Vieja...vieja amiga,
Hace rato que no te veía tan viva.
Pasó un tiempo, donde dejaste de visitarme,
pero ahora llegas sin previo aviso y es para quedarte.
No es que me desagrade tu compañía,
pero tampoco es que me agrade tu estadía.
Solíamos hablar de nuestras desgastadas vidas,
las que ahora deberían considerarse enemigas,
puesto que te quiero de aquí a aquella casilla.
Vete, por favor...te lo pido con educación.
para no dejarme caer en una indomable sumisión al dolor.
ESTÁS LEYENDO
Debilidades en carne y hueso.
Poetry¿Y...si llegásemos a ver nuestras debilidades? allí, paradas junto a nosotros, haciéndonos percatar de lo mal que estamos. ¿Enfrentarlas? Ya quisiéramos. Ellas demuestran su más profundo deseo... hacernos sentir imperfectos. pero, la perfección no e...