CAPÍTULO 8

103 3 6
                                    

Nos besamos quizá un par de veces más, era algo menos planeado y ya cada vez más natural, salimos de la piscina y nos secamos para ir a mi habitación pues teníamos mucho frio y la lluvia tomaba un poco más fuerza, una vez en la habitación, en el balcón de la misma encendimos el jacuzzi con hidromasaje y agua caliente, era mejor que estar en la piscina, recuerdo que estuvimos un rato ahí mientras se me ocurrió tomar unas copas y beber champagne de naranja en el jacuzzi, platicábamos y bebíamos, en el jacuzzi al mismo tiempo que nos besábamos y veíamos como caía la lluvia por el balcón.

—No hubo mejor idea que haberme quedado—Le dije.

—Iker, no sé cómo ni en qué momento paso pero disfruto cada momento a tu lado, como si lleváramos años de estar juntos, no sé que puedas pensar de mi—Dijo expresiva y un tanto preocupada.

— ¿Pensar? ¿Hablas de pensar en estos momentos algo sobre ti? Ja en estos momentos no pienso solo, siento y disfruto estando a tu lado Sarie—Le dije mirándola fijamente a los ojos.

—Iker, es que a tu lado me siento bien, me siento feliz, inspiras muchísima confianza en mí, pero no quiero pensar cuánto tiempo más falta para que esto termine—Me decía respirando profundo.

—Tú misma lo dijiste ayer, la vida no se trata de tiempo, sino de esos pequeños momentos que quedan guardados para siempre, hoy es uno de ellos por ejemplo—Le dije tomándola de la mejilla y besándola.

—Tienes razón, soy una tonta por ponerme a pensar en eso Iker eres fantástico y no sé que pase después pero ahora solo quiero disfrutar el estar contigo. —Dijo ya animada.

Después de platicar un poco más, Sarie y yo estuvimos viendo una película recostados en la cama, yo recostado en sus piernas mientras ella jugaba con mi cabello, y yo con sus manos, 2 horas de película después, Sarie me dijo que quería ir a su habitación a tomar una ducha, cambiarse y ir a cenar, yo haría lo propio y nos veríamos en seguida para ir a cenar a la carta. Hablé a la recepción del hotel y reserve mesa para dos en uno de sus mejores restaurantes, media hora después, ambos estábamos listos y nos vimos abajo para ir a cenar. Eran aproximadamente las 7 de la noche empezaba a verse la puesta de sol al tiempo que entramos a cenar.

—Buenas noches jóvenes, lista una mesa para dos—Dijo el camarero de manera muy cordial.

Ambos nos sentamos, y al momento que nos dieron la carta, comenzó a timbrar mi celular:

—Disculpa un segundo—Le dije a Sarie al mismo tiempo que salía del restaurante.

Salí pensando que era mi madre, pero al ver el identificador del teléfono, oh sorpresa, era Jennifer:

—"Hola"

—"Hola Iker"

—"¿Que sucede Jennifer?"

—"Disculpa ¿no te puedo llamar siquiera?"

—"No es eso, es que casi no tengo señal"

—"Solo quería saber cómo te la estas pasando guapo"

—"Bien, Jennifer gracias, y ¿tú qué tal?"

—"Bien hasta anoche, que alguien no respondía..."

—"Dios mío no es posible ¿Es enserio?"

—"¿En serio que?

—"¿Me hablas sólo para reclamarme que no te respondí ayer?"

—"Disculpa, a mí me sigue interesando lo nuestro"

—"A mí igual Jennifer pero no todo el tiempo estoy en el celular"

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

QUE LO DECIDA EL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora