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Toda la vida esquivando balas
y te mata una simple palabra.
Para eso te invito a una calada
que te mata por dentro,
pero no te la tiene jugada.

Para eso matamos a cupido
pues no esta aliado conmigo.
Ni conmigo ni con nadie,
pues la gente es muy cobarde.
Las promesas se rompen
y como simple papel arden.

Y así mirando en el andén
el tiempo correr,
las lágrimas me salen
al rojo atardecer.
Con un fugaz corazón
que no encontrara la razón.

De este amargo suspiro
que mezclado con el aire
vuela alto y libre
para meterse en tu mirada,
y habitar como en una posada
pues por tus piernas delira,

como una fugaz golondrina
que hacia el amanecer vuela
para verte dormida.
Pues el rozarte es adrenalina
que enciende la vela
de tu piel colorida.

Suspiros Del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora