¿A alguno le ha interesado alguna vez qué recorrido hace una moneda?
No, claro...A mi tampoco. Pero ahora que me fijo y pienso, mientras observo la ranura de una maquina expendedora a expensas de que mi novia salga de sus clases, el recorrido que hace la moneda desde que sale de la fábrica hasta que viene a mi cartera.
Debe ser creada y distribuida como cambio en unos pocos establecimientos, quizá decenas, puede que cientos...¿Miles? Sólo la moneda es consciente de ello.
Cayó en mi cartera sin prestarla demasiada atención y sin preocupación de su destino la introduciré en la maquina expendedora para mi deleite gastronómico.
Tengo hambre, ¿Qué mas puedo decir? Soy un curioso hambriento. Un soñador sediento. Un hombre con necesidades.
Ahora bien, ¿Qué destino le aguarda a mi moneda?
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Historias de bolsillo
ContoMe centraré en historias que me invente en la soledad de la espera, mientras estoy con el móvil hacer algo productivo. ¿Quién sabe? Igual a alguien le llega a gustar la serie de pequeños relatos que aquí contaré. Solo espero que sea arte para el lec...