El asesino

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El cuerpo de Jeremy temblaba, la voz no le salía. Se encontraba acorralado en la pared con el asesino de Enzo en su espalda.

--Vas a hacer lo que yo te diga ¿Entiendes?

--S-sí

--Te girarás despacio hacia mí y no intentarás nada estúpido o te mataré -la voz del hombre era grave e intimidante

Jeremy obedeció, se giró lentamente hasta quedar de frente. El hombre vestía completamente de negro, era delgado y media como 1.85cm. Pero había algo peculiar, su cara estaba cubierta por una mascara blanca, ésta tenía una cara sonriente y unas letras chinas a los lados. Llevaba una pistola en la mano que apuntaba a la cabeza de Jeremy.

El hombre enmascarado sacó unas esposas y se las puso a Jeremy.

--Camina -le dijo, señalando la salida del cuarto

Jeremy temblaba, en cualquier momento ese hombre le volaría la cabeza en pedazos.

Salieron del departamento.  El tipo lo guió hasta las escaleras de servicio, las cuales daban hasta el estacionamiento y ademas nadie usaba. Nadie los vería bajar, Jeremy estaba perdido.

Bajaron hasta el estacionamiento ¿Aquí seria donde lo mataría?

Se dirigieron a un automóvil negro. El enmascarado sacó una venda y la amarró en la cabeza de Jeremy, impidiéndole ver.

--S-señor yo no he dicho n-nada y no lo haré jamas, d-déjeme ir por favor

--Creo que esa boca será un problema -ahora no solo eran sus ojos, también su boca estaba cubierta

El hombre lo arrojó a los asientos traseros del carro.

--Escúchame bien niño, te quedarás aquí todo el tiempo que sea necesario, no te moverás, ni intentaras hablar ni escapar. Si me desobedeces, te golpearé y viajarás en la cajuela ¿Entiendes? -El castaño solo asintió con la cabeza

Jeremy no supo con exactitud cuanto tiempo estuvieron viajando, habían sido tal vez dos o tres horas cuando el carro se detuvo. Seguramente habían llegado al lugar en el que lo mataría, tal vez algún sitio alejado donde nadie pudiera encontrar su cadaver. La puerta del auto se abrió y su secuestrador lo tomó bruscamente del brazo y lo hizo que saliera del auto. 

Entraron a lo que Jeremy supuso era una casa, el hombre lo jaloneó hasta entrar a un cuarto y lo aventó al suelo, el muchacho se acurrucó en una esquina.

--Jeremy García -se escuchó esa aterradora voz, Jeremy se  sobresaltó al escucharlo hablar- hijo de Samanta Reyes y Alfredo García.

¿Como sabía su nombre y el de sus padres?

--Yo sé muchas cosas de ti, todo a decir verdad. Sé donde viven tus padres, tus hermanos, tus amigos. Puedo matarlos Jeremy, puedo matarlos a todos.

El castaño comenzó a negar con la cabeza y a intentar hablar. Su familia no, ellos no tenían nada que ver en eso.

--Tranquilo, no tengo razonas para matarlos ahora, solo quiero que entiendas cual es tu posición. Desafortunadamente escuchaste algo que no debías y las cosas no se pueden quedar así

El olor a tabaco inundó la habitación, esto solo hizo que Jeremy se asustara más aun, no sabia por qué pero presentía que era una mala señal.

--¿Tienes novia Jeremy? -Jeremy solo negó con la cabeza- que raro, eres apuesto

En cualquier momento ese hombre le llenaría la cabeza de balas.

--Sabes, por mi trabajo es difícil conseguir una novia, hace años que no tengo una. Conseguir sexo también es difícil ya que no me gustan las prostitutas. Y la verdad hace mucho que no tengo  a una mujer en mi cama

El sonido de sus pasos acercándose era todo lo que se escuchaba en la habitación, Jeremy se pegó más en la pared.

--No estás nada mal, Jeremy -soltó una pequeña risilla, que al castaño le pareció aterradora- nunca lo he hecho con un hombre ¿Y tú? -Jeremy negó de inmediato- ¿Te gustaría probarlo?

Jeremy ya sabia a donde iba todo eso, temblando de miedo comenzó a acorralarse lo más que pudo en esa esquina.

El hombre se acercó,  lo tomó del brazo y lo jaloneó, Jeremy intentó patearlo, pero aquel hombre simplemente comenzó a reír, lo tomó fuertemente de los pies y lo arrastró por el piso, le tomó de la camisa y con increíble facilidad lo subió a la cama.

Jeremy no dejaba de moverse, no sabia con exactitud hacia donde dirigirse ya que sus ojos seguían vendados.

--¡Ya deja de moverte carajo! -su secuestrador comenzaba a perder la paciencia, le rompió la camisa tan rápido y tan fácil que Jeremy apenas y alcanzó a darse cuenta.

El menor entró en pánico.Todo menos eso, le aterraba el sexo y con un hombre era muchísimos peor.

El enmascarado lo tomó de los pies y lo acercó a él, lo jaló del brazo e hizo que se pusiera boca abajo. Jeremy  le dio una patada en el estomago, un fuerte quejido se escuchó. Esto solo enfureció más al hombre de la mascara, y Jeremy sintió como una fina y filosa hoja cortaba su espalda. Se quejó, su rostro estaba lleno de lagrimas, la cinta en su boca le impedía gritar.

--¡Te irá muy mal si no te quedas quieto!

Pero a pesar de la advertencia Jeremy no dejó de moverse. Quería alejarse pero era difícil hacerlo, no podía ver y además sus manos estaban esposadas.

Las cosas se pusieron peor cuando Jeremy sintió como ese hombre le bajaba los pantalones, quiso gritar, quería suplicarle que por favor lo dejara, le aterraba estar desnudo. Alguien estaba viendolo desnudo, tocandolo ¡Ultrajando su cuerpo virgen! No, Jeremy no quería ser tocado por nadie, Jeremy no soportaba ser tocado.

El enmascarado comenzó a introducir su pene en el estrecho y virgen agujero de Jeremy, su cuerpo se movió violentamente, nunca había experimentado un dolor como ese. Su agresor metió más profundo su pene, Jeremy sintió como su interior se desgarraba. Y se sintió aun peor cuando el enmascarado comenzó a moverse. El castaño lloraba y la habitación se llenó de sus jadeos de dolor.

--Que culo tan estrecho tienes

Jeremy se aferró a las sabanas, ya no se oponía. Las embestidas iban cada vez más rápidas. Ya no soportaba tanto dolor. Su agresor lo tomó por la cadera y la movió a su ritmo haciendo que las embestidas fueran más profundas e insoportables para Jeremy.

Todo era como una maldita pesadilla. Sus ojos solo veían oscuridad, y su cuerpo solo sentía dolor. Podía sentir como esas grandes manos presionaban su cadera y la movían marcado un ritmo rápido, demasiado para su cuerpo virgen. Podía escuchar el sonido que hacían sus cuerpos al chocar entre sí durante las embestidas. Pero no era una maldita pesadilla, era la maldita realidad.

El hombre jadeó fuerte y se descargó por completo en en interior del menor. Sacó su pene, Jeremy se quejó. Le dolía demasiado su trasero. Nunca en su vida lo habían tratado con tanta violencia.

Aquel hombre se acostó a su lado. Se podía escuchar su respiración acelerada, en verdad había disfrutado violarlo.

Jeremy podía sentir la sangre entre sus piernas. Ni siquiera podía moverse bien.

Su agresor se acercó a él y Jeremy tembló. Pero no habría segunda ronda, para fortuna del castaño, el enmascarado simplemente le quitó la cinta de la boca.

Habiendo hecho esto, el hombre se sentó en la cama, prendió un cigarro y comenzó a fumar.

El llanto de Jeremy no paraba, se cubrió muy bien con la sabana, no quería dejar su cuerpo al descubierto.

--Ya deja de llorar, no estuvo tan mal -dejó salir el humo en la cara de Jeremy- si no te callas te pondré un maldito bozal mocoso

El castaño calló su llanto lo más que pudo. Ese había sido el peor día de su vida. Lo habían violado y maldita sea ¡lo matarían! Él solo habia escuchado algo que no debía. No podía creer que su vida ya arruinada iba a acabar por algo como eso.

Más oscuro que el negro [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora