Entre rejas

Capítulo 4

9:30. Casa de Tara.

Me presenté en casa de Tara a las 9:31. Solía ser muy puntual y además vivía a dos calles de su casa. Respiré hondo, con mi mochila en la espalda y cerré los ojos diciéndome mentalmente: ¡Relaaaaxxx!

Al fin piqué y al cabo de 2 segundos (ni más ni menos), apareció Tara. Me recibió con su gran y perfecta sonrisa en la cara, la toalla en el pelo en forma de turbante, y en ropa interior de encaje. Su cuerpo era realmente alucinante. Le dije Hola con mi sonrisa y entré en la casa.

Era una casa enorme y muy muy muy bonita. Parecía ser que era la primera en llegar. Desde la planta de abajo se oía la música que provenía de la habitación de Jake, el hermano de Tara. Era un año más pequeño, y aun iba a segundo de bachillerato. Le encantaba el rock y solía tener la puñetera música muy alta. Como odiaba eso. Era un tío normal, y hace ya un par de años, se lió con Sarah. Pero nada enserio, algo más pasajero.

- ¡Baja la puta música! ¿Quieres? - gritó Tara desesperada mientras subíamos las escaleras.

Entramos en su alucinante cuarto. Era realmente increíble. Mirases donde mirases había ropa. Era una adicta a la moda.

Poco a poco empezaron a llegar las demás. La última fue Sarah, para variar. Era una tardona y una empanada de la vida.

Una vez estábamos todas, nos pusimos en marcha. Jake optó por marcharse, dado que el panorama era demasiado femenino y no le apetecía escuchar conversaciones de tías, ni canciones nuestras ni nada por el estilo. Sonaba "Sax" de Fleur East desde el Spotify de Kya. Nos empezamos a vestir y maquillar.

Tara se decidió por un mono rojizo largo con unos tacones muy altos negros. Se recogió el pelo en un moño con trenzas y se pintó los morros rojos. Estaba preciosa, bueno, era preciosa. Maya, iba un poco más sencilla. Se puso una camisa blanca con escote de Kya y unos pantalones altos de color negro. Lo acompañó con unos tacones, no muy altos, que le estilizaban mucho las piernas. Kya, por otro lado, decidió ponerse un top muy corto, que hacía resaltar su tonificada y delgada barriga. También le permitía presumir de su "piercing" del ombligo. Además se puso unos pantalones altos de color negro y unas plataformas. Éstas eran muy elegantes, y a la vez cómodas. Sarah iba exactamente igual que yo. Llevábamos un top sencillo, ella negro y yo granate, que acompañamos con unos tejanos Hollister idénticos. Nosotras, nos pusimos unos tacones, no muy altos tampoco, pero con plataforma. Ciertamente odiaba arreglarme. Por ultimo estaba Olli, que se puso una falda negra muy corta de tubo y una camisa básica metida por dentro. Se soltó su largo pelo rubio y se lo alisó.

Sonaba Lush Life de Zara Larsson.

-Tías, necesito tener algún ligue esta noche... - afirmó Tara muy desesperada.

-Buaaah, y yo... Me apetece cantidad. -comentó Kya mientras pintaba las sombras de los ojos a Maya.

-Pues yo creo que me dedicaré a buscarle alguien a Ally - me dijó riéndose Olivia.

-¿Qué dices? Estas locaaaa... No quiero a nadie. - gruñí.

10:48. Nos preparamos unas pizzas y nos las comimos en apenas 10 minutos mientras hablábamos básicamente de tíos y de las intenciones que tenia cada una esa noche. Recogimos la habitación por encima, agarramos los cientos de paquetes de tabaco que teníamos, un par de tampones y nos metimos en el coche de Tara. Eramos 6, por lo tanto, tuve que sostener a Maya encima de mis piernas para que pudiésemos caber todas.

No paraba de repetirme mentalmente: ¿Qué haces aquí metida?

Fue un camino corto, pero intenso. Nos pusimos nuestra canción: Antes muerta que sencilla de María Isabel y la cantamos como locas. El coche era un puto submarino de humo, y me estaba agobiando.

Finalmente aparcamos el coche a tres minutos de la Coctelería. Salimos de esa niebla de tabaco y nos pusimos nuestras tejanas y chupas, pues hacía un poco de frío.

Entre risas, gritos y saltos, Tara dijo:

- ¡Venga chicaaaaas! Qué esto no a hecho más que empezar.

Y indiscutiblemente, ésto no había hecho nada más que empezar.