'Capítulo 1: Nuevas sensaciones.

13.8K 830 1.5K
                                    

Jimin sintió las paredes de la morena tensarse alrededor de su polla mientras ésta gemía su nombre. Luego de tres duras estocadas, gruñó al correrse en el condón dentro de la chica. Se desplomó completamente contra el cuerpo contrario cargándose en la pared de aquel cubículo del baño de hombres.

Cuando sintió el cuerpo de la chica calmarse de espasmos, salió de ella y la dejo en el suelo, se quitó el condón, tirándolo a la basura, y subió sus pantalones mientras ella se arreglaba la falda.

-Eso fue... El mejor polvo que he tenido en mi puñetera vida.

"Lástima que no el mío", pensó Jimin luego del comentario de la chica. La miro fugazmente y abrió la puerta, caminó directamente a los lavabos y se mojó la cara con abundante agua.

-Eres un buen follador, eh.

Jimin levanto la mirada al espejo y fijó sus ojos en el reflejo de la chica.

-No sé tú, pero yo aguanto para otra ronda... Incluso podría toda la noche-susurró y lo abrazo por la cintura, apegándose a su espalda. Comenzó a besar su cuello lentamente y con sus manos acaricio el abdomen duro de Jimin. Restregó sus pechos contra su espalda y su mano agarró su pene aun sobre el pantalón-. Tienes algo muy grande y sabroso ahí dentro...-susurró en su oreja mirándolo por el espejo-, ¿cuándo podre volver a probarlo?

-No creo que pronto-respondió Jimin.

La chica hizo un leve puchero, y al notar que Jimin no se tensaba o excitaba con sus caricias, lo jaló hacia atrás despegándolo del lavabo, y ella se sentó en él, acomodando a Jimin entre sus piernas, abrazando su cintura con sus piernas y rozó su sexo contra el de Jimin.

-Yo creo que si-Sonrió y lo besó con rudeza, jalándolo del cabello para apegarlo lo más posible a ella.

Jimin cerró los ojos y la tomó de la cintura, dejándose hacer. Las caricias de la morena realmente no le daban ninguna sensación, ni siquiera su feminidad rozando contra su pene lograba excitarlo. Pero necesitaba hacerlo.

Hace algún tiempo ya, los rollos de una noche dejaron de ser tan excitantes como alguna vez en unos meses lo fueron, pero no quería terminar con ellos, no así. Había dejado dos semanas sin tener sexo, dos semanas sin tocar a una mujer, y dos semanas sin masturbarse, solamente para volver a tener ese deseo de tomar a una mujer y penetrarla hasta el fondo. Pero aun luego de ese tiempo, no fue como creyó.

Solo fueron toques indecentes fríos, al menos de su parte. Tocar esos cuerpos de infarto ya no era lo mismo que fue antes. Ahora era simplemente piel sudada bajo sus palmas, solo era la causa de poder excitarse como antes, pero no, no podía.

Ahora ya no se excitaba como antes.

"Quizás es por follar mucho en estos años" pensó una vez, pero no tenía sentido.

Simplemente eran las mujeres. Ellas ya no eran lo de antes. Ahora no había que actuar como un caballero para poder tener aunque sea un beso de ellas, ya no había que invitarla a una copa y salir a bailar. Ahora solamente tenía que mirar a una chica y ella se acercaría sola a él, ofreciendo su cuerpo al momento en que Jimin le dijera: "Hola".

La sensación de probar distintos cuerpos y sabores en algún lugar público o un lugar cualquiera, ya no estaba.

Simplemente ya no era lo mismo.

-Lo siento... No quiero volver a tocarte en mi vida.

Quizás fue muy mierda de su parte, pero no quería seguir engañándose.

Salió del baño de hombres y volvió al bullicio de la discoteca, intentando no tocar a ninguna chica que estuviese bailando por ahí, fue a la barra a pedir un vaso de alcohol pero desistió cuando al momento de llegar allí, las miradas de las mujeres se dispararon a él.

Elixir || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora