En la mano el cigarro
que calada a calada desgarro,
aún lo recuerdo amarrado,
sintiendome atado
en esta noche fría
despierto y jugando entre bandos
como un espia de pacotilla
con la muerte y la vida
luchando,
pues me consumo despacio
como una simple cerilla
que entre mis dedos
arde quemando lazos
que antes fuertes unían
la gracias de mis dias.