Tacto

699 95 20
                                    


Sí, creo que los drabbles no deben de ser mayor a 1000 palabras ¿O eran 500? Bueno, no lo recordé cuando los hice, así que al final éste último me salió un poquitín más largo de lo que pensé.

********************************

TACTO
Palabras: 1048

Cada año, desde que vivían juntos, ambos tenían la costumbre de ir a la plaza para ver los fuegos artificiales que conmemoraban el año nuevo, pero aquella noche el Uchiha tenía algo especial.

—¡Apúrate teme! O llegaremos tarde al festival y no habrá ni un puto lugar en donde podamos estar para ver los fuegos artificiales —Sasuke sabía cuánto adoraba aquella demostración de pólvora su rubio y aunque era un completo impuntual, cuando se trataba de ir a la plaza para año nuevo Naruto era la puntualidad personificada.

—Tranquilízate dobe, no sacarás nada si sigues presionándome.

Sasuke lucía apacible, como el lago de alguna montaña cada mañana. Naruto caminaba desesperado de un lado a otro en el apartamento que ambos rentaban, solo podía observar que el pelinegro guardaba ciertas «cosas» en una maleta, pero era imposible para él acercarse y descubrir que era.

Finalmente ambos salían del lugar tomando un taxi; después de todo el trayecto era largo y Sasuke no quería cansarse, por lo menos no en ello.

La fascinación se podía leer fácilmente en el rostro del rubio que parecía como un niño pequeño esperando por el día de navidad, aunque para Sasuke el ojiazul era como un libro abierto, era una fortuna que cuando el pelinegro tomaba de la mano a su rubio parecía como si sus revoluciones bajaran al instante, se podía decir que su tacto era como «un freno» para aquel rubio tonto, cabeza hueca, hiperactivo.

Caminaron entre toda la multitud casi abriéndose paso al empujarlos. Saludaron a varios de sus amigos mientras que a otros simplemente los ignoraban.

Finalmente llegaban a una colina, solitaria y desértica, pero desde la cual les proporcionaría una vista magnífica del lago y los fuegos artificiales que en menos de 15 minutos iluminarían el cielo de la ciudad.

Naruto no paraba de hablar de cualquier cosa que se le viniera a la mente. Al darse la media vuelta para ver una vez más a su pelinegro se percató que convertía aquella solitaria colina en una preciosa estación de pic-nic, adornado por un gigantesco mantel, rodeado de diferentes platos de comida y una botella de vino con dos copas de plástico.

—¡Woahhh! —gritó asombrado por tanto detalle y dedicación que Sasuke le ponía pero, ¿En qué momento lograba convertir aquello en un paraje de ensueño?—. ¿A qué debemos la ocasión?

—A que celebramos un año más juntos —respondió secamente para luego sentarse y tomar unos panecillos—. ¿Quieres?

La respuesta del rubio no se hizo esperar, se abalanzó sobre la comida como lobo a su presa dando gracias por la misma.

Minutos después el ocaso inundaba el lugar con sus colores mágicos para darle entrada a la negra noche que era la antesala para el espectáculo de luces que esperaban presenciar. La oscuridad no dejaba ver más que el cielo estrellado y un par de nubes que rondaban por allí, el corazón del pelinegro no dejaba de latir fuertemente, internamente agradecía que el sonido de los fuegos artificiales fuesen tan sonoros ya que de esa manera ni él mismo escuchaba sus propios latidos que no lo dejaban en paz.

Sacó un pequeño sobre de la maleta entregándoselo a su novio con quien cumplía exactamente ocho años aquella noche y toda una vida de conocerlo.

—¿Qué es esto? —preguntó Naruto arrugando el entrecejo.

—Ábrelo y verás —respondió seriamente tomando un sorbo de su copa de vino. Naruto sacó dos pasajes de avión.

—¿Canadá?

—Mi jefe me ofreció unos días de vacaciones y un bono por el último caso que tuvimos en el cual salvé al despacho —explicó, era una fortuna que la noche ocultara que su rostro estaba completamente rojo, el solo pensar en ello lo avergonzaba, no quería parecer cursi o endemoniadamente tradicional, simplemente quería parecer un adulto de 28 años dando un paso más serio con su pareja.

—¡Oh...! Entonces definitivamente disfrutaré estas vacaciones, gracias —agradeció gentilmente acercándose a él para darle un beso en la mejilla y luego apoyar su cuerpo sobre sus manos que estaban en el césped.

—O...ye... Naruto... —dijo nerviosamente tratando de aclarar su garganta acercando su mano hacía la de él para intentar entrelazarlas ¡Demonios! ¿Por qué era tan difícil hacer aquella pregunta?

—Dime...

—Canadá es un lugar más liberal que otros países...

—Sí, eso he escuchado... —Naruto no dejaba de admirar los fuegos artificiales y es que una noche 8 años atrás, ambos decidían finalmente formalizar su relación empezando a vivir juntos a pesar de lo que podían pensar los demás.

—Ya que andaremos por allí... mmm... ¿Crees... Que...? —Naruto dejó de ver aquellos fuegos para dirigir su mirada y su atención al pelinegro que aparentemente intentaba decir algo con mucha dificultad—, bueno... mmm... no sé si sería lo ideal, pero... Ya que andaremos por allí, no sé si tú... ¿Quisieras... mmm...? —parecía como si el frío de la noche quisiera jugarle una mala pasada enmudeciéndolo por completo, pero no era aquello y Naruto lo sabía.

El rubio emitió una pequeña carcajada sonriendo de oreja a oreja viendo a la perfección el color carmesí que abarcaba todo el rostro de su teme. Tomó la mano entrelazándola con la de él, en ese momento Sasuke entendía que no solo él producía el efecto de frenar ciertas emociones en el rubio sino que también Naruto tenía otro efecto en él: tranquilizarlo.

—¿Crees que quisieras casarte conmigo? —dijo sin más y con mucha seguridad. Naruto continuó sonriendo, aceptando la propuesta al mover la cabeza.

Lo había conocido desde que eran unos infantes, habían atravesado juntos la adolescencia, estudiado juntos en la universidad a pesar de estar en diferentes carreras, enfrentar a sus propias familias, amigos y a la sociedad por ser diferentes; estaba seguro desde hacía mucho tiempo atrás que quería pasar el resto de su vida con él, y aunque el casarse no fuese más que una formalidad y que no tuviese mucha validez al otro lado del continente, no le importaba.

En ese momento Sasuke también podía entenderlo, Naruto producía un efecto tranquilizador con solo hecho de tocarlo y es que su tacto era el mejor que había conocido en toda su vida.

Aquella noche debajo de aquel cielo inundado de diferentes colores y protegidos con los manteles que Sasuke llevaba, hicieron el amor como nunca antes lo habían hecho.

-Fin-

  ********************************  

Me encanta la pareja de Sasuke y Naruto, y estos drabbles a pesar que tienen un su rato de estar en FF, decidí también compartirlos a pesar que no soy experta en el tema homoerótico, pero no puedo ocultar que también me encanta y me fascina!

Espero que a alguna le guste y voten o me comenten.

Cinco SentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora