"El amor es una prisión disfrazada de paraíso"
Era escéptico a lo que las personas llaman "amor", nunca me interesó en verdad, siempre sentí que era algo psicológico e incensario para los humanos. Veía al amor como una barrera que la sociedad nos puso para seguir el esquema que ellos querían, para mí era como si nos pusieran en un molde para que fuéramos todo iguales- sin pensamientos propios-. O eso era lo que pensé toda mi vida hasta que esa insólita persona llega junto a mi ser y me vuelve un idiota, incrédulo y amante de las endorfinas que mi cuerpo liberase al ver a esa persona caminar a tan solo unos pasos de mí. Jamás me preocupé en lo más mínimo de mis habilidades comunicativas o sociales, siempre fui bueno en dar discursos o pláticas ante personas de gran importancia social, económica o políticamente hablando pero al estar junto a esa persona mi lengua se enrolla como carpeta, mis manos sudan sin parar, siento los latidos de mi corazón más y más rápidos, empezaba a sentir que mis piernas se volvían un par de fideos y que estaba a punto de desmayarme. Esa persona no sé que me hizo pero estoy seguro que me arruinó. Yo quién jamás creyó en el amor, no supe qué hacer con mis emociones que cada día estaban más incontrolables. Y yo quién soy nada más que un ignorante cuando se habla de este tema. Yo... yo... yo... Me enamoré.
