Disfrutando de un día libre

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Lauren abrió los ojos y sonrió al verse por fin en su habitación. La noche anterior había sido simplemente maravillosa.


Había acompañado a Spencer a ver una película muda llamada "La casa del horror".  Se dio cuenta que su acompañante la había visto antes ya que sabía perfectamente lo que seguía en la próxima escena y se lo comentaba a ella pero cuando estaba a la mitad de la oración guardaba silencio ya que no quería arruinarle la sorpresa. Ella lo único que podía hacer era sonreir ya que cuando Spencer se daba cuenta de lo que decía ya le había comentado lo suficiente para saber lo que vendría después.

Esa noche, irían al cine a ver otra película de terror pero una más actual y aunque ese tipo de películas no fuesen su estilo favorito - ya que en la noche tenía pesadillas - pero haría cualquier cosa por estar junto a él.

Ya habían pasado dos meses desde la primera vez que se habían besado en el departamento de Spencer aquella noche. Dos meses en los cuales habían compartido muchas cosas juntos pero en los cuales habían tenido que esconder lo que estaba creciendo entre ambos.

Habían algunos de sus compañeros que ya habían comenzado a sospechar. El primero había sido Morgan quien los había interrogado para hacerles algunas preguntas pero era obvio que ellos habían evadido lo que les estaban preguntando aunque había quedado una duda entre los agentes.

Pero eso que más daba. Lo único que le interesaba era que cuando ellos estaban juntos, nada más importaba. Ni la UAC, ni el Código de comportamiento, ni el FBI.

Se recostó de espaldas con una sonrisa en su rostro para mirar el blanco techo de su habitación. De pronto algo interrumpió esa calma. Su hermana pequeña había ingresado para subir a su cama y acostarse a su lado.

- Extrañaba mucho acostarme contigo - le dice Julianne abrazandola bajo las sabanas.

- Yo también te extrañaba mucho, mi huracán - le dice Lauren golpeandole suavemente en la punta de la nariz

- ¡Oye! Yo no soy un huracán - le dice mostrandose herida por el comentario - Esta bien que a veces saque alguna de tus poleras o tus pantalones o tus pinturas. Pero eso no quiere decir que sea un huracán.

- No, es eso estoy de acuerdo contigo. El problema está en que cuando sacas mis cosas, dejas todo desordenado - le dice Lauren sin quitar la sonrisa de sus labios. Amaba estar con su hermana pequeña.

- Oye, ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Claro que sí. ¿Qué pasa enana?

- ¿Quién es Spencer?

Lauren frunció el ceño y miró a su hermana pequeña.

- ¿Dónde supiste de él? No te he contado nada.

- Es que el otro día tomé tú diario y sin querer se me cayó. El marcapáginas estaba en esa hoja y leí que hablabas de un chico Spencer.

- Julianne, te he dicho que no veas mis cosas personales - le dice Lauren con un tono suave.

- Es que fue un accidente - le dice la chica de quince años.

- Está bien, te voy a contar pero debes jurarme que no vas a contarle nada a nadie.

 - y ¿Porqué tanto misterio?

- En el FBI y en la UAC está prohibido tener relaciones sentimentales con compañeros de trabajo. Hoy en la noche vamos a salir nuevamente - le dice Lauren

- ¿En serio? ¿Dónde van a ir?

- Al cine

- Oye, espero que veas la película y que no vayas a hacer otras cosas.

El FBI o mi amor (Spencer Reid Fanfiction) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora