Capítulo 3

6 0 0
                                    

Habían pasado aproximadamente 6 meses desde el fallecimiento de mi bisabuela cuando algo me llamó la atención mientras revisaba mi facebook. Se llamaba Joaquín y tenía el mismo apellido que yo, lo agregué a mis amigos sólo para eliminar sospechas. Agregar a desconocidos no era algo nuevo en mí, estaba acostumbrada a hacerlo, esta persona era una más.

Tiempo atrás, mis padres me habían hablado de un hermanastro, pero para mí nunca fue algo de mayor importancia. Lo único que sabía, por las pocas veces que había escuchado de él, era que no vivía en nuestra ciudad y que era mayor que yo, lo demás lo desconocía completamente. Y obviamente sabía que se llamaba Joaquín, por eso decidí agregarlo, porque la coincidencia me provocó curiosidad.

Cuando me aceptó me habló de inmediato, me preguntó el porqué de mi solicitud y qué es lo que yo quería de él. En ese momento confirmé mis sospechas, había encontrado, casualmente, a mi hermano. Desde el comienzo de la conversación, Joaquín me dejó claro que no quería ningún tipo de relación conmigo, estaba lleno de rencor.

Esa persona era una desconocida para mí, pero aún así, con una pequeña conversación me di cuenta que tenía mucha rabia. Yo en su lugar estaría peor, mi papá lo había abandonado cuando él era pequeño para después formar una familia con mi mamá, yo entendía su reacción, no era para menos. Toda esa rabia la dirigía hacia mi hermano y hacia mi, a pesar que no era nuestra culpa.

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora