La persona a la que siempre he admirado y querido más que a nada en el mundo es a mi abuela Elena. Siempre tuve la teoría de que éramos siamesas nacidas en distintas fechas. Os pongo un par de fotos de ella conmigo.
¿Por qué? Porque toda la vida fue un ejemplo para mí. No voy a extenderme porque tengo millones de historias que me fue contó a lo largo del tiempo. Sí os voy a comentar que cuando tenía trece años se fue en compañía de su hermana menor desde su Polonia natal a la ciudad de Montevideo, en Uruguay. Recorrieron media Europa y luego cogieron un barco hasta América, pasando por África. Sus padres ya se habían ido bastante antes con los tres hermanos más pequeños.
En la foto que pongo a continuación, tomada en el puerto del Havre (Francia), está con la hermanita (la niña del medio) y una amiguita que hicieron durante el viaje.
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A fin de mes. MICRORRELATOS.
Short StoryA veces una simple oración concentra una vida, un mensaje, el pasado, el presente, el futuro. Incluso, lo que somos: un momento que queda detenido en el tiempo y que nos marca para siempre como seres humanos. Bienvenidos, amigos y amigas, a este r...