Pequeñas historias con Piscis (cerrado)_

Mi lindo pastel - Tauro & Piscis

Narra Tauro

Esta es mi historia con Piscis, sobre cómo terminamos llevándonos.

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Narra Piscis

A Tauro ya lo conocía desde que éramos pequeños, siempre fue bastante amable, era mi mejor amigo.

Pero conforme fuimos creciendo me dí cuenta de que estaba distanciándose con todos cada vez más.

Narra Tauro

Comencé a asistir a un trabajo de medio tiempo, en el negocio de un tío. Era una pastelería.

Cada vez llegaban y se iban tantos empleados, tuvieron que ser despedidos, esto no estaba funcionando.

Mi tío tuvo que asignarme el segundo puesto al mando, también me dio el privilegio de poder contratar personas.

Un día entró al local, era una amiga, supuse que tan sólo pasaba para hacer un encargo, pero no. Ella quería trabajar aquí... ¿Debería aceptarla?

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Pasó el tiempo, el negocio generaba muy buenos resultados.

Ella comenzó como encargada de mantener la limpieza en el lugar, como era una muy buena empleada fue subiendo de puesto, hasta parecía que podía quitarme el mío, pero es mi puesto, así que no.

Me está alcanzando.

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Narra Piscis

-...¿qué?...- Sólo había escuchado un murmuro por parte de él, entendí lo que dijo pero... ¿está diciéndolo en serio?..."estás despedida." Fue lo que dijo a bajo volumen mientras me daba la espalda.

-¡Que estás despedida!- Exclamó subiendo severamente la voz.

-...- Me guardé mis pensamientos, tomé mi pequeña mochila y me retiré del local.

¿Qué le ha estado pasando?.... ¿Dónde quedó ese niño capaz de demostrar lo que siente?... ¿Dónde te encuentras, pequeño Tauro?

-Basta de pensamientos absurdos.- Me dije a mí misma terminando de peinarme frente al espejo. Ya estaba en pijama y me disponía a oír música mientras dibujaba.

Escuché que alguien tocó la puerta principal, así que fui a preguntar quién tocaba.

Detrás de la repartidora que se marchó, a unos cuantos metros de la entrada, lo vi, ahí estaba él, con sudadera y las manos en los bolsillos, en su rostro se podía notar nerviosismo y algo de arrepentimiento. -¿Qué pasa?- Lo miré con expresión seria. Se acercó lo suficiente para quedar a unos tres pasos de mí.

-Perdón.- Eso fue lo que le escuché decir. -Te contrato de nuevo.- Me estaba viendo a los ojos, el ambiente se tornó extraño. -...- Lo miré con incomodidad. -Por favor.- Sacó la mano derecha del bolsillo y me tomó con cuidado de la muñeca de mi mano izquierda, prácticamente estábamos mirándonos de frente, pero el tenía que subir un poco la cabeza y yo bajarla, ya que la entrada de mi casa contaba con un escalón, y yo estaba sobre él.

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Soñé la escena repitiéndose, pero esta vez me dio un beso.

Me había despertado ya, era último fin de semana para que luego siguiera otra y comenzaran las vacaciones de verano.

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-Tauro, necesitamos hablar.- Le dije con firmeza deteniéndolo por la muñeca, como lo hizo conmigo aquella noche, sólo que aquí era yo quien estaba detrás de él, impidiendo que avanzara.

Esperé a que me respondiera.

En vez de eso bajó la cabeza.

-Oye, yo...- No pude terminar de hablar ya que zafó el agarre con brusquedad seguido de un quejido.

Tuve que alcanzarlo y abrazarlo con fuerza, para que ese testarudo toro no escapara. Lo convencí de llevarlo a caminar y pasamos por unos batidos.

Me contó lo poco que quiso.

A las horas de eso, me encontraba en mi cuarto alistando unas cosas para salir con mi mejor amiga, Ofiuco, mientras charlaba por teléfono con el tío de Tauro de cosas relacionadas con los nuevos horarios, aproveché para contarle mi situación con su sobrino. Tapé mi boca con mi mano derecha, mientras que con la otra sostenía el teléfono. No podía creer que Tauro hubiera pasado por cosas así, desde los 12 años se encontraba viviendo con su tío, el último familiar que le quedaba en la ciudad.

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Le hice señas a Tauro de que me abrazara, no pudo evitar llorar ya que me había enterado de todo y se estuvo guardando todas sus angustias y depresiones, hasta que por fin pudo desahogarse. Volvió a hacerse cercano a mi persona.

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Habían encargado un pastel de bodas, en el momento del pedido nos preguntaron si éramos pareja, sólo nos miramos y reímos.

Pude notar que mientras lo decorábamos, me sonrió.

Narran ambos

Nos hemos graduado de la universidad, hemos realizado distintas carreras, hemos madurado, hemos avanzado en nuestra relación, han pasado los años, a un ritmo que nos hizo bien.

Somos diferentes. ¿Eso cuenta?

Narra Piscis

¿Qué es ahora?

Narra Tauro

¿Qué soy ahora?

Narran ambos

Un importante empresario y futuro padre de familia.

Narra Piscis

Me encanta llegar a casa y ser recibida con muchos besitos en la cara mientras rodea mi cintura.

"Tener a alguien que acomode tu corbata antes de salir al trabajo, eso sí es matrimonio." Ha dicho en las reuniones familiares mientras ríe.

Narrador omnisciente

"Me gustas mucho, Piscis" "Tú también me gustas"

Tauro rodeó los hombros de la chica con su brazo, viendo el atardecer de la playa y enterrando lo pies en la arena, esa tarde en la que el chico confió y se le declaró.

Fin.