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8:00 am

El sol ya se encontraba en un punto bueno por la mañana. El día se avecinaba un poco caluroso en esos días de verano. En un barrio privado una casa de dos pisos, de color azul royal y otros colores como chapoteos de pintura como rojo, verde, violeta entre otros. La puerta tenía en letras cursivas el nombre "Luzuriaga's Family" de un color negro haciendo contraste con la puerta de color crema. En una de las habitaciones, una pareja descansaba entre las sabanas, completamente desnudos. El hombre, de castaños cabellos medio rizados y su mujer de cabello largo y rubio. Después de una buena noche, ambos descansaban sin interrupciones ni molestias.

Hasta ahora...

-¡Mamá, papá!- gritaron dos jóvenes tirándoseles encima a ambos, levantándolos de sorpresa.

-Town, Bers, ¿qué pasa?- pregunto Lana soñolienta.

-¡Mahe volvió a quemar una tostada en la tostadora y está botando humo!- grito otro jovencito de cabellos caramelos un poco oscuros.

-Ya voy. Cariño, al rato te levantas.- dijo la rubia levantándose y colocándose una sudadera de su pareja la cual le quedaba grande.

Salió de la habitación seguido de sus "hijos", bajando las escaleras con dirección al salón principal. En el estaban algunos de los otros de sus hijos; Samuel, Frank, Nicolás y Ángel estaban jugando cartas apostando cheetos, Guille, Alex, Christian y German veían algún tipo de serie en la televisión. Los observo unos minutos y les dedico unos buenos días, siendo recibida de igual forma. Recobro su camino a la cocina, encontrándose con una escena que la hizo soltar una risita.

Miguel tenía su cara cubierta por un polvo negro, a su lado, Rub con un paño intentaba sacarle el sucio mientras se burlaba un poco por su intento fallido de hacer un pan tostado. Ismael y Raúl se reían aun de la cara que puso el andaluz cuando la maquina le exploto en el rostro. Los dos que la despertaron estaban en el comedor junto a Cristian y David. Lana se acercó a donde el pelinegro y le beso la cabeza para luego cuestionarle el sexto intento de tostada, puesto que no era la primera vez que lo intentaba.

-¿Por qué la tostadora exploto de nuevo, Mangel?- pregunto ella mientras tiraba la sexta tostadora a la basura.

-Intentaba haceh algo de come'. Además, Rubiuh no dejaba de quejarse de que tenía hambre.- contesto este con simplicidad enjuagándose las manos y cara con la pluma de la cocina.

-Tambien metió sin querer el tenedor dentro tratando de sacar el pan.- hablaron entre risas los únicos dos, además de Rubén, que presenciaron el acto.

-Oh God, ¿qué hare con ustedes?- dijo la 'madre' de los chicos, haciendo que ellos soltaran una pequeña carcajada -Bueno, go to the dinning room and call the others. Díganle a su padre que venga, I'm going to make the breakfast.- dijo, observando como ellos se dirigían al comedor, mientras gritaban los nombres de los demás junto el de su padre.

Sonrió un poco, negando con la cabeza y soltando una risilla se propuso a preparar el desayuno. Mientras ella estaba en la cocina, los niños conversaban en la mesa sobre la famosa leyenda que los había encantado desde pequeños. Debatiéndose entre real o fantasía.

-¿Cómo creen que serían?- pregunto el curioso Alex recostado en el hombro de su "no novio". Bastante tsundere para aceptarlo.

-Yo creo que la mayor será machua.- dijo el chileno apartando la mano de su amigo de lentes, el cual quería acariciarle la mejilla.

-Yo creo que será de esas chicas que con la mirada dan miedo...hmm.- menciono Ángel abrazando a German, el cual solo ignoraba la acción del mayor y mantenía su cabeza recostada en la mesa.

Mientras ellos seguían discutiendo sobre las hermanas de la historia, Luzu bajaba las escaleras soñoliento y escuchando parte de la conversación. Los saludo y se dirigió a la cocina observando a su pareja dándole la espalda mientras preparaba el desayuno. Observó lo que había en algunos platos ya servido; huevo revuelto, tocino y unos pocos hashbrown, al lado una jarra llena de jugo de frutas y una de leche.

