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El año iba comenzando, las fiestas estaban terminando, pero no había rastro de felicidad o satisfacción en cierta persona.

Se sentía estúpida por dejar que la afectara. ¿Qué caso tendría de todas maneras lamentarse por algo inevitable, algo que ya veía venir? era algo que simplemente tenía que ocurrir. La parte más dura, era tener que asumir que quizás él no estaba herido.

Que probablemente ya sabía cómo manejarlo, por probablemente haberlo vivido antes.

Lanzó una almohada al suelo. Estaba echada en la cama, y se sentía una perdedora. ¿Por qué cosas así tenían que pasarle justo después de esas fechas?

Se levantó, y colocándose las sandalias se dirigió al baño para tomar una ducha.

—Ahh, qué frío... —se quejó mientras regulaba la temperatura del agua de la regadera.

Al salir, con una toalla rodeando su cuerpo, buscaba algo para ponerse. Tenía que pensar en algo decente para salir. 

Rebuscando se encontró la camisa negra de su ahora ex-novio.

Entre la impotencia no sabía si enterrarla hasta el fondo del cajón o lanzarla lejos. Tomándola con la mano hecha puño, la dejó caer en su cama.

Terminó poniéndose la camisa sobre una blusa de manga larga. Se ajustó el cinturón y salió de casa colocándose el bolso.


—¿Qué te gustaría comer?

—Mm... —en vez de mirar a su amiga, observaba los autos que iban pasando.

—Tengo tantas ganas de una hamburguesa...

—Sí...

—¿Me estás escuchando?

—Sí.

—No parece.

—Perdón —se disculpó volteando para ver a su amiga.

—¿Quieres una hamburguesa? —la otra asintió—. Bien...

Acuario la acercó colocando el brazo alrededor de sus hombros mientras seguían caminando.

—Vas a olvidarlo —la motivó.

Piscis sólo la miró a los ojos por unos segundos y avanzó a su lado.





Acariciaba al gato que tenía en su regazo. Tenía que devolverlo cuanto antes, pero no se sentiría cómodo haciéndolo en ese momento.

—Sigo sin entender por qué sigues con ese gato.

—Aún no sé si dárselo.

—¿Por qué?, ¿te encariñaste con él? —Sagitario no le respondió—. ¿Es eso posible?

Ignoró la risa de Aries y se puso de pie, obligando al felino a saltar.

—Nunca vas a dejar de ser un burlón de mierda, ¿verdad? —lo reprendió sonriendo de lado.

—¿Por qué andas tan sensible? —soltó con un bufido.

—¿Por qué eres tan idiota?

—Ve a buscarla si tanto quieres saber de ella —le aventó un vaso de plástico vacío.

—¿Quién dice que quiero saber algo?

—Se te nota —respondió Aries dejándose caer hacia atrás, sobre las cobijas.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2019 ⏰

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