Sam Williams

Samantha Williams

Me presento, soy Sam, una chica fiel, soñadora, luchadora, inteligente y muy capaz. Mi vida es cruel, por eso tengo que luchar, mi madre murió hace cinco años dejando a mi hermana con un mes de vida, fue y es muy duro pero hay que salir adelante.
Vivo en una casa normal, de dos pisos y tres habitaciones, un living, cocina-comedor y dos baños; mi padre es profesor de música y mi hermana, ella tiene cinco años y claramente va al jardín.

- Sam...- una dulce voz me nombra.

Me acercó a ella y la siento en mi regazo.

- ¿Qué ocurre Riley?-

- Rompí mis crayolas... Lo siento- agacho su cabeza.

- Oh... no importa nena, hay más en casa- toque su pequeña nariz.

- ¡Te amo!- me abrazo.

- Yo también - besé su cabeza.

***

Un ruido me distrae, provenía de mi computadora, era un mail de ¡STANFORD!. Lo abrí y leí atentamente todo, aceptaron mi solicitud y quieren que estudie allí.

-¡PAPAAAAAA!- grite con todo.

Pasos se escuchaban, obviamente lo asuste y viene corriendo.

- Sam, ¿ Qué ocurrió?- dijo muy agitado.

- ¡Me aceptaron!- chillé.

Él no entendía, se veía en su cara.

- En Stanford - aclare.

Un sonrisa se le formo en la cara y unas lágrimas querían salir de sus castaños ojos.

- Hija... Estoy muy orgulloso de vos, ese esfuerzo que haces todos los días, eres el ejemplo a seguir de Riley, nunca cambies- me abrazo y beso mi cabeza.