Capitulo 3

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Bueno.....al final mepuse a escribir. Son las 1:56 de la mañana del sábado-domingo yaquí os traigo el capitulo 3. Espero que lo disfrutéis y hablamosluego.


VOLVEREMOS AVERNO – CAPITULO 3


...


Aunque la vuelta a casa se hizo un paseo agradable, pasando de nuevopor la casa de Beorn, donde se despidieron de este, y habló conGandalf durante todo el camino, dándoles objetos de oro de su cargaa aquellos que creía que lo necesitaban, Bilbo no se sentía tanbien como había esperado cuando llegaron a los inicios de laComarca, despidiéndose del mago.


Un peso se había instalado en su corazón con cada paso que sealejaba de Ereborn. Pero, aunque se dijo que podría ir allí sinningún problema y que ellos podrían ir a su casa, eso no logró queel peso desapareciera. Su corazón no se dejaría engañar de un modotan estupido.


Saludó a todos aquellos hobbits que le salieron al paso de camino acasa, aunque la mayoría de ellos le dirigieron miradas extrañas,como si no lo reconocieran o no hubieran esperado su regreso. Algoque, a lo largo de varias caras similares, empezó a molestarle.Después de todo, solo había estado fuera 13 meses. Sin embargo,comenzó a entender qué ocurría cuando llegaba a casa y se encontróuna subasta en su misma puerta.


Tuvo que afirmar ser quién decía ser, mostrando el acuerdo quehabía firmado con los enanos.


-¿Quien es este Escudo de Roble?- preguntó el subastador trascomprobar las firmas.


De pie en la puerta de su propia casa desmantelada, en el momento enqué pensó en que tendría que recomprar todas sus posesiones, tuvoque detenerse cuando el rostro de Thorin asaltó su mente,volviéndose hacía la gente que lo observaba con curiosidad, con unaexpresión que no supieron bien como definir.


-Es.....era un amigo.


No se sentía adecuado hablar de él en presente solo como un amigo,ya que, en aquellos momentos, ya no podía sentirlo solo como eso.Incluso con la lejanía que los separaba.


Consiguió que alguno de los hobbits, aquellos amigos que tenía, ledevolvieran sus cosas, pero tuvo otros a los que tuvo que pagar paraello. Lo cual le pareció completamente ridículo. Estaba comprandosus propias cosas. ¿No había una ley o algo por el estilo que lesobligara a devolver sus cosas al saber que estaba de vuelta?.


Incluso tuvo que pagar a gente para que trajeran de vuelta susmuebles y le ayudaran a recolocarlos en su casa. La mayoría de susdocumentos habían quedado tirados por el suelo, por lo que podíasentirse tranquilo por ellos. Conociendo a los hobbits, bien podríanhaberlos arrojado al fuego cuando entraron a su casa para subastarsus cosas.


En un futuro, si volvía a viajar, dejaría alguna clase detestamento para que alguien se quedara con su casa de llegar a estarmucho tiempo fuera para que algo tan desagradable como aquello novolviera a pasar.


Seguramente, se lo dejaría a su tía Primula Brandigamo, que estabacasada con Drogo Bolsón (Por si alguien no cae, estos dos son lospadres de Frodo. La madre de Frodo era la prima hermana de la madrede Bilbo, por lo que Frodo no es su sobrino, si no su primo). Noes que tuviera mucho trato con ellos, pero, de entre todos susparientes, eran los más tolerables. Después de haber pillado a losSacovilla-Bolsón llevándose su cubertería, desde luego que no lesdejaría las cosas fáciles para acceder a su casa.

Volveremos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora