La Red-Parte1

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No solo seguía con vida, este suelo era... cómodo. El humano levantó un poco la cabeza y contó sus extremidades. Uno, dos, tres... ahí estaban las cuatro; y sin embargo, no se atrevió a moverse. Todavía se preguntaba como era posible que siguieran ahí, y sin ni un solo rasguño. Observó a las piedras a sus costados. Estas tampoco se habían destruido.

Sentía los miembros pesados, y el suelo era tan cómodo que no daban ganas de levantarse. Sin embargo, el humano, determinado a seguir, se intentó enderezar. Se percató en ese entonces que este nuevo suelo era algo pegajoso. Tratando de despegarse, se enredó manos y pies. La tela blanca que había creído suelo era una red que ahora limitaba sus movimientos. Siguió intentando liberarse, pero sin éxito. Sus movimientos hicieron chocar las rocas a su alrededor, y su eco retumbó en toda la caverna.

Acabado el ruido, y completamente inmovilizado, la caverna le recordó al humano lo solo que estaba. Sus ojos, ya adaptados a la oscuridad distinguieron colores , púrpura y dorado, en la lejanía que eran las paredes de la cueva. Este nuevo problema era preferible a la muerte segura, pero no era nada fácil de superar tampoco. Su cabeza formó todo tipo de planes imposibles para salvarse, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una risa en la lejanía.

-Ahuhuhu~ parece que ha caído algo el día de hoy~

La voz era aguda y chillona, al punto de ser algo dolorosa en los oídos. El niño miró en la dirección en la que venia el chillido. La figura que observó era de un color casi igual de púrpura que el de las paredes de la cueva. Estaba trepada sobre una de ellas , y sería imposible de diferenciar de esa pared, de no ser por su túnica blanca grisácea, mismo color que el de la red que lo tenia capturado. La figura se acercaba, y el infante fue capaz de distinguir más y más facciones de esta. Ojos absolutamente negros, un par de brazos largos y muy delgados, un peinado de cola de caballo y unos pequeños colmillos en la boca, además de... otro par de brazos. Y otro más. Dos pares de ojos más, también. El humanó se dio cuenta en ese entonces lo que realmente se avecinaba. Y era tan obvio, ¿Cómo había podido ser tan iluso? Si estaba en una telaraña gigante DEBIA haber una araña gigante. Y al darse cuenta de ello, intentó huir nuevamente, logrando enrollarse por completo entre las redes, tapándose la cabeza y el cuerpo entero con esta, excepto por un pequeño espacio en la nariz. Su movimiento hizo resonar nuevamente las piedras.

-No, no amiguito pájaro..., ¿por qué tienes miedo? Deberías estar orgulloso...¡ Vas a convertirte en una deliciosa cena esta noche!, ahuhuhuhuh~

La araña ya había llegado a la telaraña y observaba algo extrañada el bulto que era ahora el niño.

-¿No eres tú un poco grande para ser un pájaro?~

El atrapado intentó hablar , pero las redes no le permitían abrir sus labios. Aún así, logro emitir algunos sonidos.

-Mmm  no parece que seas un ave... , pero definitivamente no eres una araña ,así que.., no veo porque no practicar mis artes culinarias sobre ti, pequeño ~

El humano oyó en ese entonces el ataque veloz y preciso del brazo de la araña, el cual cayó a su lado, cortando parte de la tela que lo rodeaba. La tensión, lejos de aterrorizarlo, lo llenó de determinación. Y aunque no había ninguna forma de moverse, el humano se negó a rendirse. Y sintió que se había movido, que era libre de las redes.

Abrió los ojos y se vio, a si mismo como bulto bajo sus pies. Excepto que no tenía pies. Ni brazos. No tenia nada, y aún así se sentía tan... poderoso. Como si fuera intocable. Intentó moverse, y logró desplazarse fácilmente. Repitió este proceso repetidas veces, hasta que logró llamar la atención de la araña, que estaba separando el monte que era su cuerpo del resto de la red.

-¿Eh?- dijo esta- Parece que sí teníamos un pájaro por aquí, y tiene un hermoso plumaje rojo... Dime, pequeñín, ¿Cómo has logrado escapar de mis redes?~

El humano intentó hablar, pero falló. El sonido hueco que había emitido antes salió nuevamente del bulto que la araña quería apropiar.

-Mmm... pues por mas linda que seas, pajarita, no planeo dejarte ir... La carne aquí abajo no es demasiado abundante, ¿Sabes?... asi que...Te atrapare ! Ahuhuhuhu~

Fin de la parte 1

Underless: AsgoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora