La isla de Eolo. El palacio de Circe la hechicera. Odiseo sigue narrando cómo viajaron hasta la isla de Eolo, que trató de ayudarles a viajar hasta Ítaca. Eolo entregó a Odiseo una bolsa de piel que contenía los vientos del oeste. Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron ver lo que había en la bolsa, dejando salir a todos los vientos y creando una tormenta que hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar. Tras seis días de navegación, llegaron a la isla de los Lestrigones, gigantes caníbales que devoraron a casi todos los compañeros de Odiseo. Huyendo de allí llegaron a la isla de Circe, quien dijo al héroe que para regresar a su casa, antes tendrá que pasar por el país de los muertos. Igual que Calipso, Circe se había enamorado de Odiseo. Pero ninguna de las dos se vio correspondida.