彡☆Ginger Man☆彡 // Larry Stylinson

« XXVII » Jealous Boyfriend

Louis POV

Katie me había estado dando un rumbo a una pequeña outlet cerca de aquí, ya llevábamos de camino unos 15 minutos en carretera.
Nos fuimos por un 'atajo' según ella, al parecer vivía lejos de la comunidad y de la comunicación en su pequeña casa vieja.

Por fin después de tantas vueltas y un mini tráfico madrugador llegamos a la plaza, ella me dijo que en esta plaza vendían cosas caras de marca, así que claro que estarían las botas de Harry.

Entre al estacionamiento de la plaza y aparque la camioneta cerca de la entrada principal.
— Recapitulemos... Llegamos aquí, por las botas de tu...– rompió el silencio Katie.
— Novio.
— Vale vale, novio, novio... Wow...
La ignore y me baje de la camioneta.
Fui a la caja (de la camioneta) de esta para buscar las botas para mirar la talla y el Modelo.

Obviamente no lo memorizaría, rebusco en mis pantalones por mi móvil...
Oh espera, tampoco tengo móvil.
— Katie, ¿tiene móvil?– le pregunté cuando ya iba caminando a la entrada.
(QUE TIENDA VA A ABRIR A LAS 3 AM SOLO DIGO)

— ¿Que sucede?
— ¿Lleva móvil?– repetí.
— No, lo deje en casa.
— Mierda...– susurre.— soy muy malo para aprenderme las cosas, yo recordare la talla de las botas y usted el modelo, ¿que le parece?
— Hmm, aveces tengo Alzheimer solo te recuerdo que soy vieja.– se burló.

Trate de quitar la etiqueta, pero estaba cocida con hilo de oro al parecer.

Nos encaminamos a la plaza, y la mayoría de tiendas estaban cerradas, lógicamente, pero estaba rezando porque la maldita tienda costosa estuviera abierta.

Recorrimos los largos pasillos de la plaza, solo podía leer letreros luminosos con nombres extravagantes, pero nada que se pareciera con 'Yves Saint Laurent', puto nombre maricon.

— Deberíamos parar a preguntar en cualquier tienda por las botas o donde queda el local.– dijo Katie señalando un local abierto muy despampanante.
— Te tomaré la palabra.

Entramos 'Gucci' en la cual había más personal de seguridad que ropa y accesorios.
Todas las miradas fueron hacia nosotros y no tardó un chico un poco alto y robusto, en acercarse a nosotros.
— ¿Podría ayudarles en algo?– no fue tan engreído como pensaba, iniciamos bien.
— No venimos a comprar aquí, pero estamos buscando una tienda, Yves Sant Lauren'– se me adelanto Katie a hablar, con un toque un poco rústico en su acento.
— Oh, esa tienda, casi nunca está abierta para el público en general, pero nosotros, tendremos lo que buscan.
— Oh no, no creo...– le dije.— Esta en el siguiente piso ese local o en este?
— En este, se pueden retirar.– nos corrió el chico amigable, que ahora era arrogante.

Salimos a patadas de ahí, seguimos caminando.
Casi corro y brinco de la emoción, una chispa de felicidad recorrió mi espina dorsal y jale a Katie del ante brazo para caminar más rápido a la tienda.
Las letras negras con fondo de luz blanca ponia 'Saint Laurent Paris', se veía y escuchaba bien, comenzaré a aceptar esta marca de maricones.

Lo mismo que pasó en Gucci pasó aquí, había más seguridad y cantar que artículos.
Caminamos más lentamente ante las miradas alertantes que nos enviaron todos los fortachones de ahí.

— Hola busco unas botas café claro como café con leche talla 10 (US) (si es la real por si se preguntaban)

Katie me metió un codazo en las costillas al escuchar mi descripción mala de las botas.
El chico que nos atendía, sólo miraba mis movimientos, estaba parado en frente de nosotros cruzado de brazos  sin hacer nada, ¿un puñetazo en la cara lo hará funcionar?