CAPÍTULO 1

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A Ruben Doblas se le había acabado la paciencia y su humor empeoraba por momentos. La atractiva rubia sentada frente a su mesa en la oficina del FBI de Madrid era tan irritante como cualquiera de las candidatas matrimoniales que su madre le enviaba con la mejor de las intenciones. Ruben tenía que declarar en un juicio inminente y aquella mujer no paraba de hablarle de la última moda en peluquería.

─El mío es obra de Mr. James, en Francia─ la chica se señaló el peinado y Ruben tuvo que morderse la lengua para no hacer ningún comentario. Era como si le hubiesen metido la cabeza en una licuadora

─Podría hacer maravillas contigo... ¡Ese pelo largo es tan retro!. En ese momento llamaron a la puerta y Ariza Moore, la ayudante de Ruben, asomó la cabeza.

─Disculpe, señor Doblas, pero lo esperan en el juzgado dentro de diez minutos. Él asintió y se contuvo para no dar un salto de alegría. No habría sido una reacción muy apropiada, pero la media hora que se había pasado escuchando las últimas tendencias estilísticas lo estaba volviendo loco. Jamas bebía pero empezaba a considerar seriamente la posibilidad de un trago.

Se puso rápidamente en pie. ─Me a encantado verte Nicole. Por favor, dale saludos a mi madre cuando la veas.

─La veré esta noche para ir juntas al teatro. Vamos a ver una versión moderna de una comedia de Shakespeare. Tu madre tiene tres entradas... ─añadió con una sonrisa esperanzada.

Ruben carraspeó incómodamente y trató por todos los medios de encontrar una excusa. ─A las siete tiene una reunión con su informante ─intervino Ariza con un brillo malicioso en sus ojos azules.

─Ah... Sí es verdad, gracias ─Respondió él, intentando no mostrar el alivio que le producía la providencial mentira de Ariza ─En otra ocasión quizá. ─Nicole hizo un gesto de resignación con los hombros.

─Supongo que este trabajo te exige una dedicación total... Deberías pensar en otra profesión ─ sugirió con el ceño fruncido─. Cuando te cases, no tendrás tiempo para trabajar a todas horas.

─No tengo ninguna intención de casarme ─declaró él.

─Tu madre me dijo que estabas dispuesto a formar una familia ─dijo ella en tono suave. Ruben le clavó una intensa mirada con esos ojos pardos.

─Mi madre tiene sus planes y yo tengo los míos. ─Nicole le dedicó una sonrisa encantadora y le tocó la manga de la chaqueta negra con una mano esbelta y delicada.

─La mayoría de los hombre no quieren casarse ni formar una familia hasta que descubren lo bonito que puede ser. ─Ruben no cedió ni un poco.

─Roma sí bastó un día para que Carlos V la saqueara en uno de los ataques más despiadados de la historia ─Volvió a intervenir Joceline─ Hasta el papa tuvo que huir para salvar su vida ─sus ojos azules destellaron con regocijo, enmarcados por la corta y lisa melena de color negro que apenas la cubría sus pequeñas ojeras─. Carlos V era el suegro de María Tudor, hermana de Isabel I. María y Felipe II se casaron siendo ella diez años mayor que él. Fue una unión bastante peculiar, pero así era la realeza del siglo XVI... ¿Has estudiado Historia? ─le preguntó Ariza sonriente a Nicole.

─Puaj... ─Nicole se estremeció exageradamente─. No sé como a alguien le puede interesar una cosa tan fea e inútil. ─Joceline arqueó las cejas.

─El pasado condiciona el futuro. Por ejemplo, ¿Sabías que en la Norteamérica del siglo XVII a las mujeres se acusaba de brujería y se las condenaba a morir en la horca sólo por una conducta sospechosa? ─ladeó la cabeza─. Esa blusa que llevas habría bastado para que tu cuerpo se arrojara sin el menor miramiento a algún río. Se creía que las brujas flotaban cuando se las arrojaban al agua ─explicó con otro sonrisa.

Secretos Y Amenazas ... «R.D.G» (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora