Habla ahora, o calla para siempre.

3. Actualmente.

2013 - Bournemouth, Inglaterra. HOY EN DÍA
Me levanto de la cama y miro a mi costado, no me sorprende ver aquel hueco en el colchón. Los chicos que pasan la noche conmigo, siempre salen a primera hora, con el cuidado de no despertarme. Asi era la ley que yo les "imponía", si es que ellos querían quedarse a... pasarla bien. No soy próstituta, que eso quede claro. Es sólo que no he podido encontrar a ese hombre que me haga feliz, como algún día lo fui.
Tomo una ducha antes de revisar los mensajes de la contestadora y me visto como casualmente lo hago, shorts gastados y camisetas de colores alegres, con mis Toms. En el día era más bien una adolescente perdida, salía a las calles en mi bicicleta o caminaba por la playa. Lo hacía sola desde que Roxanne, mi mejor amiga, la chica que conocí en la escuela de Bath cuando nos mudamos; regresó a California con sus padres, hace no más de 3 años. Parece que tengo el mal de los tres años, las personas que quiero, se alejan de mi en esa cantidad de años.
Caminaba con la bicicleta a mi costado, pasando a lado de todos los jovenes que iban en sus patinetas y patines. Me detengo frente a un mini-super y ato la bicicleta con una cadena. Entro decidida a comprar un Arizona de Kiwi con fresa, unos M&M's y salgo después de pagar. Dejo la bicicleta para ir a caminar un rato sin ella. Meto los chocolates al bolsillo de mis shorts y abro la lata de té.
Mientras camino y trago, veo a lo lejos un montón de gente rodeando a alguien o a algo. Me acerco con curiosidad y me alzo de puntitas para poder mirar aquel espectáculo que llamaba la atención de todos. No pude contener las ganas de gritar, al ver que era Jason, quien vivía en casa conmigo.
-¡Jason, Jason para!- grito al mismo tiempo que él golpea de nuevo en la nariz al joven que ya no podía ni defenderse por si solo.
Me cuelo entre la gente a empujones, y cuando estoy ya cerca de ellos, jalo a Jason de los hombros con todas mis fuerzas y ambos caemos al suelo. Se gira molesto y cuando ve que era yo, su gesto se suaviza un poco. Poco a poco la bolita se va deshaciendo cuando vieron que el espectáculo había terminado. Jason se levanta y camina hasta el joven, le dice algo que no logro escuchar y voltea a sus costados para después, volver a mirarlo por última vez. El joven se mueve con lentitud y saca algo del bolsillo de su camisa, lo extiende a Jason, éste lo toma y lo guarda en su bolsillo trasero del pantalón. Me levanto y sacudo cuanto puedo, veo los pies de Jason pararse frente a mi y me levanto.
-¿Qué diablos fue eso?
-Le debía dinero a Stuart
-¿Qué te dije de alejarte de estos problemas? Diablos Jase, no volveré a pagar tu fianza, no habrá otra oportunidad para ti.- grito sin importarme quien me encuche, él me mira atento y con los brazos cruzados , dejando que termine de hablar.- Carajo contigo, Jason.... ¿qué mierda tienes en la cabeza? No puedo soportar más esto, esta fue tu útima oportunidad, desde ahora estás solo.
Me giro para levantar del suelo la lata de té que no para de deramarse sobre el suelo, la tiro dentro del bote de basura y me alejo decidida. Él me alcanza y camina a mi lado sin hablar.
-No te enojes, linda. Sabes de lo que vivo...- dice con un tono presuntuoso. No le respondo y sigo caminando e ignorandolo.- No me hablarás ¿cierto?
Cuando estamos cerca de la tienda donde dejé mi bicicleta atada, me detengo y la tómo para regresar a casa. Que forma de arruinarme el día, Jason. Me subo en ella dispuesta a huir a casa, estaba muy molesta con él, me conoce y sabe que no le hablaré por varios dias. Me jala el brazo antes de avanzar en ella y me mira fijamente.
-Eh, ¿a dónde vas?
-¿Te importa?
-Sabes que si...
-Voy a casa.- digo con tono resignado
-¿Te veo haya?
-Haz lo que quieras, espera... eso haces siempre ¿no?.- pone los ojos en blanco.
-Te veo haya.- dice y le da una palmadita a mi trasero. Me giro aun más molesta y alzo mi brazo para golpearlo pero no lo alcanzo. Cuando me alejo sólo lo escucho reirse a carcajadas.
Pedaleo rápidamente. En las mañanas está un poco tranquila la ciudad y me puedo dar el lujo de pasarme sin cuidado. Cuando llego a los edificios y me detengo frente al mio, observo el auto de Jason estacionado. Pongo la bicicleta en su lugar y subo hasta el tercer piso, que es donde está mi hogar. Entro y dejo las llaves sobre la mesilla más cerca. Unos brazos rodean mi cintura antes de que pueda levantarme.
-Te he extrañado tanto, hace mucho que no te veo.- pongo los ojos en blanco
-Dejate de tonterias.- digo mientras intento safarme de sus agarres.- sigo molesta contigo y lo sabes.
-Sé de que manera puedo calmar ese corage...- dice con tono pícaro mientras sus manos recorren mi cintura y trasero.
Me toma de la barbilla y me hace mirarlo, sus ojos bajan hasta mis labios y se acerca lentamente para besarlos. Me giro y lo tomo de la nuca, enredando mis dedos entre sus rubios cabellos. Sus manos bajan hasta mis piernas mientras me hace caminar de espaldas hacia la pared, me hace flexionarlas para yo enredarlas en su cintura y me pega contra la pared. Baja sus insistentes besos hasta mi cuello, suelto un gemido. Nuestras respiraciones y pulso se aceleran más y más. Siento a su pequeño amigo revivir entre mi feminidad y eso me hace excitarme más. Bajo las piernas y rápidamente me apodero de su pantalón. Desabrocho el botón y bajo su cierre, me levanto y le saco la camisa por la cabeza y acaricio la piel desnuda de su pecho y abdomen bien marcados. Él hace lo mismo, pero antes de eso, me lleva hasta el sillón. Cuando ya estoy sin mi camiseta, ambos nos recostamos sobre él. Siento su acelerada respiración sobre mi piel, sus manos acarician mis piernas y su lengua hace un recorrido por mi abdomen. Cuando está a punto de quitarme el sostén, el telefono comienza a sonar. Sus labios suben hasta mi oreja y comienza a lamerla lentamente.
-No contestes... deja que entre el buzón.- susurra en mi oido y yo me dejo llevar.
Tal como dijo Jason, entra el mensaje de voz y la dulce y tierna voz de Roxanne comienza a oirse...
-Vaya Am, siempre al buzón... Contesta si estás ahi, tengo una gran noticia- habla con tono de emoción.- ¡ME VOY A CASAR!.- grita al telefono y eso me hace despertar de mi excitante trance.
Empujo a Jason, y este cae al suelo. Me levanto corriendo y tropezando un poco hasta llegar al telefono. Lo tomo y contesto de inmediato.
-¡¿QUE DIABLOS?!- digo antes de que ella siga hablando y la escucho reir
-Sabia que estabas ahi... ¿por qué no contestabas? ¿qué hacías que era tan importante?.- sonrei al escucharla. "Estaba a punto de follar con tu primo, amiga" pense en decirle, pero, por alguna razón... no me salió. Giré para mirarlo y él se acercaba a mi con cara de "¿Qué onda?"
-Estaba en el baño.- mentí
Ella ríe contagiosa y escandalosamente cerca del telefono.
-Dios, Am...- dijo tratando de tranquilizarse y la imagine limpiandose lágrimas imaginarias.
-Haber, ¿cómo está eso de que te vas a casar, Rox?- pedí explicación, mientras Jason ponía cara de espanto.
-Pon el altavoz, quiero escuchar eso...- susurra él cruzandose de brazos.
Hago lo que pide y ambos escuchamos a Roxanne suspirar.
-Bueno, todo empezó por...- se calla y suelta un grito derepente.- es que no puedo contarlo por telefono, necesito verte. De hecho, llegaré este fin...
-¡¿Qué?!- soltamos ambos al telefono
-¿Con quién estás, Am?
-Soy Jason...
-¡Hola, primo! No sabia que estabas ahi... Wow, esto es increíble, pronto los veré a los dos. Estoy tan emocionada que creo que lloraré
-¿Y cuándo paso todo esto de la boda?.- pregunta Jason un poco molesto
-Pues... hace como 3 días nos comprometimos. Dios... tienen que conocerlo, es un hombre increíble...
-¿Quién es? ¿dónde lo conociste?.- la interrumpo
-Ya te dije que te contaré este fin... a los dos. Además, esa no es la mejor parte, Am. ¡QUIERO QUE SEAS MI DAMA DE HONOR!.- por poco me ahogo con mi propia saliva
-¿Qué? ¿estás segura?
-Si, claro... eres mi mejor amiga, Am.- miro a Jason estupefacta
-Wow, me halaga mucho, Rox...
-Oh, que bien. Tendremos de este fin al otro para conseguir todo lo de la boda, tu eres mi dama de honor y te encargarás de todo eso... y sobre todo, a ayudarme con el vestido, los zapatos... ¡LA DESPEDIDA DE SOLTERA! Tu eres la indicada para eso.- sonrío un poco
-Wow, gracias.- digo con sarcasmo y pongo los ojos en blanco. Ella ríe
-Sabes que si. Bueno, tengo que irme... ya quedamos para este fin, chicos. Ciao
-Perfecto. Cuidate bye.- digo ya con ganas de colgar. Esto es muy inesperado.
Me giro hacia Jason y éste me extiende mi sostén, no me había percatado de mis pechos desnudos cuando corrí frenética hasta el telefono. Lo tomo y me lo abrocho rápidamente. Camino hasta la sala y me acomodo mi camiseta.
-Entonces... ¿vendrá a visitarnos y se quedará aqui?- escucho a mis espaldas. Asiento
-No puedo creer que esté a pasos del altar, Jase.- digo incrédula
-Yo no puedo creer que nos haya interrumpido cuando estaba a punto de follarte.- suelto una carcajada y me giro de nuevo hacia él, se acerca a mi y toma entre sus dientes mi labio inferior. Suelto un gemido y cierro mis ojos. Me alejo de él y camino hasta la habitación, me giro un poco hacia él y con el dedo índice le indico que me siga junto con la mejor cara seductora que tengo.
***
Salgo de la ducha después de enjuagarme todo el sudor del cuerpo y me enredo una toalla. Camino hasta el espejo empañado, y lo limpio, se lo mucho que le molesta a Jason que lo haga, pero no puedo evitarlo. Salgo del baño con sumo cuidado y miro a Jason tirado boca bajo sobre la cama, con la cobijas enredadas en sus piernas y cubriendo de su cintura hacia abajo.
Tómo mi ropa interior del primer cajón y la meto entré mis piernas, tómo un sostén y lo abrocho para después secarme el cabello con la toalla.
-Tienes un cuerpo jodidamente ardiente ¿lo sabes?- me giro asustada al escuchar su voz ronca de recién despierto.
-Em... lo he escuchado un par de veces.- digo con un tono presuntuoso
-Ah, si... de tus amantes
-No son mis amantes, Jase...- repliego un poco molesta.- bueno, tú tienes a tus zorras
-Celosa ¿bombón?
-Para nada.- digo neutral y con una sonrisa en los labios
-¿Gustas que te lleve?
-¿En tú auto?
-No, sobre mi espalda.- dice sarcásticamente
-Okey, no tienes que decirlo en ese tono.
Me ajusto las medias negras y calahadas, me pongo encima un vestido negro y corto de las piernas, con un gran escote en la parte delantera y por encima del ombligo. Me acomodo el dobladillo del cuello blanco y me amárro por la cintura el pequello delantal; todo parte del uniforme de el {BLACKANGELS BAR}, donde trabajo. Camino hasta el espejo del baño y alacio mi castaño cabello. Pongo un poco de rimel sobre mis pestañas, delineador en la parte superior de mis ojos, polvo en mis mejillas y labial rojo sobre mis labios. Salgo, ya lista, y me paro sobre la puerta para observar a Jason vestirse. Cuando se gira para mirarme, sus ojos irradían excitación al igual que su entrepierna. Rio un poco, siempre causo el mismo efecto.
-No puedo acostumbrarme a ese uniforme, black angel.- rio por el sobrenombre
-Vaya, un nuevo apodo.- digo caminando hasta él
-Ya quiero que sea la hora de recogerte.- lo miro confusa.- quiero arrancarte ese uniforme de una vez por todas, y encender en esta cama otro infierno.- gruñe y me rió a carcajadas
-No puedo creer que jamás tengas suficiente, Jase.- digo riendo.