Nadie. Te. Ama

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-Cosas asi no me suceden todos los dias- iba pensando Nora mientras caminaba hacia su casa. Al llegar a la pequeña casucha la miro y rogo por Dios que su padre no este. Metió la llave en el picaporte y lo abrió con sus temblorosas manos. Observo su panorama y agradecio el no encontrar a su familia alli. Fue al refrigerador y tomo un sachet de jugo, que era lo unico que habia, subio a su habitacion y guardo una muda de ropa que consistía en una pollera y una remera ajustada negra con unas zapatillas ya gastadas, que era su uniforme de trabajo, era con el cual colaboraba con su madre, ya que nadie mas de su familia lo hacia. Claro, eso era algo que solo ella lo sabia, no podia permitir que su padre o hermanas lo supiesen ya que gastarian el poco dinero de su paga en drogas, alcohol o ropa.

Eran las 4:45 pm y Nora estaba saliendo de su casa dirigiendose hasta un no muy alejado bar. Trabajaba alli de 5 pm hasta media noche, siempre con cuidado de que su padre no la viese llegar a esa hora ya que le golpearia o diria cosas no muy agradables.

Al llegar, saludo a Marco, su jefe, que era joven y muy guapo, tenia tan solo 23 años, ojos celestes y cabello marron desordenado, pero era como un hermano para Nora, que trabajaba alli desde la edad de 15.

-Me ire a cambiar- dijo Nora yendose al baño de mujeres y cerrando la puerta. Al salir su turno comenzaba. Habian no muchas personas, solo una pareja y tres chicos en otra mesa.

-Hola, que les puedo servir?- Atendio primero a la pareja que se miraban tiernamente.

-Hola, yo quiero una soda y un sadwich, y tu amor?- pregunto el chico a la dama mientras la miraba con cariño.

-"Que pareja mas tierna"- penso Nora mientras miraba a la chica curvando los labios.

-Eh, creo que... Lo mismo sera- dijo riendo. Nora le sonrio y se alejo de la mesa, se acerco a Tomas, el cocinero y le dio la orden.

-Hola, que les puedo servir?-pregunto nuevamente, pero en la mesa de los tres chicos, aguantando el asco que le producia que estos la mirasen tal y como lo hacian.

-Hola, dame un poco de tu trasero en un plato por favor- dijo uno y los otros dos rieron mientras se chocaban las manos.

-"Ridiculos" -penso Nora, que seguia en la misma posicion que antes.

-Ya, que sean tres cervezas.- dijo uno de ellos, asintio y se alejo hacia Marco a pedirle las cervezas.

-Ya, te dicen algo mas y los echo de aqui- dijo Marco enojado. Nora sonrio y dijo -no hace falta-.

Entrego los pedidos y luego de un momento llegaron mas personas. Entre estas Cristian y sus amigos, entre ellos, Damian.

Nora lo miro, sonrio y se acerco a tomar las ordenes.

-Buenas noches, que desean ordenar- dijo Nora sonriente mirando a Cristian que evitaba su mirada.

-Traenos cervezas, nena- dijo Damian mirando mal a Nora, que asintio y con una mirada triste marcho en busca de estas. Se las llevo y asi, hasta que su turno termino. Marcho hacia el baño yse cambio. Tomo sus cosas y saludo a Marco.

Iba marchando a casa cuando escucha ruidos, se asusta y camina mas rapido, de pronto, de un callejon salen los tres chicos a los que habia atendido antes, el corazon se le quiere salir, ellos la miran y dos la toman del brazo.

-Con que no te gusta que bromeemos- dijo el tercero y le toco lo poco de pechos que tenia.

-Basta! Alejate bastardo- dijo ella y le dio una patada que le llego a la mejilla, rompiendole el labio. Este, toco su boca y escurrio la sangre la miro sinico y le lanzo un golpe en el estomago, Nora gimio.

-Aprende a tratar bien a las personas, rara. Nadie te quiere imbecil, ni tus padres, maldita zorra- dijo y le volvio a golpear en las costillas, Nora se solto y callo al piso, sin aire.

-Zorra-

-Puta-

-Nadie te ama-

-Eres una pobre idiota-

-Nadie. Te. Ama- esas plabras resonaban en su mente mientras los tres chicos se dedicaron a golpearla. cuando ya se cansaron la dejaron sola, tirada y lastimada. Los autos pasaban y nadie bajaba a ayudarla.

Cerca de media hora despues, se levanto sola, y, con lo poco de fuerzas que le quedaban, camino trece cuadras mas hacia su hogar. Al llegar, se olvido de la hora y se encontro con su padre, esperandola enojada, estaba alcoholizado. Esto no era bueno.

-Que haces viniendo a estas horas? Eres una maldita zorra, con quien te estuviste revolcando?.

Nora no respondio, de todos modos la golpearia. Miro el piso, un lagrima callo.

-Respondeme, maldita perra barata- dijo mas enojado tomandola de la mandibula y lastimandola, formando rapidamente un hematoma mas a su lista.

-Perdon- dijo ella y el le dio una cahetada haciendola caer al piso del dolor. Nora aguanto un gemido de dolor que queria salir de su garganta.

-Levantate, perra! Hazlo!- dijo Hector mientras la sacudia en el piso, y de un momento a otro, le pateo las costillas haciendo que su profundo dolor se agudise y Nora gimiese nuevamente pero mas fuerte.

-Nadie te ama- dijo Hector por ultimo, y se alejo dirigiendose a su habitacion y dejando a la golpeada chica en el suelo llorando y sangrando.

Nora se levanto, limpio el piso que tenia sangre y se dirigio a su habitacion, su estomago rugio de hambre pero no volvio a esa cocina.

Nadie te ama.

Nadie te ama.

Nadie te ama.

Esas palabras retumbaban en su mente. Nora no aguanto mas y al llegar a su habitacion lloro, como cada noche.

No aguanto mas el dolor y el cansancio y cayo dormida cerca de media hora despues.

La Ultima OpcionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora