Capítulo 2: Déjame conocerte

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Mi madre una vez dijo: "Nunca terminas de conocer bien a alguien hasta que sepas que clase de perro tiene"; y estoy de acuerdo... y enserio que lo estoy, pero yo le cambaría lo del perro por algo más profundo, como "...vivir con esa persona". ¡exacto! Suena mucho mejor ahora. " Nunca terminas de conocer bien a alguien hasta que vivas con esa persona", sólo que con Matt no estoy tan seguro. Habían pasado algunas semanas de que compartimos el mismo espacio y parecía que no sabía absolutamente nada de él.

🌈

Sus piernas yacían cruzadas sosteniendo su cuerpo sobre la cama y sus brazos se extendían hasta casi tocar sus rodillas mientras formaba un círculo con sus dedos y respiraba serenamente en la postura mejor conocida como "el loto". De pronto la puerta se abrió lentamente y el sonido le obligó a abrir un ojo, encontrándose con la puerta a medio abrir.

—¿Qué? —Inquirió Spot desde su cama

—¿Estas...?

—Si, Matt, estoy vestido; ¿hasta cuando lo vas a superar?

La puerta terminó de abrirse y Matt entró con naturalidad a la habitación... azotando la puerta tras de sí, haciendo a Spot arrugar la frente con molestia, luchando internamente por conservar la paz, la serenidad y la concentración; sobre todo, luego de que una de las piernas comenzara a entumirsele y además tenía que soportar a Matt. Ya quería ver al Nobel de la paz manteniendo la cordura en ese ambiente.

Sus ojos estaban cerrados nuevamente, pero no podía evitar escuchar todo el escándalo que el castaño hacía; el golpe de la mochila contra el suelo, el momento en que se lanzaba sin ninguna delicadeza a su cama y finalmente, cuando prendía el televisor.

—Matt.

Los canales pasaban velozmente frente a sus ojos, variedad de voces y sonidos caminaban hasta los oídos relajados de Spot quien ya no soportaba tanto escándalo.

—¡Matt!

—¿Mmh?

—Estoy tratando de hacer un poco de meditación por aquí, ¿Te importa?

Pero Matt ignoró el último minuto de conversación y finalmente se detuvo en un canal de deportes. Sus clases de ese día habian concluido y solo tenía intenciones de ver un poco de televisión y relajarse. Pasó uno de sus brazos bajo su cabeza para sostenerla y se dispuso a ver el resumen de un partido que no había podido sintonizar por estar en clases.
Uno de los momentos mas emocionantes comenzó a retransmitirse, uno de los delanteros de su equipo favorito se acercaba con el balón entre las piernas a la portería contaría y en el momento que el jugador soltaba una fuerte patada sobre la pelota, la imagen en el televisor frente a él centelleó unos segundos para después oscurecer la pantalla.

—¡Oye, estoy viendo eso! —Protestó.

—Al parecer ninguno podrá seguir haciendo lo que quería. Tengo una mejor idea —Se sentó en uno de los extremos de la alfombra entre ambas camas.

—¿Qué haces? —Inquirió confundido.

—Ven, hablaremos un poco —Matt analizó en que nueva locura estaba pensando Spot y al verlo sentado comodamente en la alfombra decidió seguirlo con los ojos puestos en blanco.

—¿Y bien?

—Hola —Dijo Spot con una sonrisa.

—¿Hola?

—Bueno, iré al grano. Hace unas semanas que vivimos entre las mismas cuatro paredes, y hasta esta mañana, me di cuenta de que no sé mucho de ti, por no decir nada, sólo que disfrutas el molestarme, hacer ruido y ver televisión... que también me molesta, pero concentremos.

Matt se encogió de hombros ante las palabras del rubio; parecía estar de acuerdo con lo que su compañero decía, pero a diferencia de este, a él le interesaba poco a decir verdad, escuchar las tristes historias personales de los demás lo hacía sentir incómodo de no poder sentir empatía o tener algo maduro y respetuoso para decir. Pero estaba dispuesto a intentarlo, después de todo, ya se había perdido de un posible gol "épico mundial".

—¿Qué quieres saber?

Spot tomó aire llenando sus pulmones hasta el límite y en el momento que liberaba el aire, comenzó con las preguntas.

—¿Cuál es tu color favorito?, ¿Qué signo eres?, ¿Que tipo de comida prefieres?, ¿Qué deporte te gusta más?, ¿Te gustan los animales?, ¿cuál es tu favorito?, ¿Tienes alguna fobia?, ¿Que no te gusta de los demás?, ¿Verano o Invierno?, ¿Sabor de helado preferido? ¿Tie-

—Oye, oye, oye, detente un momento —soltó velozmente mientras cubría la boca ajena con su mano.

Instantáneamente y como si hubiese tocado una superficie hirviendo, Spot alejó la mano de Matt de su boca.

—¡¿Que te pasa?! ,¡que asco! Con esa mano sujetaste el control remoto, ¿Has oído hablar de los gérmenes?

En los primeros segundos después de esa reacción, el castaño quedó confundido, pero luego de eso comenzó a reirse de ver cómo Spot se quejaba y arrugaba la frente con desprecio y un notorio asco.

—Ah, ¿Te hace gracia no?, pues a mi-

—Azul, Leo, italiana, Fútbol soccer —Le interrumpió Matt, haciéndole aligerar su expresión y comenzó a sonreir levemente en cuanto escuchó las respuestas a sus preguntas—, aborrezco toda forma de vida en general, le temo a las multitudes de gente, odio que me digan que hacer, no importa, siempre estoy encerrado en mi habitación y me gusta el helado de vainilla.

—Bien, gracias, ya no te siento como un completo desconocido en mi espacio vital.

Spot se levantó del suelo, se sacudió el trasero y estuvo a punto de irse a recostar a su cama cuando sintió una cálida mano sujetando su muñeca, haciéndolo mirar confundido y asombrado.

—¿A dónde crees que vas?, es tu turno.

—Matt, te dije todas esas cosas el día en que te conocí.

—...¿ah si?, creo que no puse antención —Pasó su mano por la parte posterior de su cabeza mientras sonreía apenado.

Luego de asentir con la cabeza, Spot regresó a su lugar sobre la alfombra y comenzó a contarle a Matt -otra vez-, a cerca de sus gustos.

—Rojo, Cáncer, Sushi...

Gay RoommateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora