Dos años después.
- ¡Jared Bieber! – lo reprendí. {Se pronuncia 'yáred'}
Se giró a verme. Tenía los ojos de su padre y mi pelo. Tenía su sonrisa y mi nariz. Era lo más hermoso que podía existir en este mundo. Sonrió mostrándome todos los dientes que tenía. Era tan pícaro, sabía como comprarme.
- ¿Qué te ha dicho mamá de hacerle cosas al gato? – le pregunte.
Tomé a nuestra pobre mascota, que otra vez estaba cambiada de color y la llave a la habitación de al lado.
- ¿Papi? – me dijo buscándolo con la mirada.
-Ya debe estar por llegar – le dije.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia mí. Lo mire sin poder creerlo, estaba dando sus primeros pasos. Jared tenía apenas 1 año y tres meses. Aun era muy chiquito, y ya hacía varias cosas que los demás bebes no podían hacer. Como por ejemplo mover cosas, cambiar de color al gato y jugar con su padre a hacerme enojar. Aun no puedo creer que ya hayan pasado dos años desde que mi vida cambió por completo. Que cambió por unas pocas palabras que dije una noche: 'Le vendo mi alma al diablo...' La puerta de casa se abrió.
- ¿Acaso estas pensando en venderme tu alma de nuevo? – me preguntó entrando.
Sonreí al verlo. Estaba llegando del trabajo, ¿Pueden creerlo? Decidió hacer lo que hacen los hombres normales. Trabajar y ganar dinero para la familia. Jared lo miró y sin pensarlo caminó hacia él.
- ¡Mira, esta caminando preciosa! – Me dijo y cuando el pequeño estuvo cerca de él y lo alzó en brazos – Hola campeón.
- Es un bebé muy inteligente. Y ha cambiado de nuevo al gato – le dije recordando aquello.
Con nuestro hijo en brazos se acercó a mí y depositó un suave y delicado beso en mis labios.
- Sabes que no puede controlar sus poderes aún – dijo y lo dejó en suelo de nuevo.
- ¿Cómo te ha ido en el trabajo? – le pregunte y me acerque a abrazarlo. Coloque mi cabeza en su pecho.
- Como siempre. No me faltan ganas de hacerle algo al pesado de Richard
- Ya lo hablamos Justin, nada de cosas malas en el trabajo. Ni en casa.
- ¡Pero es insoportable! – me alejé de él.
- Lo sé, tuve que soportarlo – le dije.
Se sentó en el sillón y me hizo una seña para que me sentara sobre sus piernas. Me senté sobre él y acomodé su cabello. Lo mire fijo a los ojos, y él fuego ardió en mí. Él sonrió de esa manera que tanto me gusta.
- Llame a Jazzy, para que viniera por Jared – me dijo.
Como detesto que sepa en lo que estoy pensando. Gire la cabeza para ver a nuestro bebé. Jugaba entretenido con sus cosas, e intentaba hacer algo que yo no entendía.
- ¿Y para que? – le pregunte haciéndome la tonta. Se acercó a mi oído.
- Para que tú y yo fabriquemos otro bebé. No creo que quieras que Jared sea hijo único y no tenga con quien jugar – me susurró.
- ¿Y acaso le dijiste eso a tu hermana? – le pregunte divertida.
- Pues claro. Dijo que encantada vendría a buscarlo para que juntos hicieran el trabajo de ella.
- Justin, sabes que no me gusta que Jared haga esas cosas.
- ______, sabes que Jared no es un bebé común. Y además Jazzy dice que a las personas les gusta verlo antes de morir. Les da como una sensación se paz. Aunque no entiendo porque.
- Podrá ser el hijo del ser más temido del mundo. Pero te aseguró que él no tiene nada de tenebroso.
- Ya veras cuando crezca lo tenebroso que será – me dijo divertido.
La puerta sonó dos veces y mi cuñada entró por ella. Jared la miró y rió divertido para luego estirar sus brazos en petición de upa. Le encantaba ver a su tía. Yo no entendía muy bien el porque. Jazzy sonrió y lo alzó.
- ¿Cómo está el bebé más lindo del mundo? – le preguntó.
- Hola Jazzy – la saludó Justin.
- ¿Cómo estas hermanito? Hola ______ – me dijo y sonrió – Bueno este bebé y yo ya nos vamos porque creo que ustedes dos tienen varias cosas que hacer.
- Ya lo tienes claro hermanita – dijo Justin. Lo golpeé levemente. Él rió.
- Si se pone irritado, tráelo Jazzy – le dije.
- Quédate tranquila, nosotros sabemos como divertirnos. Adiós – dijo y desapareció con él.
El silencio se hizo presente en la casa. Yo aun estaba sentada sobre sus piernas. Acaricie sus cabellos y luego bajé mi mano a su camisa. Desabroche los primeros cuatro botones.
- Ya no puedes aguantarte ¿Verdad? – me dijo.
- Solo te pongo un poco más cómodo – dije divertida.
- No te hagas cielo, si encanta que te haga el amor.
- ¿Y como no me va a encantar? Si por donde pasas tú, pasa el fuego.
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Where he goes, goes the fire [Justin Bieber y Tu] |ADAPTADA| TERMINADA
Fiksi PenggemarSinopsis ¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también. La cuidad, es...