Sorry. [Arrogant#2]

Epílogo

 — ¿De qué querías hablar?

Akashi se dio vuelta, observándola. Por suerte, Mizuki había aceptado hablar con él, y eso no hacía nada más que su dolor aumentara, de algún modo.

 — Te vi con Kagami. — comentó en voz baja.

El rostro de Mizuki se tiñó de un suave color rojo.

— Solo quiero...que me prometas una cosa. — Akashi levantó la vista, se acercó a ella y la tomó con suavidad las manos.

Guardó en su memoria como se sentían, estaban cálidas a pesar de que su piel fuera sumamente pálida, también eran suaves y delicadas, como una muñeca de porcelana.

— Prométeme... Prométeme que serás feliz. 

— Lo prometo... — respondió ella de una forma extraña —...Pero, ¿por qué me dices esto?

— Siento todo lo que hice en esa fiesta, Mizuki. Pero más siento haberte dejado ir. — farfulló acariciándole sus manos de una manera delicada—. Siento haberte roto el corazón. Siento todo lo que te hice pasar. Siento todo el daño que te hice.

Mizuki lo observó, y a pesar de todo, le sonrió. No una sonrisa pequeña. Era una sonrisa tan hermosa y brillante que iluminaría hasta el corazón más oscuro. Mizuki alzó una de sus manos, y le acarició el rostro.

 — Te perdono, Seijuro. — farfulló con suavidad—. No tienes por que disculparte. Te perdono. Y prométeme, que tú también serás feliz. Es lo mínimo que te pido. 

  — Lo prometo. — respondió sonriendo, a pesar del dolor.

— Prométeme, que nada cambiará entre nosotros.

— Lo prometo. — volvió a decir. 

Mizuki volvió a sonreír, y lo abrazó. Akashi le devolvió el abrazo fuertemente, como si no la quisiera dejar ir. Pero, lastimosamente, todo tiene un fin y se tuvieron que separar.

Mizuki le besó la mejilla y le regaló una de sus hermosas sonrisas.

— Cuando quieras, ven a visitarme. No habrá problema. — lo miró por última vez y se dio vuelta.

Akashi le vio alejarse y perderse entre la multitud de personas.

— Lo siento, Mizuki...Siento no haberte correspondido el amor en ese tiempo...— murmuró con tristeza, y se fue alejando de los demás.