Mis cartas para el mundo.

Desearía despertar con amnesia.

"-No, yo te amo más- Aseguró ella con una sonrisa de lado, mirándole a los ojos, un leve rubor expandido por sus mejillas; se perdió en esos ojos castaños como acostumbraba hacer cuando nadie veía.

"-No es verdad, yo muchísimo más- replicó él mirando sus labios, con una sonrisa nerviosa curvando en sus finos labios.

Si tan solo él fuera más valiente, y ella menos ansiosa, ese momento hubiera sido el momento en el que ponían fin a todas sus dudas sobre el amor del otro. "

Esas eran nuestras interminables batallas, eran las únicas discusiones en las que no era capaz de ganarte... y quizá tenías razón.

Yo nunca te quise ni la mitad de lo que tú a mí, porqué de ser así, no sé que sería de mí en estos momentos en los que no estamos juntos.

"- Y-y, nunca me abandonarás, ¿ve-verdad?- preguntó ella en el oído del chico, entre lágrimas saladas, con sus brazos alrededor de su cintura, sujetándole para no caer. Él escondió el rostro en su cabello, aspirando su aroma por enésima vez.

-Nunca.- aseguró con firmeza con un suave murmullo en su cabello, sujetándola con ternura."

Y al final, la que terminó yéndose fui yo. Porqué ese, amor mío, fue mi gran acto de amor hacía ti... muchas personas mueren, se casan... mi gran acto fue irme. Ese fue mi gran acto de amor, y si no fue por ti, fue el gran acto de amor de mi parte para mí misma.

Cosas tan sencillas, palabras tan hermosas, pronunciadas por alguien que tiene demasiado en su cabeza.

Amor mío, mejor amigo,

Espero que allá donde estés –ya sea en el oscuro callejón de la depresión o en la alegre avenida de la vida- me sigas recordando, si no con cariño, con odio.

Tu antigua amiga.