-Ethan-
Despierto alarmado, es domingo, esta mañana debo de ir al partido de fútbol, quiero levantarme pero siento un peso extra en mis piernas, doy un vistazo y veo a Emily, recargada en ellos.
-Se ha quedado toda la noche, cuidandome...
Me siento mejor, pero no lo suficiente para ir al partido.
La tomo en brazos y la coloco mejor en la cama. ¡Esta chica tiene un sueño pesado!, la he movido de un lado a otro y aun así no despierta.
En el buró veo que hay un plato con sopa, esta muy fría, es una pena que no me lo haya comido por haberme quedado dormido.
No creó que sepa mal si la caliento en el microondas.
Salgo del cuarto procurando no emitir algún sonido para despertarla y me dirijo a la cocina.
Todo esta en orden, no pareciera que alguien hubiese cocinado. Cuando Erika, la cocinera, hace la comida usualmente deja un completo desastre, trastes sucios por doquier e ingredientes mal guardados.
Enciendo el microondas y miro fijamente como el plato da vueltas una y otra vez.
Alguien se ha estacionado enfrente de la casa, por lo que salgo a revisar de quien se trata.
Al abrir la puerta veo mi auto y a Connor saliendo de el.
-¿Acaso pensabas dejarlo 3 días en el Bowling American?
-Es verdad, lo abía olvidado por completo, gracias.-estrecho mi mano con la suya y ambos entramos a la casa nuevamente.
-Hmmm... ¿Que es ese olor?, ¿acaso estabas cocinando?.- Me mira extrañado.
-Si, es una sopa, pero como no sabia que vendrías he preparado muy poco- que estupidez, el no se creerá eso.
Me doy cuenta que se acerca más y más, para ver lo que supuestamente estoy preparando, pero enseguida le bloqueo la entrada a la cocina.
-¡Oh, vamos, Ethan!, tu no cocinas. Eres tan tonto preparando algo que se te quemaría el agua.
- Idiota.
Ambos escuchamos un quejido que provenía de la parte del segundo piso. Seguro Emily ya se habría despertado y se habrá sorprendido de ver que no esta en donde ella creía que estaba.
Connor siempre tan curioso trata de subir las escaleras, pero lo tomo de la playera y lo obligo a permanecer en su lugar.
Emily baja las escaleras tan de prisa que no ha notado nuestra presencia, toma su mochila y antes de abrir la puerta Connor grita.
-¡Con que una chica!...
Emily se queda quieta como una estatua, después retrocede dos pasos y nos voltea a ver.
Su rostro esta muy rojo, ella no estaba de buen humor, por lo que iba decirnos algo a gritos, pero no obstante lo que parecía ser su alarma, sonó.
-Me tengo que ir.-Lo dijo un poco furiosa.- No se le olvide pagar por el servicio al Asilo meeting of wisdom, Señor Stallone.
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EPIFANÍA
Teen Fiction-Emily Y entonces no dejo de pensar que jamas quise darme cuenta de cuanto me gustaba, por el simple hecho de que sabia cuanto sufriría porque él jamás me vería como la única, sino una más de siempre.
