LOTTO: "The Chronicles of the Hunter" [Segunda Temporada]

Capítulo 06: "Solo dime..."

Capítulo 06

Vernon vio desde atrás la escena que Hoshi y Joshua le dedicaron a sus lazos afectivos, sonriendo, pero la nostalgia se apoderó de su corazón. Los que se quedaban no lo sabían, los que se iban lo sabían perfectamente, había una posibilidad de que no los volvieran a ver por un largo tiempo pero, él pensaba que les sería casi imposible en volver y más teniendo en cuenta lo que SeokMin les había dicho. El aun no pensaba como un agente y eso lo llevaba un paso más allá de las ordenes que eran más que claras, para Vernon ellos iban a una muerte segura.

—No sabemos si los rastreadores que están dentro de su cuerpo están activos o no, pero por seguridad Primera decidió enviarlos lejos, bajo su completa custodia. Trataran de sacarles aquello, pero no es muy seguro cuando hablamos de nano tecnología. —SeokMin les había dicho la verdad y por ello los aisló, tristemente. —Lo siento mucho.

Vernon pensó en la ultima confesión del jefe antes de pisar la escalera de metal y subirla, por un lado le agradaba ser el quien se fuera y no Seungkwan, porque tal vez esa invitación era dirigida al agente CARAT y no a un LOTTO. Sonrió levemente y miró hacia los cristales que reflejaban el blanco de la montaña en donde estaba el cuartel, por alguna razón sabía que Seungkwan lo estaría mirando de allí, así que sonrió para él una última vez.

—Se feliz, Kwanie... cuida de los demás.

Suspiro todo el aire que tenía guardado en los pulmones y subió decido hasta el avión. Rápidamente todos los asistentes de pista corrieron la escalera, la persona a bordo cerró la compuerta y la nave comenzó a moverse. Lo que Vernon no sabía que su corazón no mentía, Seungkwan estaba apoyado en el gran cristal con una lágrima recorriéndole en la mejilla, observando ahora como la nave despegaba a coordenadas desconocidas. Se sentía culpable por haberlo odiado antes de su partida, pero tenía la esperanza que algún día volvería a verlo y le pediría disculpas.

Cuando subieron a ese avión no sabían que se bajarían de él sin saber que día u hora era, pero de que fue largo y sin escalas, lo sabían perfectamente. Sus piernas se entumecían a veces y se levantaban a caminar pero no podían hacer más y por más que preguntaran, las personas de ese avión no les dirigían la palabra. Eran demasiado estrictos.
Habían llegado y todos le agradecían por ello, pero antes de bajar les repartieron unos barbijos color arena, obligándolos a cubrirse la boca perfectamente. Cuando la puerta se abrió, vieron allí el paisaje, estaban en lo que parecía el medio del desierto y el horizonte era tapado por una cortina de arena. Cuando pisaron suelo por fin, Jeonghan corrió disimuladamente el pie y destapó la pista de cemento que tenían debajo de ellos.

—Bienvenidos a Babel. Por aquí señores, no se separen. — Una persona completamente desconocida se paró frente a ellos tan rígido como un militar. Tenía un turbante que tapaba todo el rostro y cabeza, dejando solamente sus ojos al mundo.

Caminaron varios metros, al parecer aquella nube de arena era una tormenta en camino, así que el viento era fuerte. No sabían a donde se dirigían pero lo hacían en fila india para tener de referencia a alguien adelante, Jeonghan como el mayor se hizo cargo y los lideró. Sin saberlo, se hallaron frente a una construcción de la cual solo se vía el techo, sepultada, parecía algo de muchísimos años que había sido olvidado en las temperaturas ardientes de ese punto del globo. Vernon y Mingyu se miraron, como compartiendo el mismo pensamiento ¿Esa era la entrada?

—Soy el mayor al mando, Satevis, y estamos justamente en una de las casas de arena de Babel. —dijo quien los había guiado todo este tiempo, parando la marcha y dedicándoles la mirada. —Disculpen no haberme presentado antes, pero no podemos hacerlo lejos de un punto de referencia. Ahora, con el debido respeto serán escaneados para colaborar que no traigan armas.