Nunca les mencioné a mis amigos como me siento acerca de Justin. A veces pienso que es un caso de ayuda, pero otras veces pienso lo contrario. Al día siguiente, me dirigí con mis amigos durante el almuerzo, caminaba hacia ellos para ir a la cafetería. Mi 'pandilla' de amigos eran tres chicas y cuatro chicos. No éramos muy populares, pero éramos conocidos por la dirección de la escuela por ser los mejores de la clase y estábamos dentro del grupo del gobierno estudiantil. También éramos muy talentosos. Los chicos estaban hablando acerca de una banda de rock que apenas comenzaba y estaba ganando popularidad. Sus nombres eran Nathan, Tobias, Christian y Charlie. Y mis amigas, sus nombres eran Tamara, Katherine y Lucy. Las chicas sobre una tarea de ciencia y sobre aquel tonto profesor de matemáticas que no sabía nada sobre 'enseñar'. Caminé hacia Lucy, que era mi mejor amiga desde el Jardín de niños, llegué hacia ella y me abrazó.
- ¿En dónde estuviste Agnes? - me dijo Katherine
- No me regañes, estaba al otro lado de la escuela. - le dije con un tono de cansancio.
- Déjenla, Agnes tiene sus negocios y son 'privados'.- contestó Lucy pícaramente.
- Oh Agnes tienes un chupetón - Dijo Tamara apuntando hacia mi cuello, burlándose por la escena que estuvo a punto de hacer Justin en el salón de clases. Al escuchar la palabra 'chupetón' llegaron los chicos.
- Oh, Agnes yo no veo nada, ¿quién quiere un chupetón de verdad?- dijo Tobias
- ¡Ha! Cállate Toby.- Lo regañó Katherine
- ¿Qué hay de ti Agnes?- me preguntó Nathan.
- Estábamos hablando sobre el compañero de literatura de Agnes. - mencionó Lucy.
-Oh espera, ¿están hablando sobre el niño retrasado?- Charlie lo nombró burlándose.
- Mhmmmm si estás hablando de Bieber..... - lo interrumpió Tamara
- Espera, espera, ¿'compañero'? o ¿es que acaso estaban ligando?- Me preguntó Christian.
Oh, era increíble como malinterpretaban las cosas.
- Bieber es un bueno para nada.- dijo Nathan algo molesto.
- Heey jovencito, no juzgues a alguien que no conoces ¿ok? - Lo regañó Katherine
- ¿Y qué quieres que haga? El mismo demuestra que es un bueno para nada.- siguió Nathan.
Yo no pude más.
-¡Ya basta!..- Dije en un tono de voz bastante alto, casi un grito. Eso los sorprendió. Lucy solía ser siempre mi salvadora.
- Ella tiene razón, dejen a Justin...- Les dijo Lucy.
- Vamos chicas, no empiecen a echar humo por algo sin importancia.- trató de calmarme Charlie.
- Pues entonces cállense.- casi pude expresar mi enojo.
El timbre sonó y me fui algo molesta hacia la clase. Odiaba como todos parecían estar en contra de Justin. Apreciaba mucho el apoyo de Lucy, pero sé que lo hacía porque es mi mejor amiga.
-Espera ahí Agnes.- Volteé y vi a Nathan caminando hacia mí. Él siempre había sido un amigo fiel desde hace muchos años. Lo conocía desde que teníamos ambos 8 años.
-¿Qué pasa Nat?
-Ohm, bueno solo quería que supieras que me importas, y no quiero que Bieber te meta en un problema.
Bah, ¿está bromeando, cierto? Su comentario me confundió.
- Puedo cuidarme sola Nathan, aun así, muchas gracias.- le respondí y me di la vuelta. Pero él me tomó del brazo.
- Hablo enserio Agnes
- Yo también.- Traté de irme una vez más pero ahora fui yo quien me detuve, me di la vuelta al notar que Nathan en verdad se notaba preocupado.
- No entiendes Nathan, Jason es un buen chico, lo sé.
Nathan asintió con la cabeza.
- Lo siento, me tengo que ir.- se dio la vuelta y se dirigió hacia las canchas.
