Imagina que Nathaniel.

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Trabajo de mesera en un café, estaba limpiando las mesas cuando mi jefe me dijo que me fuera cuando se fuera el último cliente, el último cliente que quedaba era un chico rubio que bebía una taza de café mientras apuntaba algo en unos papeles.

-Hola, disculpa molestarte pero ya es tarde y tenemos que cerrar.

-¿En serio? Lo siento mucho señorita, me dejaron mucho trabajo hoy en el instituto y no me di cuenta de la hora.

-Ho, no te preocupes, si quieres puedes quedarte un rato más.

-Se lo agradecería mucho, en mi casa mi hermana no me deja trabajar a gusto.

-Tomate el tiempo que necesites.

Me fui a ordenar unas tazas que estaban en la alacena, termine de acomodarlas pero el chico aún no se había ido, decidí ir a ver si necesitaba algo, al asomarme me di cuenta de que lo que estaba haciendo y algunas cosas las había ordenado mal.

-Disculpa por interrumpir, pero creo que estas no están bien ordenadas, mira las hojas más gruesas van a tras y delante de ellas van lo expedientes.

-Mucha gracias, me acabas de salvar de una reprimenda de la directora, ¿Sería una molestia que me ayudarás a ordenar estas mientas ordeno estos exámenes?

-No te preocupes, te ayudare.

Pase mucho tiempo ayudándole a ordenar sus cosas, en lo que estábamos ordenando tuve la oportunidad de poner conocerlo mejor, me di cuenta de que es un fanático de la lectura y que en sus tiempos libres toca la batería, es un chico muy amable e interesante.
Pasaron algunas horas y me quede dormida en la mesa usando mis manos como almohada.

Al despertar me dolía el cuello y encontré una nota que decía:
"Hola, muchas gracias por haberme ayudado, fue muy divertido haberte conocido más, perdón por no despertarte, te veías muy bonita durmiendo."

Guarde aquella nota en mi bolsillo y como era de día le platique a mi jefe lo que había pasado y este me dio el día libre.

(...)

Paso el tiempo y aquel chico no dejaba de ir al café, algunas veces traía trabajo, otras veces solo iba para platicar conmigo en mi tiempo libre, se puede decir que nos hemos hecho muy buenos amigos.

Hoy era mi cumpleaños y en el café acostumbran a cantar las mañanitas y a comprar pastel, todos me estaba festejando cuando vi que por la puerta entro aquel chico.

-Hola Sucrette, muchas felicidades, te mereces cada aplauso que te den, eres una de las mejores personas que he conocido y no me arrepiento de haberte conocido.

-Hola Nath, muchas gracias.

En eso entraron unos amigos de Nath los cuales le entregaron unas flores y unos globos, Nath se hinco frente a mi y en ese preciso momento me pidió ser su novia, yo feliz acepte y brinque a sus brazos, todos nos aplaudían, Nath me tomo delicadamente y me dio un beso tierno, sus labios eran tan cálidos, creo que es el mejor beso que recibiré en mi vida.

Imaginas CDM <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora