Capítulo 7

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Lunes, y el trabajo iba más pesado que el de ningún otro día.

Había sido un buen fin de semana; Jackson y Min me acompañaron todo el día, no pude parar de reír con esos dos.

Comenzaba el día con muchos clientes; era un día bastante soleado y habían estado viniendo montones de grupitos de amigos. Escuché a una chica decir algo acerca de que estaban de vacaciones y mi jefe lo confirmó en la pequeña 'junta' de hace rato.

Yo acababa de entrar en este negocio hace apenas medio año, y aún no sabía las temporadas de los estudiantes. Yo vengo de Daegu, así que para mí la ciudad todavía tardaba en hacerse familiar.
Conseguí rentar un departamento antes de que entrara a mi nueva Universidad; mi tío me ofreció trabajo en su heladería y así conseguí todo esto. Tenía entendido que comenzaría el Colegio pasando este verano y Jackson me prometió acompañarme a hacer todos los trámites.

Oh, ¿Jackson? Bueno, él y yo hemos sido mejores amigos desde muy pequeños.
Crecimos juntos hasta que su familia tuvo que mudarse a Seúl, y tiempo después aquí estamos. ¿Y MinJi? ellos dos son primos, así que sí, básicamente ya somos como una familia.

— Yoonie, ¿puedes llevar este pedido a la mesa 3?

Éramos dos atendiendo en el mismo turno. Eso significa un día pesado.

— Hae, uno más de mango para la mesa 7, por favor. -llegó mi compañera con otro pedido.

— En eso estoy.

Iba terminando tres ordenes cuando llegó un cliente más, le pedí a Miyoo que terminara de servirlos y fui directo a atender.
Me crucé con unos grandes y tiernos ojos café.

— Hey. -saludó con una sonrisa tímida.

— Hola. -dije de vuelta.

— ¿Mucho trabajo, no? -asentí dando un largo suspiro. Solo rió.- Ya veo, ¿Me recomiendas alguno?

— ¿yo? -qué pregunta más inútil.- Uh, quizá... ¿Piña?

— ¿A ti te gusta?

— Sabe bien.

— Entonces que sea uno doble, por favor. -sonrió de nuevo. Me provocaba mucha ternura.

Al parecer ya no sería un día de trabajo tan duro después de todo.

— ¿algo más? -negó con la cabeza. - Perfecto, entonces serían../

La campanilla de la puerta sonó de nuevo.

— ¿Soo? -ambos miramos hacía la misma dirección.- ¡Vaya! ¿La conoces?

Le miré seriamente, Kyungsoo tampoco parecía estar tan contento de haberse encontrado en el mismo lugar.
Por dentro no podía con la sorpresa y al mismo tiempo las ganas de irme de ahí mismo.

— Ten cuidado de no chocar con ella... Podrías pagar más de lo que ya lo haces comprando aquel helado. -mencionó burlón.

— Chanyeol.

Retiro lo dicho; Un día BASTANTE pesado.

Playboy » || pcy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora