2: Meh

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Volví~

Erwin me dijo que volviera a escribir... maldita sea. Tan cómodo que estaba escondido en el clóset.

En que me quedé?... ah si, Farlan.

Estaba terminando el primer día de clases cuando unas chicas se nos acercaron.

-Levi...Farlan...se besarían para nosotras?- dijo una con su celular en las manos.

Volteé a ver a Farlan y él me miró tomándome de la nuca y acercándome a él.

-Fa..Farlan..- dije fingiendo sorpresa. Se detuvo rozando la punta de mi nariz con los labios y sonrió.

Ambas chicas gritaron sonrojadas y nos tomaron un par de fotos. Nunca nos importaron las fotos ni nada de eso.

-Ugh, me dan asco- dijo Isabel acercándose -Ya váyanse, par de fujoshis asquerosas.

Reí un poco y las vi irse sonriendo.

-Nunca van a madurar?- nos miró sonriendo y haciéndose las dos coletas de siempre.

-Mira quien lo dice, Candy Candy- dijo Farlan recibiendo un golpe de ella.

-Si bueno, tengo que volver rápido. Hoy me toca cocinar, de nuevo- dije suspirando.

Me despedí de ambos y caminé las diez cuadras a mi casa. Doblé la esquina en la panadería y saqué mis llaves.

No digo que haya vivido mal, pero el departamento de Ken, mi tío, era repugnante. Tenía botellas y colillas de cigarro en la entrada, como si esperara que el esclavo limpiara.

Dejé mi mochila a un lado de mi cama y me eché mirando al techo, esperando mi saludo de siempre con un grito de Ken. Que por cierto, no tardaría mucho.

-A ver estúpido mocoso, te he dicho miles de veces que llegues temprano cuando te toca cocinar. Que mierda haces acostado?! Levántate y dame de comer, me muero de hambre.

Murmuré hasta de lo que se iba a morir y me levanté a hacerle al princeso lo que quería.

Ahí va otra hora de mi vida desperdiciada~ Erwin es tan cruel que no me deja levantarme ni para ir al baño (bueno no, eso si).

Sigo mañana, bai.

Enamorando a un prostitutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora