Capítulo 14: Cuando la vida cobra sentido.

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Últimas noticias: "Soy un mentiroso". Así es, me he estado engañando a mi mismo durante mucho tiempo, siento algo por Matt, algo dificil de digerir y que ni siquiera queria aceptar, por el miedo a salir enormemente herido; pero ¿cómo no estarlo luego de ver como Matt me trata? ¡Me cantó una canción! Y vuelve semidesnudo a la habitación luego de bañarse, tal vez está jugando conmigo, aunque considero que ya perdí.

🌈

En ocasiones, la tonta idea de que su vida fuese un libro, le causaba gracia; pero si de verdad, su vida fuese un libro, seria el más trágico, aburrido y monótono de todos. Desde que Spot no estaba para sacarlo de lo aburrida de su vida con alguna ocurrencia, se dedicaba a su misma rutina molesta: se despertaba, tomaba una ducha, desayunaba, asistía a clases, comía y al regresar a su habitación se internaba en la cama a ver televisión, en un intento desesperado por no pensar en aquellos hermosos ojitos que extrañaba a morir.

Ahora se encontraba en la parte de: volver a su habitación; esa televisión no se iba a ver sola y sus dedos casi tenían biceps por tanto cambiar a los canales y subir el volúmen.

Azotó la puerta tras de sí y miró parado junto a la cama ajena la figura de Scott, aunque por "infinitesima" vez, le había parecido que se trataba de Spot y aquello ya estaba empezando a cansarlo.

Sin saludar a su roommate, llegó hasta su cama, se lanzó sobre ésta, tomó el control remoto y perdió la vista en la pantalla frente a él.

—¿N-no tienes Ta-tarea q-que hacer?

Aquellos habían sido muchos menos tartamudeos que los usuales y dos posibilidades surcaron su mente: Las clases de lectura que tomaba Scott le estaban haciendo efecto o…

Sus ojos brillaron como estrellas cuando le vio sonreír, su expresión se congeló y quedó impresa en la mente del rubio que miraba divertido como Matt se levantaba de la cama lentamente sin quitar esa boba expresión sin saber que hacer o que decir.

Fue necesario pasar su mano frente al rostro ajeno para asegurarse de que lo que veían sus ojos era completamente verídico, por más que fuera imposible o inesperado, sólo quería asegurarse.

—No eres un espejismo, eres tú, Spot.

—y tú sigues siendo un vagabundo, ¿estás consiente del desorden que tienes aqui?

No habían tartamudeos, gruesos anteojos o nariz puntiaguda, sólo aquellos lindos ojitos que moría por ver y esa voz que en su mente resonaba como un coro celestial, todo era completamente real.

Ignorando los sermones que seguramente Spot tenía en la punta de la lengua y listo para decir, lo envolvió en un prolongado abrazo de oso que fue correspondido. Sentía que las heridas de su alma cerraban y ésta vez quiso soltar lágrimas de felicidad en vez de tristeza.

—Matt ¿Podrías soltarme? Me fui una semana a un piso de distancia, no un año a Hong Kong.

—¡No! Jamás te soltaré, no te dejaré ir de nuevo —Se aferró más al rubio.

—No me iré, volví Matt, volví para quedarme.

—Me hace muy feliz que Mark haya sido un depravado, pervertido y morboso, para que así decidieras regresar.

—si… aunque también estuve extrañando mucho a mi ogro vagabundo —Dijo luego del asfixiante y efusivo abrazo —. También corrí con la suerte de que Scott tuviera un corazón más grande que su problema del habla.

—O su nariz.

—Si —sonrió —, o su nariz. Pero Matt, enserio, espero que a la próxima, tengamos la madurez para hablar las cosas.

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