Capitulo 5

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Hooola a todos de nuevocon un nuevo capitulo. Como sé que pasareis del comentario de aquíarriba, os dejo con la historia, esperando que la disfrutéis.^^Hasta pronto.


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CAPITULO 5


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Mientras el sol comenzaba a teñir las colinas y el verdor de losprados salia a relucir sobre el paisaje, mientras los pájaroscantaban y el mundo parecía cobrar vida de nuevo, Thorin contemplabaal pequeño hobbit, que dormía acurrucado en el hueco de su brazo,acariciando los cabellos alborotados de este con la punta de losdedos, tan suaves al tacto como la más delicada de las sedas.


Cuando Bilbo se había apretado contra su cuello la noche anterior,después de llegar ambos al clímax, el muy inocente pensó que yahabían terminado y trató de salir de la prisión de sus brazos paraque ambos pudieran acurrucarse en la cama.


-Aún no he acabado contigo- le susurró este, tumbándole boca abajoen la cama.


-¡¿Eh?!- exclamó el pequeño con sorpresa avergonzada, volviéndosea colorear su piel.-¡¿Es qué piensas hacerlo de nuevo?!.


Pasándose la lengua por los labios, el enano contempló el deliciosobocado que tenía ante sí, recreándose en como la espalda delhobbit estaba dispuesta ante sus ojos para dejar la marca de susdientes y de sus besos y en como sus nalgas también parecían poderrecibir también más de un merecido bocado.


-Voy a hacer que tu cuerpo recuerde que nunca debe alejarse de mi denuevo, que solo pueda reaccionar a mis caricias- aseguró el rey,comenzando un camino de besos que se inició en la nuca de Bilbo,descendiendo por su espalda mientras oía como este volvía a temblary jadear contra la almohada.-Solo mostraras esa expresión y esosgemidos para mi y solo permitirás que yo te coma de este modo- leanunció.


El pequeño hobbit tembló tanto ante sus caricias como a sus besos ymordiscó, erizando su piel, hasta que llegó a la parte baja de suespalda, preparándolo de nuevo para él.


Ahora, con la luz de la mañana, rememoró todos aquellos momentos,cada sonido que emergió de los labios de este, en cada temblor, encada jadeo que trató callar sin éxito, en cada mirada que ledirigió, dejándole claro que su deseo estaba a la altura del suyopropio, deseando repetir la experiencia con su hobbit cuanto antes.


Si lo ataba a aquella cama para tenerlo siempre junto a él, ¿severía demasiado celoso del resto del mundo o solo eran impresionessuyas?.


Incluso en la distancia, su amor por él había crecido tanto quepensó que era lo único que podía tener cabida en su corazón, queningún reino y ningún tesoro sería lo suficientemente majestuosoni inmenso como para igualarlo.


Cavilando sobre ello, con una sonrisa en los labios, Bilbo se removiócontra él, buscando aun más su cuerpo, viendo como sus párpadosrevoloteaban hasta que finalmente se abrieron con cierto aire cansadoy lo buscaron, ensanchando la sonrisa para él.

Volveremos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora