Imagina que Kentin.

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Como todas las mañanas salí a correr, esta vez hacia mucho frío, había llovido por la noche y las calles estaban húmedas, no me importo y siguiente corriendo.
A lo lejos al lado de un poste con luz vi que un chico venía corriendo, no quería estar sola tan temprano así que decidí hacerle plática.

-Hola, pensé que era la única que salía a correr a esta hora y con este frío.

-Hola, al parecer no estas sola jajaja, no quiero perder la condición física del ejército, así que salgo todas las mañanas a correr.

-Eso esta muy bien, mi nombre es Sucrette.

-El mío es Kentin.

-Bien Kentin, ¿Que te parece si hacemos unas carreras de aquí hasta aquel árbol?

-Acepto el reto.

Kentin y yo comenzamos a correr, los dos llegamos al mismo tiempo, pero para nuestra mala suerte comenzó a llover.

-Ven, conozco un refugio.

Kentin me llevo a una cabaña abandonada, entramos y por suerte pudimos prender una vela.

-Valla, esta lluvia no me la esperaba.

-Ni yo, ¿Te molesta si me quito la camiseta para secarla?

-Claro que no, puedes quitártela.

Kentin se quitó la camiseta dejando al descubierto su húmedo torso, tenía unos abdominales marcados que hacían un juego perfecto con su tierno rostro.

-¿Yo tambien puedo quitarme la blusa? -Bromee.

-¿Q-Que? Lo siento, pero no acostumbro a ver señoritas en ropa interior.

-Jajaja solo bromeaba.

-Huumm, ¿Así que ya me tienes tanta confianza como para hacerme bromas?

-Algo así, me caes bien.

-Me alegra eso, también me caes bien.

-¿Quieres galletas? Traía un paquete en mi bolsillo.

-¿G-Galletas? ¿De chispas de chocolate?

-Así es, estas galletas son mis favoritas.

-No sabía que teníamos algo mas en común, yo amo las galletas.

-No se porque imagino que tus bóxers son de galletas.

-¿L-Los acabas de ver?

-¿Que? ¿Entonces si tienes bóxers de galletas?

-Emm olvida eso. -Dijo sentándose al lado de mi a comer unas galletas.

Estuve platicando mucho tiempo con Kentin, es un chico muy gracioso y lindo, pasó algunos minutos y la lluvia paro y Kentin tomo su camiseta.

-Bueno Sucrette, antes de irme quería decirte algo.

-¿Que?

-Bueno, es que hoy por la tarde volveré al ejército, quería salir a recorrer todas las calles hoy, pero al parecer la lluvia no me dejo, pero tuve la fortuna de encontrarme contigo, pero no quiero irme sin hacer esto.

Kentin me tomo de la cintura y me dio un beso, era un beso tan tierno y lleno y dulzura.

-K-Kentin...

-Adiós Sucrette, espero volver a verte algún día.

Imaginas CDM <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora