.

Me voy en seguida a mi consultorio y vaya día que me esperaba. El trabajo fue estresante y ocupado. Lo único que falta es ir al chequeo de Abrahan y finalizar para irme, instintivamente una sonrisa se forma en mi rostro, y ya lo creo que me debo de ver como estúpida o algo muuuy parecido.

Cuando llego me encuentro con una cama bacía. Frunzo el ceño al ver que no hay nadie en la habitación. Así que sino hay nadie, no creo que le moleste que yo huela su almohada un momentico de nada.

Me acerco sigilosamente, como quien no quiere ser descubierto y tomo la almohada y su olor me inunda las fosas nasales. Un olor a jabón, limpio. Con una mezcla perfecta de colonia de hombre.

-interrumpió algo mamasita-

Volteo y esta Abrahan parado en la puerta del baño con una sonrisa de suficiencia en su bella cara. Bueno para que negarlo?me pillaron con las manos en la masa. Literal.

-yo... bueno... solo...- mierda, ahora se me atraganta la lengua. Que paso con la ejecutiva y seria Amanda? Mmm, por lo visto se fue al traste.

-me hubieras dicho y yo te abrazo, para que no tengas que abrazar a mi almohada a mis espaldaz- dice con la sonrisa todavía en su cara.

-por lo visto estas muy bien- intento cambiar de tema, pero es inútil ocultar lo obvio. Estoy roja a mas no poder -eso quiere decir que te puedes ir mañana mismo-

-intentando cambiar de tema, mamasita?- miiieeerrrdaaa.

Levanta una ceja arrogante. Ugg, lo odio.

Me acerco a ayudarlo. Lo que sea para oler ese aroma que tiene el. No hay que exagerar, pero me encanta ese olor.

Cuando ya esta cómodo en la cama, me voy a separar de su cuerpo y me sujeta por la espalda. Nos vemos en silencio y me va acercando, mientras el viene a mi encuentro. Su otra mano se dirige a mi mandíbula y la desliza por esta y mi mejilla. Siento como el ambiente se electriza y nuestras respiraciones choca cuando nuestras bocas se van aproximando..

-uy, perdón por interrunpir- vemos hacia la puerta en cuanto sentimos que se habré y veo a mi amiga con cara de disculpa.

Me doy cuenta de la situación... La postura... La cercanía... Nooo!! Estuve a punto de besar a mi paciente. Me separó en seguida como si su contacto me quemara, que en realidad es lo que hace.

-vaya, vaya- Cris esta sonriendo mientras entra en la habitación lentamente -pero sigan, si quieren me puedo ir para que puedan estar solos-

-NO, no hace falta- digo rápidamente.

-está bien cuchu- dice todavía sonriendo y luego ve a Abrahan.

-por cierto, soy Cris- lo esta mirando directamente a los ojos. Ay. No -y esta mujer es mi otra mitad, así que cuidado-

Miro la situación y me da risa en cierto modo. Pero el estúpido, no basta. No sobra. Sonríe de lado y ve fijamente a Cris. Nooo!!!

-yo soy Abrahan, es un gusto conocer a la otra mitad de la mamasita- demasiado tarde.

-bueno ya se conocen- digo rápidamente para evitar que alguno de los dos meta la pata
-además Cris, que haces aquí?-

-bueno hoy que damos en ir a comprar tus dulces cuando salgas del trabajo y como ya cadí es tu hora de salida me pase por aquí- sube los hombros en gesto de inocencia, y se que es todo menos eso -también te comprare una pizza-

Mi rostro se ilumina. Vale, esto lo compensa.

En ese momento la puerta se abre y tras ella hay un hombre de piel morena, cabello negro y ojos claros. Parece confundido al vernos todos en la habitación. Mi amiga, que en ese momento se encontraba de espalda a la puerta se voltea, y el rostro del chico se descompone.

-TU!!-

-TU!!- gritan al mismo tiempo y Abrahan y yo nos vemos sorprendidos.

Una Doctora Con Muchas LocurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora