Espérame en... Mi cama - Sekai [Pausada]

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Jung-Hee(Kai)/Shin(Sehun)

*Hace 7 años*

Kim Jong In aún no ha venido, llevo una hora sin venir y aún sigo esperándolo, aún con las pocas esperanzas de que venga, sigo aferrándome a que venga, necesito verlo.

Entre la niebla del frío paisaje, se ve una figura borrosa grisácea venir hacia aquí, se escucha el eco de sus pisadas, las cuales indican que la persona avanza lo más rápido que puede.
Una vez que está más cerca la persona, puedo darme cuenta de que es Kim Jong In, mi emoción acaba de aumentar por mil y no dudo en lanzarme a sus brazos.

El me abraza todo lo fuerte que puede, su aliento helado choca contra mí nunca, lo cual me da varios escalofríos.

-Vayámonos a un sitio menos helado -Dice sin soltarme de aquel cálido abrazo.

Yo asiento y nos separamos para después caminar bastante juntos, en el trayecto hasta la cafetería a la que solíamos ir, me cuenta porque hoy a llegado tarde, normalmente suele tarda unos 10 minutos en llegar tarde, pero hoy tuvo que ayudar a su madre con unas tareas de casa.

-Hoy estas hermoso, Sehun.

Le miro sorprendido y enseguida siento mi rostro arder de la vergüenza de aquel piropo que me acababa de echar mi amigo.

- G-Gracias -le doy un intento de sonrisa pero realmente no sé qué ha salido.

El silencio se instala en nosotros, y por suerte, no es uno incomodo, si no es uno en los que las sonrisas y miradas se cruzan y dicen lo que las palabras no logran expresar, en este momento tengo que dar la razón a que "Una mirada dice más que mil palabras".
Quien hubiera creado este tipo de refranes, se merecía estar en un altar, pues todos o casi todos son verdad absoluta.

Cuando llegamos a la cafetería, nos colocamos en una mesa del fondo, en la que al lado izquierdo da a un ventanal el que enseña las calles casi desiertas por culpa de la niebla que se instaló hoy.

La dueña del lugar, Amber, se acerca hacia nosotros con una de sus sonrisas.

-Hola pequeños, ¿lo de siempre?

Nos miramos entre los dos y luego a ella.

-Si -decimos a la vez.

Los tres reímos por unos segundos, hasta que Amber vuelve a dejarnos solos, Kim Jong In, no deja de mirarme, hasta el punto de que si me escondiera en el lugar más profundo de la Tierra, me sentiría observado por el.

-Tengo el presentimiento de que en el futuro, estaremos juntos.

Me quedo mirándole extrañado, sin encontrarle algún sentido a lo que acaba de decir, hasta que vuelvo a reaccionar, por el beso que Kim Jong In me acababa de dar en los labios.

Mi primer beso, con mi primer amor.