-Hola cariño.- le dijo él abrazándola por la espalda.

-Hello sweety.- le contesto, dandole un beso en la mejilla.

-Oye, ¿no crees que son muchos niños? Ósea, solo tenemos varones y ninguna chica.- le dijo su esposo.

-Sí, I was thinking the same.- le contesto -¿Qué tal si adoptamos dos niñas, más o menos de la edad de ellos?- cuestiono la rubia luego de unos minutos de silencio, mientras terminaba de servir los platos que faltaban.

-Me parece buena idea. Te ayudare a llevar los platos, tu lleva los vasos.- dijo el castaño mientras cargaba algunos de los platos.

PoV. Luzu

Mientras caminábamos al comedor, donde se supone que estén los chicos, si es que no han llegado, pensaba en la idea de mi pareja, la cual salió de unas palabras mías. De la mesa, o comedor, se escuchaba un poco de bullicio, suponiendo que son los chicos que aún siguen hablando de la leyenda. A cada uno de ellos, como fueron llegando, pasaron por el proceso de haber escuchado la leyenda, ya fuera por Lana, algunos de los chicos o por mí.

-Hace hambre, hace hambre.- canturreaban Xoda, Rubius, German y Bers, moviendo la cabeza de un lado a otro.

-Ya, ya glotones, aquí su presa jajajajajaja.- dije dejando algunos de los platos sobre la mesa frente a ellos para buscar los demás a la cocina.

Busque otros pocos, unos cuatro, para ser exactos. Camine al comedor seguido de Lana, la cual llevaba los vasos faltantes, ya que iba más rápido que yo. Regresamos a la cocina, ella ayudándome a llevar algunos de los platos y yo llevando otros pocos y las jarras. Colocamos todo en su sitio y comenzamos a consumir entre distintas conversaciones.

-No es cierto, vos hiciste trampa en el juego.- hablo Frank, señalando acusadoramente a Samuel, el cual negaba haber hecho trampa en cualquier cosa que lo acusaran.

-¿Trampa? ¿Yo? Alucinas macho.- contesto dándole un sorbo a su jugo.

-Les voy a quitar las cartas si seguís apostando.- dije observando la malas amenazas de Frank para que Samu admitiera su trampa.

-Bueno, dejando eso de lado, les queremos proponer algo.- les dijo Lana.

-¿¡Que, que, que!?- como siempre, los más curiosos se alertaron.

-Qué pasaría si les dijéramos que tenemos pensado adoptar dos integrantes más a la casa.- les comente dándole un último sorbo al café.

-¿¡Enserio!?- preguntaron Cristian y David a la vez.

-Of course. ¿Por qué les mentiríamos?- les dijo Lana dándoles una sonrisa.

Y comenzaron las dudas, bueno, no sé si llamarles así. Todos se cuestionaban si eran hermanas o de distinta edad. Era como si hubieran esperado esto o algo parecido. Ninguno cerraba la boca y parecía un gallinero. Aunque daba gracia ver como discutían de cómo eran las hermanas y demás cosas como gustos u otros temas.

-Bueno ya, tranquilos.- dije un poco alto, sin sonar regaño o mal, para que silenciaran un poco y me pudieran escuchar -Lana ira por ellas mientras yo me quedo con ustedes arreglando la habitación de repuesto para ellas. Por lo menos limpiarla y todo eso. Lo que es la decoración, colores y estilo se lo dejamos a ellas.- les dije y, al parecer, les pareció buena la idea, pues no se quejaron.

-Pues, manos a la obra.- dijo Lana, comenzando a recoger la mesa con ayuda de alguno de los chicos.

-Muchachos, al ático.- dije llamando a los que quedaron.

Vamos a ver cómo nos queda la idea.

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Cap 1 de esta rara serie de fantasia y magia. Estara en un estado como de "pause" porque no tengo siempre internet y mi imaginacion es limitada, so, espero discresión. Los caps seran alrededor de 1,000 a 1,500 o 2,000 palabras.

Subiré el segundo luego de editarlo.

Nos "vemos" luego.

Sayonara.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2016 ⏰

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