Estaba algo sorprendido de que ÉL fue quien me dijo que estaba preocupado. Bueno, para eso están los amigos, supongo. Caminé hacia mi clase. Entré y me senté en mi banca, sin decir ni siquiera hola a mis amigos ya que aún estaba molesta. ¿Cómo pudieron mis amigos ser tan...? ni siquiera encuentro las palabras. Dejé de hablar conmigo misma y volteé hacia mi izquierda. De nuevo, él estaba ahí, me sorprendió el hecho que no lo hubieran suspendido.
Justin Bieber estaba sentado ahí con su típica cara de aburrimiento, pero de una manera u otra, se veía diferente a los demás días, algo así como... ¿feliz? Él vestía unos jeans negros con una chaqueta verde y zapatos blancos
Era gracioso que yo vestía los mismos colores. Una blusa negra y Jeans color negro. Con unos cómodos converse blancos
- ¡Hola Justin!- Lo saludé mientras le sonreía, y rápidamente mi estado de ánimo se elevó mágicamente.
El me miró y parecía como si estuviera peleando con su rostro. Yo sabía que quería sonreír, pero no dio en el blanco. O, talvez mis ojos querían jugarme una broma.
-Te veías molesta hace rato. - comenzó Justin la plática.
- Oh si, lo estaba ¿sabes...?.
Justin esperaba para que continuara, pero decidí no contarle. Por supuesto que no lo haría.
- No fué nada en realidad.
-Entreguen su tarea y si la entregan tarde, ya lo saben. Una espantosa "F". - Dijo derepende el Sr. Aaron.
Pasé mi tarea hacia enfrente de la clase. Lógicamente, Jason no hacía su tarea. Pero aun así pregunté.
-¿No hiciste tu tarea?
Justin se rio por lo bajo, y comenzó a escribir lo que siempre escribía, cosa que yo desconocía.
Entonces acerqué mi banca hacia la de Justin para comenzar a leer el capítulo. Leí un párrafo, Justin se levantó y movió su banca aún más cerca. Yo sentía mariposas, y eso me asustaba. No quise escuchar a mis amigos y esa era una prueba de que me estaba enamorando de él, sólo eso podía significar.
"Las colinas fueron el espacio de la ciudad donde los espíritus y leyendas deambulan. Las leyendas de la ciudad nunca han sido viejas o irrespetadas."
Escuché a Justin leer la primera página y estaba feliz de que lo hiciera. Nunca lo había escuchado leer. Estaba perpleja por su hermosa voz y su manera de mover sus labios al leer.
-Tu turno.- Me dijo Justin, me congelé un momento. Su voz estaba a milímetros de mi oído. Justin susurró tan cerca de mí que podía sentir el calor en su voz y sentí la sensación de que mi oreja estallaba en llamas.
Yo volteé lentamente para ver sus ojos y él no se había movido. Estaba tan cerca de mí, ni siquiera una pulgada alcanzaba a separarnos. Nunca me había dado cuenta cómo los irises de sus ojos eran tan claros y color miel. Sus labios, se veían tan perfectos. La estructura de su rostro lo hizo excepcional. Si no lo conociera mejor, podría pensar que él estaba haciendo lo mismo conmigo. Sus ojos bajaban hacia mi nariz y después hacia mi boca. Él parpadeó y me separé un centímetro de él.
- Tienes... tienes unos ojos hermosos.- expresó Justin
Yo no podía respirar. Ésa fué mi reacción, sin palabras. Dos segundos después, respiré por fin y lo miré.
- Tú ojos también lo son Jus...- no pude terminar.
- Oh señorita Agnes, quiero hablar con usted al final de la clase, gracias.
El Sr. Aaron nos miró desde su escritorio, el levantó la mirada desde su computadora, completamente indiferente.
-Uhm, ¿para qué?- le contesté colorada.
- Ya verás al final de la clase.
Oh no, ese día tenía que hablar con la profesora Clark sobre negocios en la dirección.
-Sr. Aaron perdón, no puedo. Tengo que hablar con la Profe. Clark antes de....- intenté explicarle pero me interrumpió.
- Eso puede ser reorganizado, puedes hablar con ella en otra ocasión, por favor regresa a trabajar.- me dijo.
- Lo siento, pero es muy importante.
- Dime lo que harás al final de la clase.- me preguntó el profesor.
- No es mi negocio, es sobre la dirección escolar.- le contesté enojada.
