Hoseok inhaló y exhaló aire, como su madre y como Taehyung le habían dicho, se encaminó a preparar el batido pero su vista se nubló un poco cuando acabó de verter el contenido a los vasos, casi errando. Recordó que debía tomar sus pastillas, si no se equivocaba las manecillas de su reloj marcaban las 7 p.m., no podía ir donde Taehyung y abrir el mueble a un lado del sofá para sacar uno de sus medicamentos. Tanteó en los cajones de le mesada y encontró otra botellita, creía recordar que había dejado una allí por si acaso. La abrió rápidamente, sacando de la tableta dos pastillas. Las tragó una luego de otra con un poco de agua, se restregó los ojos y agarró con fuerza ambos vasos para fingir que estaba en un excelente estado, listo para fingir frente a los ojos del rubio.
Un frasco vacío de pastillas. Taehyung estaba muy seguro de conocerlas, eran las mismas que recetaban para la ansiedad, es más, para la "Preocupación Crónica" o como él lo conocía TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada). Frunció su ceño, no podía ser... el hecho de que Hoseok se veía tan normal a ojos de quienes lo conocieran tanto como para los que no. Estaba casi seguro de afirmar que ocultarlo, empeoraba su situación. Ahora que podía confirmar sus sospechas, un intenso flashback de imágenes se reprodujo en su cabeza, haciéndole memoria de las veces en que Hoseok bien pudo haber fingido, pero de haberlo sabido, habría podido notar la tensión de su cuerpo; la desconexión con la situación en la que se encontrase con otros, los leves temblores y los puños de sus manos, el movimiento incontrolable de sus extremidades y por sobre todo el evidente estrés, junto con el miedo de que notasen aquella mentira... que se enterasen de que él no era tan normal como aparentaba ser.
Taehyung pudo haberlo notado, pero decidió no hacerlo porque a pesar de ser intuitivo y detallista, alguien con una increíble capacidad de suponer casi el noventa por ciento de las posibles respuestas a algunas cosas, no perdía el tiempo en fijarse en las personas que para él no eran más que compañeros, conocidos o solo unos extraños. No tenía amigos, con los que hablase más de tres horas. Tenía compañeros de clases, con los que compartía palabras necesarias y nada más. No quería fijarse en nadie, porque si lo hacía, acabaría como ahora mismo estaba... guardando nuevamente la pequeña botellita de pastillas donde estaba, debajo del cojín del sofá y acomodándose el flequillo, para simular que no había descubierto a Hoseok, que tenía en sus manos un vaso largo con el batido frutal listo.
— ¿Qué te parece?
—Está delicioso, gracias. —Dijo bebiendo lentamente, mientras le daba una rápida mirada a Hoseok que había quedado mirando fijamente el vaso entre sus manos. Miró detenidamente las pequeñas expresiones en su rostro que parecía reflejar aquella lucha internar.
Taehyung odiaba que aquel intranquilo lado despertara. Porque fijarse en alguien así, significaba impulsos e impulsos podía ser sinónimo de ayudar para él. Porque, espiar estaba mal y no lo aprendía, pero ¿qué más podía hacer?, ¿por qué estaría mal, si cada vez que lo hacía, eran con intenciones de ayudar? Algo muy inevitable que debía hacer... hacerlo como pudiese, porque al fin y al cabo, no deseaba lo que le pasó a él a otra persona como Hoseok. Sabía, perfectamente, que el TAG no era fácil de controlar y era sólo el principio de aquel cuadro médico. Aunque aún podía controlarse un poco, tarde o temprano no podría, si no dejaba de hacer aquello; porque la presión de mentir aumentaba el estrés y consigo, la preocupación. Sabía muy bien, que debía ayudarlo para que pudiera parar, porque el día en que sus ataques aumentasen no podría evitarse simplemente.
—Deberías dormir. —Dijo lentamente, alejando su mirada de él y apoyando el vaso con mitad de contenido en la mesita que los separaba, dejándolos uno delante de otro.
Hoseok lo podía sentir, tenía un poco de temor con aquella indescifrable mirada que Taehyung le daba en silencio, se sentía transparente frente a él, sentía que podía leerle la mente, que podía cavar profundamente en sus secretos y podía saber todo de él con tan sólo verlo. Le estaba costando fingir ahora, nunca le había pasado. Con todas las personas era fácil, tan fácil engañarlas, pero con Taehyung le empezaba a ser difícil, sentía que podía simplemente un día ir a decirle de su problema; porque aquel chico le daba un sentimiento de culpa, de querer decirle que estaba mintiendo, de decirle que realmente le era todo tan difícil y que sólo quería ayuda.
— ¿Oh...? No, por favor, no te preocupes por mí, estoy muy bien. —Afirmó con una inquietante seguridad que parecía desestabilizarse en cualquier momento. Sonrió ampliamente pero Taehyung no pudo devolverle más que una media sonrisa.
Algo inseguro, Taehyung se levantó y pudo notar cierto susto en la reacción de Hoseok, cuando se acercó y se sentó lentamente a su lado. Suspiró y pudo notar la tensión en el castaño a su lado. Presionó el brazo de este.
—Respira, Hoseok. Tranquilo. —Dijo con suavidad Taehyung. Sintió un poco de temblor en las manos de este y las sostuvo. Hoseok hizo lo que el menor le había pedido y cerró sus ojos. Dejó que Taehyung lo acercara a su lado y envolviese sus brazos a su alrededor, dejase su cabeza apoyada en su pecho y tocase su cabello, para luego susurrarle al oído muy inaudiblemente—. No luches contra ti, enfréntate a lo que te hace sentir esto. —Su mente debía ya procesar aquello y tener mil dudas, sospechas y preocupaciones por el significado de eso, pero la voz de Taehyung cortaba sus pensamientos, cortaba su estabilidad y lo tranquilizaba bastante o era que el día lo agotó increíblemente para acabar, como las escazas veces, dormido como se debía y junto a quien lo ayudó con un posible ataque. Se estaría preguntando, ¿sentiría miedo que Taehyung se enterase de su condición o no? Porque al verlo así, no lo juzgó, no lo miró raro, y no le preguntó si se debía a alguna enfermedad ni nada. No sabía, no sabía más que el dormir un poco más de lo normal, le hacía tan bien.
Taehyung sintió como poco a poco el cuerpo del mayor se hacía más pesado a su lado cuando el peso de este caía sobre él. Suspiró, ¿dónde estarían sus padres?, ¿cuál sería la habitación del chico? No podía dejarlo ahí simplemente. Lo levantó de encima de su pecho y sintió la leve tensión de Hoseok. Miró rápidamente a todas direcciones. Era tarde, ¿acaso siempre estaba solo? Siguió inspeccionando hasta que, bingo, notó una sobresaliente nota a punto de caer de la mesa del comedor. Corrió lentamente a Hoseok, que se movió un poco sin despertar, se acercó a la sala y el post-it cayó desde la mesa. Se agachó para recogerla y empezó a leerla.
"Cariño, tengo guardia en el hospital el día de hoy, llegaré como a las 6AM. No olvides tomar tus pastillas a las 5. Me llamas si te sientes mal, mamá vendrá rápido a por ti, ¿sí? Te amo, come lo que te he dejado en el horno, lo necesitas. Intenta dormir, aunque cueste, debes hacerlo bebé. Tú puedes mi niño, siento no estar hoy contigo y que tu hermana tampoco, pero sé que estarás bien si haces esto correctamente. Nos vemos mañana, xoxo.
Mamá~"
Ah, ya comprendía... al parecer no había señales de su padre. En la casa el silencio, y muy seguidamente un descenso de la temperatura, la volvían más fría y vacía. Sinceramente, el no desearía estar solo en un lugar así, agradecía poder vivir con su hermano mayor; a pesar de estar en su último año universitario, lo que significaba ir a vivir solo una vez que se graduase. Pero de todas formas, odiaba estar solo.
Era tiempo de buscar la habitación del chico, ¿estaría mal? Claro que sí y que no, pero la situación del momento lo obligaba. Subió rápidamente, con el más lento sigilo, las escaleras que daban directo a la segunda planta. Habían varias habitaciones, las puertas eran iguales. Abrió cada una solo un poco, intentando ver en la oscuridad, hasta que encontró la habitación, que creía era de su Hyung a juzgar por su aspecto; uno muy característico y peculiar. Prendió la luz del pequeño velador el cual se encontraba sobre una pequeña mesita blanca, al lado de la cama con sábanas coloridas y desordenadas. Volvió a bajar, yendo al living, para posicionarse frente al chico, cargarlo con el más suave cuidado y llevarlo a su cuarto. No se molestó en preocuparse de que en cualquier momento se le cayera de los brazos, ya que este estaba durmiendo profundamente. Pero aun siendo difícil, lo haría, intentaría no lastimarlo ni rendirse a mitad de las escaleras. Rogaba que el chico colaborara, si se caían, no podría saber cómo acabaría aquello.
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❝Anxiety❞ ×V-Hope×
FanfictionJung Hoseok tenía «a n s i e d a d», eso Kim Taehyung lo sabía muy bien, oh, sí que muy bien ¿Cómo no hacerlo, si a excepción de sus amigos, él era el único consciente de ello? Espiar está mal, pero ¿está mal que sean con intenciones de ayudar? //*...