Cuidando de ti

Cuidando de ti [1/2]

¡Biiiiienvenidos a mi primer fic KATSUDEKU! –Confeti-.

Espero que os guste, esto ha salido de mi cansada mente después de una semana de entregas y exámenes reaaaalmente agotadora, así que no me lo tengáis mucho en cuenta.

Los personajes obviamente no me pertenecen.

CUIDANDO DE TI [1/2]

El rubio se preguntó por décima vez cómo era que estaba ahí.

Sentado al lado de la cama del estúpido de Deku.

Dándole de comer.

De comer.

El peli-verde comía un poco temeroso la sopa que el rubio le daba. Temía que le estampase la cuchara en la cara en cualquier momento, y por la del rubio vaya si había peligro.

-K-Kacchan, no quiero más... -Izuku intentó parar a Bakugou, pero este solo gruñó de forma agresiva y le metió la cuchara en la boca-.

-Deja de quejarte y come de una puta vez para que pueda irme.

El peli-verde miró el reloj que tenía colgado en la pared de su cuarto y vio que ya eran entradas las nueve de la noche. Por suerte afuera era de día aun, ya que era prácticamente verano.

Izuku escuchó cómo maldecía el rubio por lo bajo pero no distinguió muy bien lo que decía.

Cuando Bakugou dejó el plato vacío en el escritorio de Izuku se giró hacia él de nuevo.

-Eh, última oportunidad para que te ayude a algo. –Dijo malhumorado el rubio-.

Estaba de los nervios, hacía ya muchos años que Bakugou no entraba en su casa y ahí lo tenía. Ayudándole porque se había lesionado severamente durante las clases prácticas con All Might.

Aunque desde el punto de vista del joven Izuku no era para tanto, solo se había destrozado el brazo derecho y la pierna izquierda, aun le quedaba otra mano y otra pierna para llegar a su casa, abrir la puerta, hacerse la cena, cenar, meterse en la cama...

Bueno, tal vez sí que necesitaba ayuda.

Aunque si hubiera estado su madre en casa nada de eso hubiera pasado, pero justo estaba en casa de la tía de Izuku de vacaciones. Qué casualidad.

-Pásame un ibuprofeno, por favor. –Izuku señaló el cajón de su escritorio y el rubio rebuscó la tableta de pastillas-.

Pero se quedó quieto.

Y lo que sacó no fue solo la tableta de pastillas. También sacó una pequeña figura de All Might descolorida por el tiempo.

-E-eso... -Izuku intentó levantarse avergonzado pero volvió a recostarse adolorido por haberse apoyado en el brazo herido-.

-Te lo di cuando éramos niños, ¿en serio guardas cosas como estas? –Lo dijo en un claro tono de desprecio, pero se quedó mirando la figurita un rato antes de dejarla con cuidado en su sitio para después cerrar el cajón-.

Kacchan había visto la figurita que Deku guardaba desde hacía tantos años, de cuando eran inseparables, de antes de que el quirk del rubio se manifestase y dejase de lado al otro por ser Quirkless.

Cuando el peli-verde se peleaba con Bakugou, siempre recordaba esos momentos de amistad y se sentía triste.

Pero había veces, como esa en la que el rubio le ayudaba, aun hablándole mal y haciéndose el duro, en la que sentía su pecho hincharse de felicidad, porque sabía que si realmente Bakugou le odiase no haría nada por él.