4. El Reencuentro.

234 10 3
                                    

Al llegar al estacionamiento del Bar, Jason se detiene frente a las puertas para trabajadores. Tomo mis cosas de la parte de atras y me giro para mirarlo.

-Gracias Jase, nos vemos mas tarde.

Lo veo mirar el reloj detras del volante de su fastback.

-Apenas son cuarto para las seis

-¿Y...?

-Que tenemos 15 minutos aun.- suelta el volante y recarga su brazo entre mi respaldo y el suyo. Pongo los ojos en blanco y sonrío.

-¿Qué quieres hacer en 15?

-Te sorprendería lo que se puede hacer en este auto.- se muerde el labio y yo suelto una risita.

-Muy gracioso.- salgo del auto y al cerrar la puerta, me asomo por la ventanilla.

-Piensa que quieres hacer esta noche y te será cumplido.

-¿Esta noche?

-Claro, si no estás ocupado.

-Hum... no lo se.

-Bien.- me alejo.

-Vale, está noche.- lo escucho a mis espaldas.

-Estaré ocupada.- digo sin girarme para verlo.

El Bar estaba lleno de hombres, al parecer era día de un partido importante. "Hombres, siempre con sus tonterias", pienso.

Mientras limpio una mesa entre la poca luz del salón y el imponente ruido de la música, siento a alquien rozar mi trasero y me giro dispuesta a golpear en la cara al idiota que lo habia hecho. Cuando lo hago, me llevo una gran sorpresa.

-¿Evan?

-Hola, preciosa.

-Que manera de llamar mi atención, eh.- sonríe, algo que me habia encantado de él.

-Ya me conoces.- se excusa y guiña un ojo.- estaba preguntandome si tenias planes para esta noche.

Me detengo para mirarlo y recuerdo a Jason.

-Si, se te adelantaron, losiento.- me alzo de hombros.

-¿Qué te parece mañana?

-Es mi día de descanso.

-¿Cuando puedes?- suspiro exasperada.

-Mira, no quiero ser grosera... pero ya conoces mis reglas.

-Si pero, podría ser la excepción.- tomo el trapo cuando termino y me alejo.
No vuelvo a ver a Evan en toda la noche, me parece que entendió perfectamente el rechazo.

Esto es lo que me temía cuando empecé a actuar como una mujerzuela en busca de "la persona indicada".

Clientes y clientes llegaban y cada vez se llenaba este lugar. Los pasillos estaban repletos de borrachos pedantes. Lo peor de este trabajo era atender a clientes que ya habian pasado la noche conmigo y que al no respetar mis reglas, terminaban siendo rechazados, igual que Evan.

-Hey, ¿qué tal chicos?.- sonreí coquetamente a la media docena de jovenes que rodeaban una mesa. Dejé las bebidas al centro.- ¿es su primera vez aqui?

-La mia no.- dijo el que aparentaba mas edad. Sonreí.

-Bueno, entonces ya sabes que es un excelente lugar para pasarla bien.- dije mientras recogía vasos y limpiaba bebidas derramadas de la mesa.

-Lo mejor de aqui son las chicas, quiero decir, las meseras.- levanto la mirada y me guiña un ojo. Suelto una risita.

-Buen intento, casanova. Y ya que es la primera vez de la mayoria, yo invito la siguiente ronda.- le devuelvo el guiño y los demás chicos, rien mientras celebran.

Habla ahora, o calla para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora