Capítulo 3: Ana

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Despúes de la clase de la señorita Jones, fui a buscar a Marceline...tenía que contarselo.
Fue algo demasiado repentino y necesito desahogarme.

Por fin encontrandola me acerqué.
-Marceline!- grité mientras me ponía de puntitas intentando alcanzarla frente a toda la multitud de alumnos y maestros.
- Que pasó? - preguntó.

- Ayer paso algo...algo demasiado raro y pienso que, debería darle una oportunidad.- dije caminando.

- Que pasó? - cuestionó.
- Matt..ayer, despúes de que Nell nos haya dejado, Matt estaba frente a mi puerta, y me pidio disculpas por todo y charlamos y me pidió otra oportunidad- respondí ansiosa.

- Oh...am..está bien, digo, eso esta mal!, que rayos te pasa!- dijo con tono de decepción.

- Porqué? , digo..lo amé demasiado y pienso que aún tengo esos sentimientos presentes.-

- Y que pasa con Nell?- dijo frunciendo el ceño.

- Que tiene que ver Nell? - pregunté.

- Pienso...que tal vez le atraes-
- Pero, yo no siento nada por él...digo, lo quiero mucho pero como mi mejor amigo- respondí.

- Ana..y todo lo que le dijiste en el auto? , sonaste muy convincente.- dijo mientras tenía cierta expresión enojada.

- Marceline...eso fue dandole las gracias, yo no quize que todo se mal piense.- dije.

- Pero...y si él sientiera algo por ti?- preguntó.

- Marceline...que trátas de decir?- continué - acáso el te dijo algo?..sabes..no quiero saber- dije por último alejandome.

•••

Al final del día Nell me invitó a la colina.
Esa colina solitaria, que Marceline, Nell, Jos y yo descubrimos trás un edificio abandonado por la avenida Jacksonville.
En fin, sería algo satisfactorio ver la ciudad y olvidarme de mis problemas.

Ultimamente he estado peleando mucho con papá por el simple hecho de que no soporto a Alice, la esposa de papá o comp yo le llamo: Cruela devil.
Uma mujer cuyo maquillaje es tan execivo que pudo aver sido un payasp en su vida pasada.
Viste prendas demasiado caras para el presupuesto de papá y tacones, haciendo que sea más alta que mi padre.

Llegando a casa, subi a mi habitación y me puse mi pijama cosa que hago todos los días y me pongo a leer un poco. Al final del día pongo mi alarma a las 7:00am. Para no quedarme dormida y recibir regaños de mi padre.

Segundos antes de acostarme, oigo que alguien toca mi puerta. Abro y se encuentra una mujer con pijama de ceda y cabello bien peinado..vaya..sin maquillaje, es mas bonita de lo que pensé.

- Querida necesito que cuides a Bonnie, mañana tu padre irá a un viaje de negocios y quiere que lo acompañe. - dijo con demasiada confianza.

-¿Qué te hace pensar que tengo timpo para cuidar a tu perro? - dije con una mirada seria

- Por la única razón por la que estoy con tu padre y te obligará..- dijo sencillamente convenciendome.

- De acuerdo- dije finalmente.
Cerrando la puerta, mientras frotaba mis ojos con mis nudillos por el sueño.
•••

Es sabado. Me levanté y fui a darme una ducha en la cara tina de mi padre.. a quien le importaria..de todos modos no están en casa. Demonios, Bonnie, nisiquiera se porqué se llama Bonnie..es un perro, no un conejo.

Saliendo de un largo tiempo en la tina, fui a mi recámara sin ninguna prenda, ni toalla.
Me cambié e hice algunos deberes como: tarea, darle de comer a Bonnie.
Llegó la hora de ir a la colina con Nell.
Al salir de casa me fui caminando hasta la parada y espere...
Al llegar a la colina véo a Nell...un poco más arreglado de lo que debe..¿Acaso es una cita?, no entendí, pero hice como si no me hubiera dado cuenta.

-Nell! Hola..- saludé.
- Ana..hola, ¿Quieres...ir a comer? - mientras tenía las manos en su chaqueta de cuero café.
-Am..claro- dije frunciendo el ceño.

•••
Fuimos en su auto y entonces nos paramos.en un restaurante italiano...muy cliché.

-Nell..no estarás pensando..- dije.

-Oh no, claro que no solo que no comí en casa ya que mis padres no estaban y no soy nada bueno cocinando, asi que se me antojo una pizza- dijo interrumpiendo.

- De acuerdo.- dije con un codo en la ventana del auto.
Bajamos del auto y entramos. Nos sentamos en una mesa pegada a la ventana.
-¿Que se pes ofrece?- dijo el mecero con buena postura...atractivo.
-Am..para mí solo una pizza individual - dijo Nell.

-¿ Y para la dama? - dijo Harret (su nombre decía en el gafete) apuntandome con la pluma con poca tinta.

- Pues...yo solo quiero spaguetti, gracias- dije sonriendo.
- De acuerdo, ahota le traemos su orden- dijo, nosotros dándole las gracias. Cúando Harret se retiró, Nell se me quedaba viendo.

-¿ Qué? - pregunté

- Nada...solo ¿ Porqué pensaste que yo pensaba...tal cosa? -
-Oh no, por nada, olvidalo..-
-No, dime ...necesito saber si te intimidó lo que dije aquella noche. - dijo.
- No, claro que no, Dios...jamás me intimidarías, es solo que Marceline, me metió ideas a la cabeza...al parecer escuchó - respondí seriamente.

-Ja...no te preocupes, conmigo también, fue a mi casa de hecho..- dijo mientras bebía de su agua.
-¿Qué?! Y..¿Qué te dijo? -

- Pues dijo que cree que tu me..gustas- dijo con una pausa.

-Oh...pff, eso..es imposible- dije intentando negarlo.

-¿ Cómo lo sabes? - pregunto haciendo que me sonrojaba.

-Am..mira Nell- interrumpió. - Tranquila, solo fue una broma- confirmó dando una carcajada.
- Oh...jaja, por poco caigo- dije con una sonrisa demasiado falsa.
- Y...aquí esta su spaguetti señorita, y su pizza- dijo Harret mientras servía nuestros platillos, retirandose después.
- Sabes...aquella noche, cuándo Marceline se quedó dormida, Matt apareció en mi casa..y..quiere que le de otra oportunidad después de varias disculpas.- agregué.
-¿Y...que harás? - preguntó con frialdad.
-Lo pensaré...-respondí.
-Pues..está bien- dijo de nuevo con frialdad.

•••
Cúando salimos del restaurante, fuimos a la colina y me dejó frente a mi casa. Empezamos a conversar.

- Nell..¿Tú que crees que deba hacer?- dije mientras ambos mirabamos hacia el tablero.
- Ana..tienes que hacer lo que pienses que sea mejor para tí y para tu futuro- aconsejandome.
Pero..¿Entonces que quería para mi futuro?, ¿ Una relación conflictiva?, ¿A quién quería?..

- No sé que hacer..- respondí.
- Piensa las cosas, debes de estar segura de cada desición que tomes...y te diré un secreto, cúando una mujer le da otra oportunidad a un hombre que la defraudo o que le mintió...es una estrategia más para hacer caer a una mujer.- dijo mirandome a los ojos.
Sus ojos son lindos.
- Nell, Gracias..créo que debo pensarlo bien- dije mientras abría la puerta del auto.

-Adios!- gritó desde adentro.
-Adios Nell- dije con uma sonrisa. Entonces veo alejarse ese pequeño coche con pintura desgastada y lo más nuevo, sus placas.



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