- Siga repelando señorita y la enviaré a detención. - contestó en un tono molesto.
Yo solo me quede quieta y perpleja, no había dicho nada malo. No podía quedarme después de la clase, tenía que hablar con la profesora Clark para darle una información que ella necesitaba y la quería antes de que sonara el timbre.
- Ella está ocupada después de clase, ¿A caso no entiendes Aaron?- Le dijo Justin con tono grosero, él intentaba defenderme.
Oh no Justin....
- No voy a aguantar esto Bieber, es PROFESOR Aaron, si eres tan amable.- lo regañó el profesor.
- Que no entiende que está hablando con la autoridad del gobierno estudiantil, es que no lo soportas Aaron. - siguió Jason.
- Eso es todo Bieber! No puedo aguantarte más, parece que defender a tu compañera no está ayudando, y creo que sabes lo que significa.
- ¡Expúlsame, no me importa! - gritó Justin, se levantó de su asiento y se fue.
La clase estaba en silencio y todos estaban anonadados. El Sr. Aaron llamó a la oficina indignada y nos dijo a todos que empezáramos a leer. Me dedicó una mirada terrorífica y me dijo que iba a hablar con migo después de la clase. Tamara estaba sentada hasta en frente, se dio la vuelta para mirarme. Yo ignoré a todos y solo bajé mi cabeza. Genial.
La clase terminó y me quedé a solas con el Profe. Aaron, me sorprendió lo breve que fue su discurso.
- Bueno, solo quiero dejar claro que Mccann no es el tipo de chico para entablar una amistad.- comenzó a decir. No podía creerlo. - También deberías saber que estuvo en prisión de menores en su pasado. Una estudiante destacada como tú debería cuidar sus pasos.- finalizó el profe.
Yo solo asentí con la cabeza y me fui. Caminé rápidamente hacia la oficina de la Profesora Clark e intenté abrir la puerta. Perfecto. Ella no estaba.
- Le dije lo que necesitabas decirle.- de repente apareció Tamara parada a un lado de su casillero.
- Oh ¿enserio? Gracias Tan, que alivio.
- No hay problema.- me contestó.
El resto del día en la escuela, no vi a Justin en ningún lugar, sabía que se había ido.
Caminaba hacia mi casa desde que practicaba soccer, practicaba varios deportes desde que descubrí que era buena en ellos, y caminaba por calles cercanas en el camino hacia mi casa. Me fijé en esos chicos charlando en un círculo al otro lado de la calle. Ellos tenían tattoes, perforaciones y todo eso. Seguí caminando pero ellos seguían mirándome. Llegué a casa y me di cuenta que mis padres no estaban, casi nunca estaban, excepto por mi madre que solo la veía en las mañanas. Mi hermano mayor estudiaba y nunca estaba en casa tampoco. Cociné para mí misma e hizo mi tarea. Me fui a la cama exhausta. Esa noche soñé que estaba siendo perseguida por la pandilla de los chicos con tatuajes. Yo seguía corriendo pero me atraparon y se acercaban rápidamente ahí. Lo que grité me sorprendió. -¡JUSTIN! Desperté con mi grito y estaba enredada entre mis mantas. Volteé a ver el reloj. Eran las 3 de la mañana. Vi algo moverse y volteé hacia la ventana. Sabía que había visto aquel desordenado cabello barrido hacia un lado.
>>>NARRA JUSTINN<<<
Traté de ver sus movimientos mientras dormía. La ventana era un poco fácil de ver desde que tenía cortinas, bloqueaban mucho la vista. Ella estaba teniendo una pesadilla. Después la escuché decir. "Justin". La vi despertar y mirar hacia donde yo estaba. Me bajé del árbol y comenzó a caminar por la calle cuando volteé de nuevo hacia donde estaba la chica que conocí. Me di cuenta entonces, de que ella me hace sentir bien por dentro, a pesar de mi lado obscuro.
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Enamorada de Justin Bieber.
FanfictionEsos ojos miel me flecharon, aunque yo sabía que no me llevaría a nada bueno. Lo intenté, pero no pude dejar de mirarlos. Mi nombre es Agnes y tengo 16 años, vivo en una pequeña y tranquila ciudad llamada Seattle. Mi vida es y siempre había sido tra...