EN EL AEROPUERTO

2.4K 325 14
                                    

Henry, Susie, John, Violetta y Nicolás, todos estaban en el aeropuerto acompañando a Jared, el vuelo salía a las 10:00 a.m. así que se fueron a desayunar esperando la hora de abordar. Jared miraba su reloj constantemente y de reojo veía a la multitud, estaba impaciente y sin darse cuenta los demás notaron su estado de ánimo.

Henry le hizo señas para que se levantara un momento y lo llevó cerca de los baños.

-¿Estás bien? Te veo, no sé, inquieto cómo si esperaras ver a alguien que me imagino tiene nombre, llegar de la nada, ¿O me equivoco?

-No, no te equivocas, ayer hice algo, pasé a una agencia de viajes y le compré un boleto de avión a Marie para Washington conmigo, no sé, creí que tal vez si ella tenía el tiquete se sentiría comprometida a acompañarme, fui un egoísta y un tonto, ahora me arrepiento.

-Así que hiciste eso eh, bueno cuando actúas por amor a veces no piensas, sólo lo haces, tampoco es tan malo, quieres estar con ella, te duele dejarla es normal, creo que si estuviera en tu situación yo hubiera hecho lo mismo.

-Gracias Henry de haber sabido que este viaje a Florencia sería tan complicado y que volvería toda mi vida un rollo no estoy seguro de haber venido.

-Pero las cosas no son así Jared, estás aquí, la conociste y aunque no lo creas ella ha hecho un cambio muy significativo en ti, ustedes ya estaban predestinados a conocerse, visitar Florencia en lo más inteligente que has hecho.

-¿Y si no viene? ¿Que haré?, ¿Cómo lo tomaré? sé que ella realmente me ama pero....... Trato de ponerme en su lugar y la comprendo, Marie es una caja de sorpresas nunca sabrás que hará o que dirá, eso es una de las cosas que más me gusta de ella.

Henry coloca su mano sobre el hombro de su amigo en signo de solidaridad y regresan a la mesa. John los observa pero no les dice nada.

-¿Y dónde está tu novia Jared?
-Pregunta Nicolás.

Jared palidece, el agujero en su pecho, el que casi había desaparecido se sintió más profundo que nunca, sin contestar se levantó y le hizo señas a Henry de que no lo siguiera, entró al baño y se acercó al lavatorio, lavó su cara y aún mojada se miró al espejo, trató de respirar pero le costaba, odiaba lo que le sucedía, odiaba sentirse tan impotente y tan frágil, ¿Cómo fue que una mujer lo dejara en esas condiciones tan deprimentes? ¿Estaría pagando por todas sus faltas? ¿Acaso no merecía al igual que todos encontrar a la persona indicada y pasar el resto de su vida con ella? Golpeo la pared con fuerza, ¡Dios! -Expresó a modo de reclamo. -Acaso no tengo derecho a ser amado, de verdad amado.
-Tomo aire varias veces, hasta que poco a poco recuperó el control de su respiración.

Cuando se dio vuelta se topó de frente con John.

¡Demonios John! -Exclamó, no te escuché entrar.

-No yo sé que no Jared, estabas muy ocupado reclamándole a Dios.

-Ah escuchaste eso.

-Sí lo escuché y no me parece justo, Dios no te hizo esto, te lo hiciste tu solo hijo, aunque creo que sí es obra de él que la conocieras de algún modo, pienso que él quería que trataras a otro tipo de mujer y compararas, ¿Acaso ella no lo vale Jared?

-Ella vale todo John, crees que quiero irme, es lo más difícil que me ha tocado hacer, deseo salir corriendo e ir a buscarla y jamás irme de su lado, pero Marie misma lo dijo, no es tan simple.

-¿Que te ata a Washington Jared?, ¿Tu trabajo? ¿Tus amigos? ¿Tu familia? o es que de alguna manera extrañas lo que dejaste atrás.

-De todo lo que acabas de mencionar. -Contesta Jared. -A lo único que le doy crédito es al trabajo, después de eso nada más me ata.

-Entonces hijo regresa y deja todo en orden y luego elijes tus prioridades, tu trabajo o el amor, siempre hay alguna forma, siempre hay solución para lo que parece imposible, si de verdad lo deseas y te empeñas en conseguirlo renunciarás a lo que tengas que renunciar para estar con ella.

Jared sonríe sin ganas. -Lo pensaré John lo prometo

-Está bien pero espero que cuando te decidas no sea demasiado tarde.

Salen del baño, Henry y compañía estaban de pie ya fuera de la cafetería. Nicolás lo mira pero no le dice nada, ya había sido advertido de no mencionar el nombre de Marie delante de Jared.

-Casi es tiempo. -Señala Henry.

Jared toma su maleta y empiezan a caminar. Estaban sentados cuando por fin anunciaron su vuelo, todos se levantan y empiezan a despedirse, la primera es Susie que lo abraza y le dice: -Espero que puedas venir cuando nazca Sara

-Lo intentaré.

Luego Violetta; John le da la mano, Nicolás se aferra a sus piernas y le pide que no se vaya, Susie lo toma de la mano y lo retira llevándolo a ver los aviones que estaban despegando, Henry lo abraza, no intercambian ninguna palabra. Cuando estaba a punto de entregar el tiquete para abordar escucha ese acento italiano que conocía bien llamándolo por su nombre. Al volverse Marie estaba de pie a unos cuantos metros de él, sin pensarlo se dirigió hacia ella y la abrazó. Ella lloraba, otra vez pensaba Jared, era como en las películas que la pareja llegaba justo en el momento en que el otro se iba y vivían felices para siempre, pero ¿Sería ése el final de su historia? La besa con firmeza, saboreando aquellos labios que lo enloquecían, fue un momento especial hasta que vio que Marie no traía equipaje.

-No vienes conmigo eh. -Hace la observación.

-No. -Le expresó ella sollozando.
-No puedo, no ahora, lo siento, pero no podía dejarte ir sin venir a despedirme, no quiero que te vayas sin que arreglemos las cosas, quise llegar antes pero la calle estaba cerrada, un accidente o algo sucedió, ¿Puedes creerlo? sólo a mi me pasa eso, como ya casi llegaba al aeropuerto, baje del taxi y corrí tan rápido como pude y aquí estás.

-Sí aquí estoy Marie.

-Sé que no puedo pedirte que te quedes, pero por favor, por favor prométeme que volverás, necesito escucharlo

-Volveré te lo prometo, solo déjame arreglar las cosas en Washington, quizás me demore pero te juro por el amor que te tengo, que volveré.

Señor le dice el sobrecargo, tiene que abordar ahora o perderá el vuelo.

Jared abraza nuevamente a Marie y busca sus labios, fue un beso intenso tanto que hizo que Marie se sonrojara, la deja al lado de Henry y le pide que por favor la cuide hasta su regreso, alza su mano en señal de despedida y entra al avión.

Enamorándome Por Primera Vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora