CAPITULO 1

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Pero, ¿de verdad que a sus papas tampoco les importaba? ¿Acaso si era la persona despreciable que todos decían que era? Todos esos y muchos mas pensamientos le aturdían la cabeza, mientras caminaba por la acera rumbo al colegio, por suerte no estaba tan lejos y por lo tanto podía caminar hasta allí.

Cuando por fin llego justo frente a la gran puerta de la preparatoria, se puso la capucha de su sudadera y con su mochila colgada al hombro entro. En verdad no había nada fuera de lo normal, los populares riendo y gritando a través de los largos pasillos, una que otra pareja besándose asquerosamente por una esquina y unos grupos mas de personas, mientras ella solo se limitaba a caminar hacia su salón, cuando de repente, lo vio, a el, a la persona que mas daño le había hecho,

Tom...

sus rastas atadas en una coleta, también llevaba una gorra y como de costumbre una ropa totalmente grande para su talla, estaba con todo su estúpido grupo de amigos y por supuesto con su novia, y en ese momento fue como si el mundo se le viniera abajo, había estado mejor estos días como para que ahora con solo verle de nuevo a unos cuantos metros se volviera a derrumbar, y dejar caer como la gran cobarde que era, así que cuando se dio cuenta ya estaba en dirección al baño de el colegio, cuando por fin llego se adentro en el ultimo cubículo, y comenzó a llorar, de frustración, de tristeza, de amargura, de rabia, de odio contra si misma, es que ¿acaso algún día dejaría de ser aquella patética chica?

Después de haber llorado hasta cansarse, se levanto del piso donde se encontraba sentada y tomo su mochila del mismo, y ya con el corazón mas tranquilo, salio del baño, la verdad era que no sabia que hora era, ni si alguien la había escuchado, en ese momento lo único que sabia era que otro día se había sido a la mierda. Dispuesta olvidarse de el incidente de aquella mañana, entro a la clase siguiente, no pudo poner atencion a toda la jodida clase por estar recordando lo que había pasado aquella noche, y cuando acabo, ella fue la primera en largarse, por suerte era la ultima ya que se había pasado cerca de 4 horas en baño, de camino a casa solo pensaba en algo: desaparecer. Y eso era lo que quería dejar de pensar en todas esas mierdas que solo conseguían dañarle la cabeza, así que opto por poner musica y escuchar.

Al llegar a su casa, estaba sola como de costumbre, así que solo se dejo caer a peso muerto, sobre uno de los largos sofás, mientras Bill se acercaba y de un salto se recostaba sobre ella
- A veces siento que tu eres el único que me quieres Billy- dijo ella en un bajo murmullo como si deseara que nadie la escuchara. Y así se paso el resto de su día mirando televisión y haciéndose mierda la cabeza con pensamientos estúpidos, hasta que se quedo dormida.

De repente se oyó el sonido de la
puerta abrirse, ruido que sobresalto a la la pobre muchacha que dormía plenamente sobre el sofá, en el momento que ella se levanto sentándose en el y mirando a la persona que había abierto la puerta.
Su madre.

La Niña Que No Sabia Quererse BienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora