Gusto

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Así como tengo mis fanfics, shorts fics, drabbles de Sesshome, también los tengo yaoi, especialmente de la pareja más canon que existe y de la cual se explota muchísimo: Naruto y Sasuke de la serie de Naruto.

En una ocasión decidí hacer estos drabbles de los 5 sentidos, así que también los compartiré en esta cuenta.

Disclaimer 1: Los personajes de Naruto pertenecen al gran mangaka Kishimoto, pero la historia es muy mía, si la ven en otro lado (lo cual dudo mucho) avísenme.

Disclaimer 2: Gracias a la obsesión de Kishimoto (de hacer que Naruto persiga tanto a Sasuke) nuestra obsesión también crece, así que ni modo. Pareja: NaruxSasu; SasuxNaru; Yaoi (relación hombre con hombre; sino les gusta mejor aléjense).

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GUSTO
Palabras: 814.

A Naruto siempre le ha encantado el mar. La playa era una de sus fascinaciones, era un fortuna que sus padres poseían una casa y por lo menos una vez al mes iban de paseo.

—¡Naruto! Espera, ¡No vayas solo! —le gritaba su madre viendo como su pequeño de 6 años salía corriendo del carro para ir a la playa mientras ella y su esposo descargaban el auto.

—¡Ma! Pero yo ya quiero... —reclamaba haciendo un puchero, el pequeño Naruto ya llevaba su bañador puesto dejando un rastro de toda su ropa por el camino la cual quitaba desesperadamente—. ¡Pa! —suplicaba a su padre con ojos vidriosos.

—Karin, ¿Podrías acompañarlo por favor? No te preocupes por las maletas, Kushina y yo nos encargaremos de ellas —suplicaba a la pelirroja de 17 años que iba con ellos, quien era la sobrina de su esposa.

Se pudo escuchar el canto de victoria del pequeño rubio que corrió con rumbo fijo y un objetivo definido mientras sus padres escuchaban y veían como la adolescente iba detrás del pequeño suplicando que la esperara.

Naruto iba con su cubeta y su palita directo a hacer un castillo, teniendo como resultado solo un gran hoyo. Su prima se estaba bronceando intentando no quedarse dormida por el aburrimiento, pero el intenso sol de las 10:30 de la mañana, combinado con el relajamiento que le provocaba la brisa, que pegaba en su rostro debajo de la sombrilla que ubicaba para no quedar como carne tostada, le ganaban la partida cerrando durante un buen tiempo sus ojos, dejando a Naruto solo.

—¿Karin? —la llamaba quedamente el pequeño, pero al ver que no reaccionaba empezaba a caminar alejándose de la propiedad, algo le llamaba la atención desde lejos.

A unas 6 casas de la de él, aparentaba estar un niño de cabello negro que parecía ser de su edad y la curiosidad de Naruto era demasiado intensa para poderlo obviar.

—¿Qué haces? —preguntaba el rubio acercándose al otro como si fuesen eternos amigos.

—Viendo a mi hermano —le indicaba señalando con el dedo a una persona que estaba adentro del mar.

—¿Está nadando? —preguntaba curioso y extrañado ya que sus padres le decían que el mar no era lugar para hacerlo.

—No, haciendo pesas ¡Dobe! —Naruto lo miraba extrañado y es que no le parecía que tuviera alguna pesa con él.

—Pues pareciera que está nadando —respondió natural, lo que provocaba una pequeña sonrisa en el pelinegro—. ¿Qué? —preguntaba extrañado ante su reacción.

—Nada, solo que definitivamente eres un dobe...

El pequeño pelinegro levantaba su mano izquierda en la que llevaba una paleta helada de fresa con leche, de la cual ya había disfrutado la mitad. Naruto lo observó detenidamente al ver como su lengua tocaba aquel objeto helado y es que sus padres preferían no darle tantos dulces, de lo contrario en los minutos siguientes se arrepentían de su decisión.

—¿E...es... de fresa? —preguntó a punto de babear.

—Sí, con leche... —aseguró el otro dándole un lengüetazo.

—¿Y...y... es...tá rica...? —interrogó nuevamente llevándose su dedo índice a la boca para morderlo y calmar su ansiedad.

—Deliciosa, especialmente con este calor —exclamó, Naruto sintió como un calor intenso recorría su cuerpo mientras se empezaba a deshacer literalmente del calor. Aquella paleta helada provocaba demasiada ansiedad en su sediento gusto.

—¿Me... das de probar...?

—No.

Aquella negativa hacía que el pequeño rubio empezara a babear como si fuese un hielo derritiéndose por el intenso sol. El pelinegro seguía lamiendo seriamente su victoria al ver como aquel rubio de ojos azules empezaría a llorar, pero nunca esperó lo que estaba por venir.

Abrió sus ojos desmesuradamente al sentir como la lengua de aquel niño lamía una de sus mejillas.

—Sí, está deliciosa y sabe a fresa —aceptó sonriente el ojiazul con una mueca que enseñaba todos sus blancos dientes de leche.

—¡¿P...p...ero qué haces Usuratonkachi?! —preguntó desconcertado.

—Yo quería probar porque me gustan las fresas y como tenías un poco en tu cachete decidí lamer para saber si me gustaría o no... —respondió de la manera más sincera e inocente que pudo logrando que el pelinegro se sonrojara hasta el cabello.

Volteó la cabeza al lado contrario para que aquel rubio que acababa de conocer no lo viera avergonzado, estiró su mano ofreciéndole la paleta helada casi a la fuerza.

—¿Me la regalas? —preguntó el rubio con el rostro casi iluminado.

—Solo... Pruébala... —Naruto le dio un pequeño lengüetazo para luego gritar "está deliciosa".

Al regresar de la profundidad del mar, el hermano mayor del pelinegro encontraba a su pequeño hermano sentado sobre una toalla con su nuevo amiguito comiendo de la misma paleta.

—Me alegra que compartes Sasuke —lo felicitaba sobándole la cabeza con una pequeña sonrisa en su rostro.

A Naruto le encantaban las fresas y en una paleta era mejor, pero desde aquel día a Sasuke también le empezaban a gustar.

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PD: Por cierto, no pude evitar utilizar el «dobe» y el «teme» en estos drabbles, pero es que cada vez que los escucho en mi cabeza, siempre está utilizando sus «cariñosos» apodos.

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